El novillero Ángel Téllez ha dado una vuelta al ruedo en la novillada de la Maestranza. Diego Carretero fue ovacionado, mientras que Ángel Sánchez dejó una grata impresión. Ovación en el arrastre para un bravo novillo de Fuente Ymbro. Se han lidiado tres utreros de este hierro y otros tres de Guadaira.
SEVILLA / Novillada con picadores
NOVILLOS: Se han lidiado novillos de las ganaderías de Guadaira -lidiados en primero, quinto y sexto lugar- y de Fuente Ymbro -segundo, lidiado como sobrero, tercero y cuarto-, desiguales de presentación. De descompuestas embestidas el primero, encastado el segundo; noble y bravo el tercero; áspero y sin calidad el cuarto; parado por descastado el quinto; noble y sin fondo el sexto.
NOVILLEROS: -Ángel Sánchez (de lila y oro), silencio y silencio.
–Diego Carretero (de grana y oro), saludos tras aviso y silencio.
–Ángel Téllez (de celeste y oro), saludos tras aviso y vuelta al ruedo.
INCIDENCIAS: Media plaza. Se guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo del que fue cirujano jefe de la enfermería de esta plaza, Ramón Vila, recientemente fallecido. Menos de media plaza.
Manuel Viera.-
La noble embestida del bravo tercero de Fuente Ymbro le sirvió al debutante Ángel Téllez para ligar los primeros muletazos diestros en una faena en la que recreó su clasicismo en un toreo con tendencia a la ligereza y algo despegado. No obstante, y poco a poco, se fue apreciando la evolución en una lidia que comenzó con titubeos y se cerró con una toreo más intenso, aunque intermitente, al natural. Con él logró la atención de una gente, por momentos, alejada de lo que abajo, en el ruedo, sucedía. Un toreo que olió a esperanza y fue hecho y dicho al mejor utrero de la tarde. Un bravo ejemplar de Ricardo Gallardo de emotiva nobleza y soñada fijeza que, junto al segundo del mismo hierro ganadero, lidiado como sobrero, ofreció enormes posibilidades de triunfo.
El diestro madrileño estuvo muy cerca de conseguirlo. Quizá la intermitencia de la faena y la imperfección de la estocada, junto a los varios intentos de descabellos, se lo impidió. De todas formas, consiguió entusiasmar más con el sexto de Guadaira. Un novillo de muy baja presentación, de noble embestida y muy escaso fondo. Tan escaso que acabó parado en el epílogo de una faena desigual con ambas manos, reducida a unos templados pases diestros y a escuetos detalles al natural. Lo mejor de su concepto. Esta vez la espada hizo su cometido, tumbó al novillo, le pidieron el apéndice y la vuelta al ruedo fue el premio mayor en una tarde de interesantes utreros.
Ángel Sánchez debutó en la Maestranza a la vez que se despidió de novillero. El próximo siete de junio será nuevo matador de toros tras su alternativa en la plaza de toros de Las Ventas. Y pese a tener la suerte de espaldas con sus dos novillos, su concepto, dejó una grata impresión. Sólo la falta de ajuste minimizó una más que interesante forma de torear, apreciable únicamente en los demostrados detalles de un toreo de mano baja, hecho muy despacio, con atisbo de ligazón y notable acabado. La faena al ‘bruto’ primero de Guadaira no estalló; las acometidas descompuestas lo impidieron. Sólo un lentísimo y largo natural quedó en el recuerdo.
También de ásperas y complicadas embestidas fue el cuarto de Fuente Ymbro. Y de nuevo la dulzura en el trazo y la lentitud del recorrido de una muleta a rastras se pudo apreciar durante una lidia sólo válida para dejar muestras de un toreo ilusionante. Porque no hubo más. A ambos los finiquito de estocada.
Diego Carretero se desmoralizó cuando el buen novillo segundo de Guadaira, al que toreó muy despacio genuflexo de capote, se partió un pitón mientras él brindaba faena en el centro del ruedo. No obstante, se fue decido a las cercanías de chiqueros a recibir al sobrero de Fuente Ymbro que, de un pitonazo, le arrancó la hombrera izquierda mientras echaba cuerpo a tierra. Del mismo modo, el debutante albaceteño, que también tiene próxima su alternativa en Alicante, se mostró seguro y contundente con la complicada, por encastada, embestida del novillo. Asentó las zapatillas con valor y se quedó quieto para dibujar algún que otro entonado natural y una más despaciosa y ligada serie diestra al final de un trasteo de largo metraje. La espada se le fue a los bajos.
El quinto de Guadaira, muy descastado, se le quedó muy pronto parado. Carretero volvió a demostrar actitud y dejar muestra de valor en un arrimón final a la desesperada. Lo mejor, la estocada en todo lo alto.
GALERÍA GRÁFICA (Pagés)