REAL MAESTRANZA - Novillada sin picadores

‘El Primi’ y ‘Villita’, el arte y el clasicismo, cortan oreja

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Oreja para el Primi y Villita.

Primitivo López ‘El Primi’, alumno de la Escuela de Sevilla, y Juan José Villa ‘Villita’, de la Escuela de Madrid, han cortado una oreja de sus respectivos erales en la primera de la novilladas sin picadores de promoción nocturnas. Loe erales de la ganadería de Villamarta, nobles y de interesante juego.


SEVILLA / Novilladas sin picadores

ERALES: Se han lidiado novillos de la ganadería de Villamarta, bien presentados, nobles y de interesante juego.
NOVILLEROS: -Fernando Gandullo (Escuela de Camas), vuelta al ruedo.
Álvaro López (de Sanlúcar de Barrameda), saludos tras aviso.
Alejandro Cano (Escuela de La Línea), vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Primitivo López ‘El Primi’ (Escuela de Sevilla), oreja.
Juan José Villa ‘Villita’ (Escuela de Madrid), oreja tras aviso.
Jorge Martínez (Escuela de Almería), palmas tras aviso.
INCIDENCIAS: Poco más de un cuarto de plaza. 


Manuel Viera.-

    En época de manipulación de las políticas culturales por los manidos animalistas, convertidas en debates parlamentarios falseando verdades, volvemos la mirada hacia las noches de julio en la Maestranza, en las que unos ilusionados jóvenes optan por dedicarse a un arte libre de resabios convencidos de sus posibilidades de triunfo. Un arte que aglutina valores y mantiene su poder de convocatoria para una gente que, entre la agradable brisa fresca con aromas de Guadalquivir, la cerveza helada y el tapeo propio de la tierra, se dispone a descubrir nuevos toreros en la presente edición de novilladas nocturnas de promoción que se adivinan interesantes para el aficionado, y divertidas para ese otro público de menor exigencia.

     Y así, en tan agradable ambiente, abajo en el ruedo, unos le echaron ganas y otros atisbaron el toreo aprovechando las nobles embestidas de los ‘villamartas’. Porque los erales de Federico Molina tuvieron movilidad y nobleza, algo tan indispensable para poder mostrar cualidades y calidades en la lidia.

     Quien más se acercó al sueño del triunfo fue ‘El Primi’. El alumno de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla dejó muestras de un concepto diferencial y con detalles de ese arte que tan pronto llega como ilusiona. Quizá fuese el cuarto novillo el de más transmisión por su manifiesta casta y Primitivo López bien que la supo aprovechar. Se fue decidido a portagayola, anduvo afanoso con el capote, y demostró con la muleta la cadencia en un toreo de detalles, hecho despacio y bien rematado. Unas bernardinas ajustadas sirvieron de epílogo a la media estocada con la que finiquitó y amarró la oreja.

     También paseó un apéndice ‘Villita’. El alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid se mostró clásico en su bien definido concepto. Fue faena de menos a más ante un eral, el quinto, muy noble pero de desigual embestida y corto recorrido. Juan José, en una lidia desigual, gustó con la derecha en su toreo vertical rematado con buenos pases de pecho al hombro contrario. Lo mejor lo expresó en el epílogo, donde dejó detalles de un toreo por bajo con sabor.

     No fue bueno el primero de Villamarta. Manso y muy quedado en la muleta, no le puso las cosas fáciles a Fernando Gandullo. Sin embargo, consiguió torear despacio con el capote y anduvo templado con la muleta. No fue faena contundente, pero sí dejó retazos de un toreo con atisbos de ligazón. Finalizó con ayudados por alto con gusto para hundir la espada en su mitad.

     Con las fuerzas justas salió el segundo, al que Álvaro López toreó despacio, siempre citando con la muleta adelantada, trazó el muletazo largo para así demostrar lo mejor de su concepto. Bajó la mano, ligó con la derecha y remató con notables pases de pecho. Se atascó con los aceros y todo quedó en una ovación.

     Alejandro Cano se encontró en tercer lugar con un noble novillo que no dejó de humillar. El alumno de la Escuela Taurina Linense se le vio puesto, quiso hacerlo todo despacio, e incluso logró torear así con la izquierda. Fue el natural, lento y hondo, lo mejor de una lidia de altibajos, pero con algunos detalles de calidad. La estocada resultó desprendida, le pidieron el apéndice, pero tuvo que conformarse con una aplaudida vuelta al ruedo.

     También mostró mansedumbre el sexto, al que Jorge Martínez inició faena con unos mandones muletazos por bajo. También dejó muestras de su buen concepto en el trazo al natural. Aunque, como todos los que empiezan, pecó de desplazar las embestidas muy para afuera. Los de pecho gustaron y se jalearon. Tras la media estocada lo despidieron con palmas.


AL NATURAL

(En breve)

Francisco Mateos.-

     (En breve).


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)

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