El toro del ‘fotochó’

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«…poner un toro en el ‘fotochó’, quitarle los ojos, cortarlo y pegarlo en un blanco impoluto, no sé, pero no le veo el mérito, no veo la pintura por ningún sitio y, además, me recuerda al pastiche del año pasado con tanto ‘corta-pega’ de la goyesca de Antequera. Será que el ‘corta-pega’ es lo moderno…»

 

Ignacio Sánchez-Mejías.-

 

     Como todos los años, la presentación del cartel modernista de la temporada taurina ha estado marcada por la polémica. Como todos los años, el cartel modernista de la nueva temporada nos ha dado tema de artículo. Como todos los años, los señores maestrantes se han salido con la suya, han dado en el clavo.

     Que el cartel de 2011 sea portada de los dos periódicos locales (ABC de Sevilla y Diario de Sevilla) es una gran noticia para los taurinos. Sólo por eso deberíamos dar las gracias a los maestrantes y al autor José María Sicilia. La Real Maestranza de Caballería de Sevilla está, desde el año 1994, reuniendo una colección de pintura taurina moderna que ya es la envidia de muchos museos, y entrar en el Salón de Carteles de la Maestranza es, para un aficionado, volver a recordar las temporadas que los carteles nos evocan, que, de tanto tenerlos en las manos como entradas, los recordamos con cariño aunque no nos gustaran en su momento.

      No me digan que el señor Sicilia no iba mal encaminado. Le hablaron del ‘medio toro’ artista de Juan Pedro en Sevilla y casi lo clava. Le hablaron de que aquí se daba más bien un toro cortito, y nos ha dado un toro cortito de cabeza; vamos, cortado. Pero el toro es de Juan Pedro, ‘medio toro’, artista, burriciego (el ‘fotochó’ le ha quitado los ojos) y cortito. Como este sea el presagio del toro que nos espera esta temporada es para echarse a correr y no parar hasta llegar a casa. El señor Sicilia, que ha indicado que es una fotografía tratada con técnicas de ordenador, dice de él que «un cartel es una puerta que se abre. Y en este caso es una puerta al misterio del toro. Un cartel es un instante que no vuelve más; una puerta para se abra y se entre. Pero en definitiva una puerta al misterio… Es un toro ciego, como el Minotauro de Picasso, por eso no se le ven los ojos». Cuando un artista da explicaciones…

      Ya hemos visto furibundos ataques a la obra y también defensores a ultranza, pero lo que hemos visto, como todos los años, es polémica. Yo, que entiendo de arte lo mismo que de toros, o sea nada, y que no pasé de dibujar el ‘cochecuadrillas’ en un sólo plano, el cuadro no me gusta. Pero ya digo, mi opinión vale un pimiento. Además, poner un toro en el ‘fotochó’, quitarle los ojos, cortarlo y pegarlo en un blanco impoluto, no sé, pero no le veo el mérito, no veo la pintura por ningún sitio y, además, me recuerda al pastiche del año pasado con tanto ‘corta-pega’ de la goyesca de Antequera. Será que el ‘corta-pega’ es lo moderno.

     Pero lo que sí me gustará será entrar dentro de unos años en el Salón de Carteles de la Maestranza, y al ver al toro del ‘fotochó’, recordar que con él salió Morante a hombros el Domingo de Resurrección. Y usted que lo vea.


*Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de SMT Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog ‘Desde el tendido 2’ de ABC-Sevilla.


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