A Carmen Tovar, delegada de la Junta de Andalucía en Sevilla

lunes 30 agosto, 2010

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La delegada de la Junta de Andalucía en Sevilla, Carmen Tovar.

«…Entiendo que pasear por El Portil, en Huelva, en su época vacacional, con la relajación de una noche veraniega, y encontrarse de frente conmigo debe ser algo así como el colmo de la mala suerte, como una muy mala indigestión en una calurosa tarde de verano. Pero le juro, delegada Carmen Tovar, que no fue premeditado…»

Francisco Mateos.-

Estimada delegada de la Junta de Andalucía en Sevilla,

Entiendo que pasear por El Portil, en Huelva, en su época vacacional, con la relajación de una noche veraniega, y encontrarse de frente conmigo debe ser algo así como el colmo de la mala suerte, como una muy mala indigestión en una calurosa tarde de verano. Pero le juro, delegada Carmen Tovar, que no fue premeditado, que no fue producto de investigación alguna que me llevara allí. No. Fue producto de la casualidad; o de la mala suerte, como lo quiera ver. Desde hace ya nueve años El Portil es mi segunda ciudad, y estoy aquí por puro ocio veraniego, no por nada relacionado con lo taurino. Lamento haberle dado la noche con mi ‘aparición’, pero le vuelvo a reiterar que no hubo nada premeditado. Admito que ya es mala suerte que nos crucemos hasta en nuestros descansos veraniegos… ¿o no?

No obstante, el periodista nunca descansa, y estas semanas de asueto veraniego me han servido para poder conseguir algunos datos -varios para nuevas líneas de investigación- y documentos que supongo que no serán de su agrado por el afán que ha puesto en alguno de los casos en que no trascendiera a la luz pública, y que iremos publicando en próximos días. Creo que los aficionados sevillanos merecen que se arroje transparencia y se sorprendan de algunas decisiones, a todas luces de dudosísimos criterios y coherencia.

Es curioso que llevaba como dos años evitándome y negándose a hablar conmigo, y justamente aquí en la playa, cuando no hay testigos, se decide a dirigirme unas palabras. Sobre el contenido de dichas palabras, señora delegada de la Junta de Andalucía en Sevilla, lo dejaremos en el ámbito de lo privado, aunque tuviera cariz profesional, pero como no había testigos entiendo que no viene al caso.

Eso sí: respecto a lo de la ‘Justicia Divina’ estoy de acuerdo con usted en todos los extremos, pero también prefiero que se haga Justicia antes aquí, en el terrenal mundo.

Y ya que sacó el tema, y que además tuvo la oportunidad de conocer a mi hija, no diré -figuradamente- como ‘la Esteban’ que «por mi hija, mato», pero desde luego le puedo asegurar, señora delegada de la Junta de Andalucía en Sevilla, que con el pan de mi hija no juega nadie. Ni siquiera usted, Carmen Tovar… «¿vale?» (ahora sí, como ‘la Esteban’).

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