UTRERA - Corrida de toros

Vilches está en el camino

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Luis Vilches ha realizado el toreo más interesante en una tarde en la que los toros de José Luis Pereda han adolecido de falta de casta y fuerzas. Finito de Córdoba no está para esfuerzos y se ha mostrado sin ganas y a la deriva, mientras que Manuel Díaz ‘El Cordobés’, con un toreo poco ortodoxo, ha hecho vibrar a un público sin exigencias.

LA FICHA

 
TOROS: Se han lidiado seis toros de la ganadería de La Dehesilla nobles, aceptables de presentación, flojos, descastados y mansos.
 

ESPADAS:Finito de Córdoba (de negro y oro), saludos y silencio tras aviso.
Manuel Díaz ‘El Cordobés’ (de blanco y oro), oreja y oreja.
Luis Vilches (de fucsia y oro), dos orejas y dos orejas.

INCIDENCIAS: Media plaza. Televisada por Canal Sur.
 

 

 

 

GALERÍA GRÁFICA

 

El Cordobés y Vilches, a hombros hoy en Utrera. (FOTO: Matito)

Manuel Viera.-

     Cabe imaginar con lo que ha hecho Luis Vilches esta tarde en su pueblo que esta debe ser su temporada. Tras afilar su espada demostró algo tan interesante que acabó captando la atención de un público que se le entregó sin remisión: Vilches mató, pero también toreó. Y de qué manera. Los lances al noble y rajado tercero, fue un compendio de buen gusto, enorme despaciosidad y mucha verdad. Fue una manera de forzar los límites de una embestida que no daba para más y, sin embargo, resolvió la escasa pujanza del flojo animal balanceándose sobre el rítmico y el lento recorrido de la capa. La verónica resultó simplemente sensacional.

     Ver como se afana el torero de Utrera por recuperar el sitio perdido es digno de encomio. La faena, toda a derecha, se atuvo a las variables del más puro clasicismo, con detalles expresivos que no tuvieron la consistencia de la gran obra pero sí de un toreo de sentimiento, con cuerpo y contenido, que esta vez no se quedó sin el barniz final. Con la estocada con la que rubricó lo hecho dio fe de la enorme seguridad adquirida y confianza en sí mismo. Al sexto, noble y también rajado, le realizó un toreo sentido y de calidad que llegó de manera inmediata a los tendidos. Desde el prólogo genuflexo, pasando por el profundo muletazo diestro y el lento y largo natural, la faena se caracterizó por la solidez de un torero con gusto y en el camino. La espada volvió a entrar y, aunque desprendida de su sitio, bastó para mostrar de nuevo su capacidad y seguridad con el acero.

     Lo demás tuvo poco historia. Los toros de José Luis Pereda marcados con el hierro de La Dehesilla tampoco dieron para mucho. Descastados y flojos se pararon y rajaron en el último tercio. Finito no está para esfuerzos. Con el noble primero anduvo poco original en un trasteo realizado desde el detalle y las medias tintas que resultó chocante y atípico. Y con el cuarto, manso y descastado, no mostró el más mínimo interés. Con la espada un desastre.

     Con su puesta en escena simpática y desbordante, Manuel Díaz ‘El Cordobés’ no busca en el toreo segundas lecturas, sino que resalta la esencia endiablada de unas formas de escasa ortodoxia. Su carácter, de divertimiento puro, despreocupado y aproblemático, con buenas, a veces, pinceladas, transmite y contagia. Todo lo hace bañado por una cautivadora simpatía con la que enloquece a una gente predispuestas a divertirse. Al manso segundo le realizó una faena ambiental con la que hizo vibrar a un público sin exigencias. Con el rajado quinto logró bajo una capa de pulimento que apareciera algún que otro muletazo con gusto, aunque de inmediato volvió a sus formas electrizantes. Mató con prontitud.


GALERÍA GRÁFICA

Finito. (FOTO: Matito)

El Cordobés. (FOTO: Matito)

Luis Vilches. (FOTO: Matito)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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