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Francisco Mateos.-
Están haciendo las cosas bien. O mejor dicho: están haciendo las cosas como siempre debieron hacerlas, y no siempre pudieron o supieron. Me refiero a la Unión Taurina de Abonados de Sevilla, que como aseguraba su propio presidente, Diego Martínez, en el encuentro que mantuvieron el pasado jueves con la prensa especializada en Abades-Triana, "la Unión de Abonados se encuentra practicamente en pleno proceso de refundación". Y así parece ser, que tras varias temporadas de nula existencia, de nuevo retoman la senda de lo que debe ser su cometido.
La postura de la Unión Taurina de Abonados -de Sevilla o de cualquier otra plaza- es, por naturaleza, de continuada reivindicación y 'oposición'. Es como el PP con Zapatero. ¿Es que todo lo que hacen Canorea y Valencia está mal? No, claro que no; y además, llevan dos años que lo bueno que hacen le sale mal, cuestión de mala suerte también. Pero lo que hacen bien no es necesario destacarlo. Simplemente se trata de su objetivo: hacer las cosas bien. Es lo normal, que hagan las cosas bien hechas, porque ese es su trabajo. Y la razón de ser de una Unión Taurina de Abonados es solicitar reivindicaciones lógicas que mejorarían la temporada sevillana. Para ello, como bien decía el compañero Carlos Crivell en el encuentro de los abonados con la prensa, están revestidos de representatividad reconocida legalmente, ya sean 20, 50 0 1.000 los asociados. Los convenios colectivos los negocian y firman los sindicatos con la patronal, aunque el número de trabajadores afiliados a esos sindicatos apenas alcance el 10%…
Los abonados han dado muestra del talante que quieren imprimir a esta nueva etapa: diálogo, diálogo y diálogo. La escurridiza socialista Carmen Tovar no tuvo más remedio que recibirles a principios de año para hablar de toros -algo que parece que cada vez le hace menos gracia-. Y hablaron y dialogaron, dejando sobre la mesa de la delegada Tovar una serie de reivindicaciones que apenas ha tenido en consideración. Tras la Feria de Abril solicitaron reunirse con la Real Maestranza y el teniente de hermano mayor de la Real Corporación recibió a una delegación de los abonados; llegaron a solicitarle hasta la rescisión de contrato a los actuales gerentes de la plaza sevillana. En lo que parece que ambas partes coincidieron era en que el talante de la empresa ahora es distinto al de la época de Diodoro Canorea, algo que el propio Alfonso Guajardo Fajardo ha dejado entrever en otras ocasiones. Dato significativo.
En el encuentro con la prensa especializada el pasado jueves, los abonados quisieron conocer las impresiones de la temporada sevillana de los periodistas (con pase o vetados por la empresa Pagés) que cubrimos los festejos a diario. Escucharon y reflexionaron juntos. Como detalle del positivo talante de los abonados, dos ejemplos. En el borrador del escrito que al día siguiente remiteron a todos los medios sobre la valoración de la temporada, figuraba entre el listado de ganaderías 'non gratas' un hierro que este año pinchó en Sevilla. El compañero Álvaro Acevedo reflexionó sobre que era una ganadería que había echado una mala corrida en Sevilla, que además había tenido un puntual problema de enfermedad y que el ganadero había 'limpiado' el problema sanitario enviando reses al matadero, y que por lo tanto merecería un margen de confianza. Los abonados, que desconocían estos aspectos, comprendieron esta perspectiva y sacaron de la 'lista negra' de ganaderías a ese hierro.
Por otra parte, varios periodistas le planteamos por qué no mantenían una reunión con la empresa Pagés, que es la que debería tener en consideración en primer término sus reivindicaciones. Los representantes de los abonados describieron cómo años atrás las reuniones habían sido en vano, "porque la empresa aludía a lo de las lentejas: si quieres las comes, y si no, las dejas. Es decir, que nos decían que los carteles los hacían ellos, y que si no nos gustaban, pues que no compráramos los abonos…". Y por eso ya habían desistido mantener más encuentros con quien no quería oir, para no perder el tiempo. A pesar de ello, algunos le insistimos que deberían, cuanto menos, solicitar esa reunión con la empresa Pagés, que le solicitaran por escrito un encuentro a Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Ya se han reunido este año con la Junta de Andalucía, la Maestranza y la prensa; sólo falta la empresa. A pesar de no estar muy convencidos, acogieron la propuesta de la prensa para intentar acercar posturas y con ese dialogante talante van a solicitar a la empresa esa reunión. Ese talante de reuniones, acercamientos y diálogos es positivo. Ahora sólo falta que los empresarios se contagien de este positivo talante. Ojalá.
*Francisco Mateos es periodista taurino sevillano, redactor de Sevilla Taurina y colaborador en otros medios.
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