El caballista sevillano fue hallado por la Guardia Civil junto a su caballo muerto en un talud de difícil acceso. Un accidente, posible causa del fatal desenlace.
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Francisco Mateos.- El picador Rafael Muñoz, desaparecido el pasado sábado 16 de junio en su localidad natal de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), ha sido hallado sin vida en un talud de difícil acceso. El caballo también ha sido encontrado muerto a unos metros del cuerpo de Rafael Muñoz. El picador, muy querido por su carácter amable en el mundo del toro y más concretamente en su pueblo, solía dar paseos a caballo por esta ruta de forma habitual, pese a arrastrar lesiones graves en las piernas que le obligaron a dejar su profesión. Rafael Muñoz, que contaba con 67 años de edad, pertenecía a una importante dinastía de picadores. Había actuado en las cuadrillas de José Ortega Cano, Antonio Ordóñez o Francisco Rivera 'Paquirri'. Rafael era hermano otros dos grandes picadores, Antonio y José Muñoz, éste último fallecido en 1999 en la plaza de Vic Fezensac (Francia) al ser derribado por un toro de Victorino Martín, con la mala fortuna de caerle el caballo a plomo sobre su cuerpo y resultar muerto en el acto por un brutal golpe en el pecho y aplastamiento. En la actualidad, su hijo, el banderillero José Antonio Muñoz -matador de alternativa con poco recorrido-, también forma parte de la cuadrilla del matador de toros Ortega Cano, a cuyas órdenes se retiró su padre.
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