Su famosa Venta Pazo, a pie de la autovía Sevilla-Huelva, siempre ha sido lugar de encuentro del mundo taurino. Contaba con 77 años y su pérdida ha producido gran consternación en Sevilla.
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Francisco Mateos.- Antonio Pazo López ha fallecido en su pueblo de Sanlúcar la Mayor a los 77 años de edad. Antonio Pazo era muy conocido en todo el mundo taurino, sobre todo en el sevillano. Su conocida Venta Pazo de Sanlúcar la Mayor, a pie de la autovía Sevilla-Huelva, ha sido siempre centro de reunión de taurinos y aficionados. Antonio Pazo hizo en su juventud sus intentos por ser torero y toreó algunos festejos, pero como él mismo decía con la sinceridad que siempre le caracterizó, "me faltaba corazón, gas, porque con los novillitos de aquí abajo me gustaba y me lo pasaba bien, pero yo sabía que cuando saliera el de 'las barbas' en plenitud, por plazas del norte, mi corazón no aguantaría; así que a ponerme detrás de la barra y no perder el tiempo". Y así, junto a su hermano Pepe -falllecido hace ya años-, comenzaron su brillante andadura en la hostelería. La Venta Pazo está repleta de recuerdos taurinos, con fotografías y cabezas de toros de otra época. Innumerables fotografías inmortalizan el paso por la Venta Pazo de todas las figuras del toreo de todos los tiempos. Fijos eran Puerta, Camino, Curro Romero, Espartaco, Jesulín,… Antonio Pazo había ampliado su negocio con una nueva Venta Pazo más actual, a escasamente dos kilómetros de la antigua que sigue teniendo el sabor más añejo. Además, poseía negocios y propiedades. Hasta última hora, a sus 77 años, ha estado trabajando a pie de barra como uno más. Era ejemplo de constancia y buen hacer entre su personal. Su abnegada carrera de trabajo y hecho a sí mismo le han valido varios reconocimientos institucionales locales y provinciales. Su único hijo, Antonio, era su sombra en los negocios. Antonio Pazo ha seguido, además, colaborando profesionalmente con el mundo del toro, y así ha ayudado en los últimos años a los novilleros locales Agustín Marín y Curro Javier como apoderado, hoy los dos ejerciendo de banderilleros. Además, ha colaborado en la organización y celebración de festivales benéficos en pueblos de la zona por su conocida generosidad. Antonio Pazo era una institución en Sanlúcar la Mayor y su pérdida, a los dos días de la del picador local Rafael Muñoz, vuelve a urgar en una dolorosa herida. Eran dos personajes queridos y admirados en Sanlúcar la Mayor y la provincia sevillana. La misa de funeral por Antonio Pazo se celebra este jueves 21 de junio a las seis de la tarde en la Iglesia de Santa María la Mayor de Sanlúcar. Al oficio fúnebre asistirán numerosos toreros, ganaderos y aficionados.
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