«…El año pasado la empresa tuvo el detalle de regalarnos a los abonados una novillada, pero este año, con la crisis, tendremos que pasar por taquilla. Las novilladas no están levantando demasiada expectación y a este novedoso ciclo no le veo buenas perspectivas de público. En primer lugar porque los novilleros son casi desconocidos: sólo hay uno de Sevilla, y además han toreado poco y también porque los bolsillos, después del verano y contando con que ‘la cosa está fatal’, están para pocas alegrías…»
Artículo de opinión completo de Ignacio Sánchez-Mejías en la sección OPINIÓN.
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