Ninguno de los tres sevillanos que han actuado esta tarde han logrado salir a hombros por fallar con la espada, pero sí han logrado faenas de gran nivel. Daniel Luque ha brillado en la mala tarde de toros de Bilbao. Morante ha realizado lo más artístico en Cuenca. En Almería, sólo el presidente le privó de la puerta grande al novillero Esaú Fernández.
Redacción.-
El balance de las actuaciones de toreros sevillanos que han realizado el paseíllo hoy, lunes 23 de agosto, ha sido el siguiente:
CORRIDAS DE TOROS
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Bilbao: Se han lidiado toros Fuente Ymbro, muy descastados y parados, salvo el noble sexto. El Fandi, silencio y silencio. Miguel Ángel Perera, saludos y silencio. Daniel Luque, saludos y vuelta al ruedo. Más de media plaza.
Según crónica de burladero.com sobre la actuación de Daniel Luque esta tarde en la plaza de Bilbao, «siempre dijeron que la brevedad es una virtud, pero la terna se pasó la tarde pegando muletazos al tún-tún, en faenas a granel, de las de uno tras otro, cuando los toros pidieron la hora muchísimo antes. Desde el principio, vamos. Hasta Matías quiso alegrar la cosa ordenando a la banda que atacase en las dos faenas de Luque, y allí que se pusieron a tocar entre la dormidera general, sobre todo en su primer turno. El de Gerena tuvo el lote con más opciones, un colorado tercero con mucha culata que no tuvo mal aire, pero no tenía fondo y el sexto, muy largo y altón, pero que la tomó con mucho temple y fijeza. Fue el toro de la tarde. Daniel quiso con el capote en el primero turno, en el que planteó una faena larguísima, siempre al hilo y de perfil. El toro protestaba en las primeras series y los enganchones se sucedieron, hasta que le cogió el pulso en una serie buena al natural, que fue lo de mejor nota de una faena que se prolongó en exceso y que no remató con la espada. El sexto fue el toro de más fondo de la corrida. Cuidado en el peto, quiso tomarla por abajo y bien y Luque allí se la echó, consiguiendo momentos buenos al natural en una labor demasiado irregular, sin apretura alguna en los primeros compases y en línea, aunque estéticamente gustó al tendido. Tardó en asentarse Luque, que lo vio claro por el pitón izquierdo, el del toro, y se fue asentando y aprovechando la inercia del viaje, aunque le costó engancharlo. Pero el temple y, sobre todo, las ganas, funcionaron en esta ocasión. No la espada, que dejó al sevillano con la miel en los labios de una vuelta al ruedo».
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Cuenca: Se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de hechuras y juego. Morante de la Puebla, pitos y oreja. José María Manzanares, oreja y oreja. Rubén Pinar, oreja y oreja. Casi lleno.
Según crónica de burladero.com sobre la actuación de Morante de la Puebla esta tarde en Cuenca, «la faena de más enjundia artística del festejo la materializó Morante de la Puebla en el cuarto, un toro exigente que pedía la colocación exacta pero que se entregaba cuando así lo entendió Morante. Y fueron las más ocasiones. El de La Puebla demostró pureza en las formas y fue desgranando series de muletazos exceleso trazo, pasándoselo por la faja y ganándole el pitón contrario. A Morante se le vio siempre a gusto en la cara del toro y epilogó su obra de arte con unos pases de añejo sabor que recordaron tauromaquias antiguas. Mató de un contundente volapié e incomprensiblemente sólo fue premiado con una oreja. Antes, Morante se las vio en primer lugar con un animal manso que se desentendió de las telas con al que el sevillano se lo quitó de enmedio sin darse mucha coba».
NOVILLADAS
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Almería: Se han lidiado novillos de Novillos de Fuente Ymbro -el segundo como sobrero-, desiguales de juego. Thomas Duffau, oreja y saludos. Juan del Álamo, oreja y saludos tras aviso. Esaú Fernández, oreja y tres vueltas al ruedo tras fuerte petición de oreja. Media plaza.
Según crónica de burladero.com sobre la actuación de Esaú Fernández esta tarde en Almería, «Esaú Fernández inició el trasteo muleteril al tercero en los medios, con las dos rodillas en tierra a media altura. La faena en general no tuvo mucha transmisión ni contenido por la falta de fuerzas de su oponente. Sin embargo, en la última parte de su labor el trasteo fue a más al aprovechar la embestida en una serie con la izquierda, con ligazón y pulcritud. Recurrió al toreo de cercanías en las postrimerías para calentar al público, que valoró su entrega con una oreja. La estocada fue excelente y la oreja cortada, justa. En el último de la tarde, un novillo con buenas hechuras, consiguió naturales de excelente trazo. En la parte final del trasteo, optó por el arrimón para abrir la Puerta Grande, lo que no consiguió por un pinchazo. Pese a ello, la petición fue fuerte y dio tres vueltas al ruedo».