«…Y ahí lo tienen, demostrando sentimientos, temple en sus formas, ritmo y despaciosidad en el trazo y el pellizco de un toreo que ya sorprende. Toreó a placer bravas y nobles becerras de Murube, con escaso oficio, sí, pero rebosante de ganas y valor hasta conseguir trasteos con absoluta solvencia, extraordinariamente emotivos y sugerentes a la vista de unos pocos privilegiados…»
Artículo de opinión completo de Manuel Viera en la sección OPINIÓN.
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