BALANCE de la jornada

Espartaco, triunfo en Olivenza

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Espartaco, en un largo natural al astado de Gavira hoy. (FOTO: Gallardo / badajoztaurina.com)
Espartaco, en un largo natural al astado de Gavira hoy. (FOTO: Gallardo / badajoztaurina.com)

El diestro sevillano Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ ha triunfado esta tarde en la plaza de Olivenza, que celebraba un festival benéfico a favor de las actividades de la Casa de Misericordia de Olivenza. En el festival de Velayos (Ávila), silencio para Martín Pareja Obregón.

Redacción.-

     El balance de las actuaciones de toreros sevillanos que han realizado el paseíllo hoy, sábado 9 de octubre, ha sido el siguiente:

FESTIVALES

  • Olivenza (Badajoz): Se han lidiado ejemplares de las ganaderías de Luis Terrón (rejones) mansurrón desclasado. Gavira, el más terciado, noble pero escaso de fuerzas. Zalduendo, cinqueño, manso con genio. Garcigrande, bravo y enclasado. Núñez del Cuvillo, noble y Bernardino Píriz, bravo. Leonardo Hernández (rejoneador), oreja. Espartaco, dos orejas. Victor Mendes, oreja. El Juli, dos orejas y rabo. Alejandro Talavante, oreja. Posada de Maravillas, oreja. Media plaza. Festival a beneficio de la Santa Casa de Misericordia de Olivenza. Tarde amenazante de lluvia con chubascos débiles de vez en cuando.

     Según crónica de nuestro compañero Antonio Girol, de badajoztaurina.com sobre la actuación de Espartaco esta tarde en Olivenza, «en segundo lugar salió uno de Gavira, terciadito y con poca fuerza. Lo lanceó Espartaco con suavidad a la verónica. Una tanda le costó al de Espartinas tomarle el pulso a la embestida del ‘gavira’. En esa tanda inicial perdió las manos, y ya nunca más volvió a doblarlas porque encontró en las de Juan Antonio el antídoto ideal para su falta de fuerzas: el temple. Sí, porque los otrora cabellos rubios, ahora pintados en plata no han borrado ni un ápice de su memoria la capacidad para templar las embestidas. Esa capacidad que le llevó a ser el líder de los toreros durante dos décadas. La faena, medida, a la altura necesaria, suave, con el ritmo preciso para pulsear las embestidas, tuvo por ambos pitones temple para dar y regalar. Supo el público entender la labor, casi de enfermero, que había llevado a efecto Espartaco que tras la estoca entera, ligeramente desprendida, y el golpe de verduguillo, le premió con las dos orejas de un novillo que, gracias a su lidiador, escuchó palmas cuando le arrastraba el tiro de mulillas«.

  • Velayos (Ávila): Novillos de Alonso Rodríguez Alora, de buen juego. Martín Pareja Obregón, silencio tras aviso. Víctor Janeiro, dos orejas. Los novilleros Santiago Naranjo, oreja. Javier de Prados, oreja. Media plaza.

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