REAL MAESTRANZA - Novillada de abono

Marcos Linares, clásico y expresivo

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Remate de capote de Marcos Linares.

Vueltas al ruedo para los tres novilleros del caluroso festejo nocturno: Diego Peseiro, Álvaro Burdiel y Marcos Linares. Nobles y descastados novillos de Albarreal. Marcos Linares destacó al natural, bien ligados con los de pecho. El portugués debutante Peseiro colocó banderillas con facilidad. Faltó profundidad en el toreo de Burdiel.


 SEVILLA / Novillada 

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de la ganadería de Albarreal, aceptables de presentación, nobles, sosos y flojos. Destacó el tercero, noble y con calidad en sus embestidas. Sin humillar y rajadito el primero; muy soso el segundo; parado el cuarto; complicado y a la defensiva el quinto; soso y parado el sexto.
NOVILLEROS:Daniel Peseiro (de verde y oro), vuelta al ruedo tras petición de oreja y silencio.
Álvaro Burdiel (de tabaco y oro), saludos y vuelta al ruedo.
Marcos Linares (de burdeos y oro), vuelta al ruedo tras petición de oreja y silencio.
INCIDENCIAS: Menos de media plaza.


Manuel Viera.-

     Sin duda, la lidia al tercer novillo del noble, aunque flojo y descastado encierro de Albarreal, tuvo el rango de las cosas bien hechas. La llevó a cabo quien tuvo desde el inicio la intención declarada de mostrar un toreo tan clásico como expresivo, tan templado como bello. Fue elevada la calidad de la faena que Marcos Linares le hizo al más destacado de los utreros lidiados. Quizá lo más interesante estuvo en un ramillete de hondos naturales que se fundieron con excelentes pases de pecho. En todo caso, el toreo irrumpió con la sapiencia de quien lo dijo así de bien.

     Una faena trazada con despaciosidad y de equilibradas virtudes en la que cupo casi todo: desde el profundo y templado muletazo diestro hasta los brillantes naturales, para acabar con pinceladas de detalles exquisitos de cambios de manos. Hubo cierta elegancia en la forma de trenzar el toreo de izquierda. Naturales que recorrieron, como un torrente, un largo espacio que acabó atrás, muy atrás de la cadera. Fue lo mejor del novillero de Linares, un torero capaz de generar el gozo a quien le ve. Una faena muy representativa del concepto de este torero, al que obligaron a saludar, tras deshacerse el paseíllo, una gente que no olvidó la grave cornada que sufrió hace meses en esta plaza.

     Fue esto lo mejor visto de una tarde-noche calurosa y aburrida en la que las novillos de Guillermo García Palacios no ofrecieron dificultades para la lidia, pero sí acusaron la sosería provocada por la falta de casta.

     Así las cosas, poco o nada pudo decir el linarense con el sexto, un animal que no humilló en sus sosas acometidas. Marcos anduvo con ganas a modo de sacarle algún que otro trazo, aunque carentes de emoción.

     Quien mostró una enorme actitud fue Diego Peseiro. El debutante portugués sorprendió con unas chicuelinas de garboso trazo, ejecutadas con enorme gusto y muy despacio. Gustaron. También es torero de banderillas, tercio que ejecutó con facilidad, sin más, en su primer novillo. Momentos y destalles tuvo en la faena de un ejemplar tan noble como distraído y que se rajó al final. Hilvanó muletazos diestros y dejo muestra de algún natural largo y templado. Cambios de manos, una manoletinas finales y una contundente estocada puso fin a lo hecho. Tras la petición dio la vuelta al ruedo. El cuarto se le paró demasiado pronto. Un dechado de actitud y poco más. Con media estocada terminó.

     Álvaro Burdiel es un torero de muchísimas posibilidades, pero tiene que profundizar en ellas, porque si no todo se le queda en la superficie. El sevillano formado en Madrid le realizó al segundo de la tarde una lidia coherente con la sosería de las embestidas Toreó despacio con el capote. Quitó con gusto rivalizando con Marcos Linares, y de su muleta surgieron muletazos que se perfilaron como fuente de expresión, pero sin emoción. Lo hizo despacio con la izquierda en momentos que no tuvieron continuidad. Mató mal.

     Mostró oficio y unas enorme ganas con el complicado quinto, un novillo a la defensiva y con un molesto cabeceo al que le costó cogerle ese sitio donde se hace el toreo. Tuvo momentos de interés una lidia muy desigual en la que los naturales de frente trazados con gusto epilogaron el final. Tras la estocada contraria dio la vuelta al ruedo.


 GALERÍA GRÁFICA (Pagés) 

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