«Justo un año después y con toros del mismo hierro vuelve Morante al escenario de autos, de los autos más bellos que se han producido en el ruedo de Las Ventas a través de un puñado de decenios…Es viernes de San Isidro, igualito que aquel viernes de mayo del 67 en que Diego, Curro y Paco abrieron la puerta grande de Las Ventas tras una corrida para la historia»
Luis Carlos Peris.-
Justo un año después y con toros del mismo hierro vuelve Morante al escenario de autos, de los autos más bellos que se han producido en el ruedo de Las Ventas a través de un puñado de decenios. Arde Madrid al conjuro del cigarrero y se da la circunstancia de que lo hace embutido en un cartel eminentemente sevillano, totalmente de aquí.
Abre un macareno como Julio Aparicio y cierra un aljarafeño como El Cid. Es viernes de San Isidro, igualito que aquel viernes de mayo del 67 en que Diego, Curro y Paco abrieron la puerta grande de Las Ventas tras una corrida para la historia. El Cid ha entrado por la puerta de las sustituciones y más para posibilitar una revancha que por los méritos más recientes. Y la verdad es que con el saltereño cobra interés el cartel, un cartel que ya estaba sobresaturado de interés por el mero hecho del retorno de ese taumaturgo táurico que atiende por Morante de la Puebla. Arde Madrid.
*Luis Carlos Peris es periodista sevillano. / Publicado en Diario de Sevilla.