Real Maestranza – 6ª Feria de Abril, Miércoles 22 de Abril de 2009
El banderillero sevillano Paco Peña es cogido por el pecho de forma dramática y angustiosa en el primero, resultando milagrosamente indemne de la voltereta en el vientre. El colombiano Luis Bolívar le corta una oreja al sexto toro, que fue el único que medio se dejó de un nuevo desastre ganadero. El sevillano Antonio Barrera se estrelló ante su habitual lote de toros imposibles. El francés Juan Bautista no ha tenido material pero tampoco ha dicho nada que quede en la retina de lo auténtico.
Francisco Mateos.- (Crónica de la corrida realizada a través de las imágenes de televisión al estar vetado por la empresa de la Maestranza) La noticia del festejo no es la oreja de Bolívar, sino que Paco Peña sigue en el pais de lo vivos, afortunadamente. El comienzo de la tarde no pudo ser más escalofriante. El ecijano Paco Peña quedó prendido del pitón drecho del cuerno a la salida de un par de banderillas. La imagen del menudo torero sevillano, con la mano apoyada en la mazorca del pitón y el cuerno metido dentro del chalequillo, zarandeando al torero en agustiosos y largos segundos nos trajo a la memoria aquella imagen tremenda de Montoliú dejando su vida en este ruedo. Sólo la 'tranquilidad' del torero sevillano, tratando de permanecer con su barriga paralela a la curvatura del pitón, y, sobre todo, el capote divino, permitieron que Paco Peña saliera indemne de la espeluznante cogida. Ya no nos recuperaríamos del impacto visual del momento. La faena de Antonio Barrera, con un toro áspero y complicado, no tuvo relieve. Sí lo tuvo una valerosa estocada. Su tercero fue un descastado animal que no le dejó hacer nada de brillo. Su enorme voluntad, una vez más, se estrelló en Sevilla con un lote imposible. Luis Bolívar se llevó el número 'agraciado' del sorteo de hoy. Y no es que tuviera mucha gracia el bicho, corrido en sexto lugar, que era alto y sin guardar proporciones. tampoco es que tuviera clase, pero se movía, iba y venía. Y eso, amigo, en el pais de los ciegos, es como ser tuerto. A estas alturas de la feria telonera cobrada a precio de farolillos, con los fracasos de Conde de la Maza, Palha y ahora Peñajara, el personal se conforma con lo más mínimo. El colombiano, listísimo, lo mantuvo en las afueras -que no era fácil- y como viene enrachado de América y tiene 'cositas', pues dejó una faena paciente, compacta y bien engarzada, que le valió a la postre una oreja de esperanza ante su futuro. En el tercero, se gustó con el capote. En la faena el toro cambió a peor, porque aunque quedó correoso, nunca se entregó en la muleta del colombiano, muy afanoso y con altibajos también, con más corazón que cabeza quizás. Juan Bautista -apoderado este año por el sevillano Eduardo Dávila Miura- tampoco tuvo suerte. El toro segundo se pegó una enorme voltereta, apoyándose con el cuello torcido. A partir de ahí el toro se movió pero sin calidad, con cabezazos y tardeando. El francés hizo lo que pudo, ni mucho ni poco; estuvo el hombre. En el quinto se mostró hasta pesado intentando que el toro embistiera una y otra vez. Se consumó un desastre ganadero más en la Maestranza. ¿Esto es lo mejor que hay en el campo para una Feria de Abril? El bendito público se lo traga todo a la espera de los cuatro o cinco días de verdaderos farolillos. Y aquí paz y después gloria.
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VER GALERIA COMPLETA | VOLVER A TEMPORADA Mojiganga en la Maestranza Javier García-Baquero.- Si no hay toro, no hay Fiesta brava. Ni de Despeñaperros para arriba, ni de Sierra Morena hacia abajo. Si convenimos que el toro bravo se define como un animal armónico, fiero, con ansias de coger, nobleza en su comportamiento y que debe transmitir sensación de peligro cierto, si estamos de acuerdo en esto, hoy no ha habido toros bravos en el coso del Baratillo. El trapío es un concepto taurino que desaparece de los reglamentos. Es como el chiste del atestado de los guardias civiles, en el que el cabo dicta: -La cabeza de la víctima está en el arcén. El compañero inquiere: -¿Arcén es con hache o sin hache? Y el cabo le da una patada al despojo e indica: -La cabeza de la víctima se sitúa en la cuneta… Pues en un paso más de la perversión del lenguaje eliminamos el palabro del reglamento y nos olvidamos del concepto. Pues se escribirá como se escriba, pero el encierro de hoy no tenía trapío, ni bravura ,ni casta, ni fuerza, ni celo, se dolían en banderillas, se paraban en la muleta, se defendían, se acordaban, en fin un fiasco absoluto. El señor Rufino dice que de Despeñaperros hacia abajo la Fiesta es una mojiganga; en tardes como esta le doy la razón. Ha publicado el versátil ganadero un dizque muy interesante libro del que destacó su presentador "la destreza al trasladar algo tan complicado como la cría y la selección del ganado bravo de una manera tan ilustrativa para la comprensión de los lectores". Bueno pues un libro de cabecera para todos, empezando por el ganadero de los Ibanes. Nada tendríamos que recordar de esta séptima de abono si por ventura no se encuentran a última hora de la tarde el feo sexto, desgarbado y altón, con el colombiano que responde al apellido del libertador y que deja se aconsejar por ese taurino cabal que es Luis Álvárez. Sus conceptos surgen puros y se expresan en terrenos de cercanías, quietudes y firmezas encomiables. Anda, además, muy puesto, después de una importante temporada americana. Por cierto, Bolívar nos recuerda al Rincón de la emotiva despedida hace dos años: su forma de citar de medio lado, que hoy le ha pitado Sevilla, el dulce acento que se oye en su cuadrilla de ese castellano de ida y vuelta que en la tierra de Gabo se hizo grande, esa forma pinturera de adornarse al abrochar las series, y esos esfuerzos para matar toros con el hoyo de las agujas demasiado a trasmano para la pequeña talla del bravo torero. Barrera no estuvo bien; apenas un par de adornos por bajo en la retina, pero el público tampoco anduvo fino cuando, para darle en las narices, aplaude a un toro que se apalanca y tarda en doblar, eso no es bravura, es guasa sevillana para un paisano. Ayer pasó lo propio con un Palha. Juan Bautista pensaba que venía a otra cosa y no supo dar el trato y la faena que el tercero pedía. El quinto era un regalo, bronco, soso, enterándose y sin casta. El francés atentó contra el undécimo, otro más, y se puso pesaito. Una pena. Una pena de cinco toros y un alegrón para un torero de muy largo recorrido. Casi envidio al responsable de este portal, que se queda en casa con una coca-cola y pude cambiar de canal cuando se aburre; hoy tendrá callo en la yema del dedo. |
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Comentarios disponibles: | |
Fecha: 2009-04-24 15:00:36 | Autor: MERCEDES |
¿que es una mojiganga? | |
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Fecha: 2009-04-24 11:15:49 | Autor: lolo |
¿La peor corrida de la feria ha propiciado la oreja mas importante de la feria incluido victorino-morante-cid? me lo expliquen por favor…….. | |
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