REAL MAESTRANZA - 1ª Feria de Abril

Pepe Moral volvió a soltar amarras

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Pepe Moral.

El diestro sevillano Pepe Moral cortó una oreja en la descastada corrida de la ganadería de Las Ramblas. Curro Díaz dio dos vueltas al ruedo por faenas llenas de detalles muy toreros. El valenciano Román fue cogido y herido de gravedad por su primer toro. Toros de Las Ramblas con poco fondo.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Las Ramblas, bien presentados, nobles, descastados y de escaso fondo. A la defensiva y sin humillar el primero. Complicado y parado el segundo. Manso y parado el tercero. Noble de buen pitón izquierdo el cuarto. Soso el quinto. Muy complicado el sexto.
ESPADAS:Curro Díaz (de azul y oro), vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Pepe Moral (de tabaco y oro), silencio, oreja y silencio.
Román (de gris plomo y oro), cogido en su primero.
CUADRILLAS: Picó bien Paco María al segundo de la tarde.
INCIDENCIAS: Media plaza. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el rejoneador Ángel Peralta fallecido ayer. Román fue intervenido de una cornada «en cara antero-externa de miembro inferior izquierdo, región pretibial, de una extensión de 15 cm con dos trayectorias, una ascendente y otra posterior, que lesiona musculatura pretibial, alcanzando espacio posterior, donde lesiona estructura vascular venosa. Hemostasia de lesión venosa. Ante la imposibilidad de constatar con certeza la lesión arterial, y aun comprobando pulso arterial distal, se traslada para realización de pruebas complementarias. Pronóstico: grave».


Manuel Viera.-

   De inmediato se pudo observar la minuciosidad del trazo en la sutileza de los detalles y en el gusto por darle expresividad. Convicción, sobre todo, para hacer de la lidia su personalísima obra teñida con sugerente sentimiento. Y así se recreó Curro Díaz   en un toreo de emotivo clasicismo con el complicado y no fácil primer toro de Las Ramblas. Bellos, aunque aislados, muletazos diestros de elegante trazo, pese al viento que soplaba con fuerza, y ese pellizco en los detalles del cambio de mano, el pase por bajo y de trinchera, que aportaron la emotividad al conjunto de lo hecho. No fue una faena de contenido contundente ni desbordante, pero sí bien cuidada y, por encima de todo, diferente a lo habitual. La espada no se hundió al completo y la vuelta al ruedo supo a poco.

     Sin embargo, la pulcritud, casi asepsia, con que el jiennense le hizo el toreo al soso quinto para improvisar una lidia en la que la naturalidad se impuso a la técnica, desbarató cualquier atisbo de banalidad. Un toreo hecho muy despacio que transpiró a través de bellos muletazos diestros que, como los de pecho, marcaron el camino emocional. Una faena hermosa, algo discontinua, que cojeó por la izquierda, sometida también al influjo de la torería en los detalles que, de nuevo, volvieron a calar en la gente. No tuvo toro para más ni tampoco suerte al finiquitar. Un bajonazo imposibilitó el premio de la oreja pese al que el público la pidió con fuerza.

     Pepe Moral volvió a soltar amarras y estableció con el noble y descastado cuarto -lidiado por cogida de Román- la manera de ganar otra batalla. Expuso su estilo para seguir en sus treces. Y así desarrolló un toreo de izquierda, con el que luce de manera muy diferencial al que realiza con la mano derecha, de impecables momentos, de lento y largo trazo, marcado por su entrega habitual. Y, claro, en el natural estuvo lo bueno. Y entre lo bueno, lo mejor de una faena con ambientación pasional de quienes la contemplaron. Una faena bien concebida en su forma, con la despaciosidad del temple y de notable resultado final. La estocada atravesada y el golpe de verduguillo no fue óbice para pasear la oreja.

     Malo, de difícil lidia, parado y sin fondo resultó el segundo. Moral lo dio todo en dos largas de rodillas en el tercio e, incluso, apostó en una faena en la que expuso valor y ganas. No más de dos contados muletazos diestros le pudo arrancar al manso. Después, la espada entró atravesada.

     Con el manso y complicado sexto no tuvo opción de triunfo. Lo intentó con todas sus ganas sin lograr un solo pase.

     Román encontró en la mansa y complicada acometida de su primer toro el clavo ardiendo al que agarrarse para evitar el descalabro. Con firmeza no cedió un ápice de terreno hasta conseguir con las primeras embestidas un toreo suave, despacio, hilvanado, destacando un bello cambio de mano y un portentoso pase de pecho. El valenciano toreó a bocajarro hasta que el toro se le paró, cuando en un nuevo intento sufrió la cogida y la cornada en la parte inferior de la pierna izquierda lesionándole el descastado toro la estructura vascular venosa. A la enfermería se lo llevaron para no salir más. Curro Díaz acabó con el morlaco.


AL NATURAL

Perderse en mil detalles

Francisco Mateos.-

     Que la actuación de Curro Díaz ha estado llena de torería esta tarde en la Maestranza nadie lo duda. Pero el fino torero de Jaén se ha perdido en mil detalles, en toreo accesorio, bellísimamente dibujado sobre el albero. Las faenas han de ser compactas. Los dichos en el toreo no son inventos; porque en el toreo precisamente todo está inventado. Toreo fundamental, que así se define lo que debe ser el tronco de una faena y en una plaza cono la Maestranza. Después podemos culminarla con detalles plenos de orfebrería torera; pero primero hay que hacer una faena compacta y maciza. A ver si ahora vamos a fundamentar faenas en lo que hacía Curro en las postrimerías de su dilatada carrera, faenas que obligadamente (la edad imperaba) se componían más de unos bellos trazos y muchos adornos torerísimos, que de toreo fundamental. Un torero con la proyección y capacidad de Curro Díaz no puede conformarse con tres derechazos de cuerpo relajado y mil adornos. No. No puede conformarse sólo con eso. Hoy ha tenido la oportunidad de llevarse de calle y definitivamente al público maestrante. Gusta, y mucho, aquí. Se le entiende, pero también se frustra el público sevillano cuando le enseña sólo un poco de lo mucho que puede dar de sí. Allá andaban por las gradas, imaginando un cartel mano a mano Morante-Curro Díaz; para que vea el torero hasta dónde se espera de él en Sevilla. Y por eso mismo no puede conformarse con basar las faenas en detalles muy toreros. Nos fuimos de la plaza con verle más.

     Pepe Moral también ha debido apretar aún más el acelerador. Otra vez ha dejado naturales perfectos, larguísimos. Tiene muñecas templadas, tiene ganas, es sincero y cae bien al personal. Se le quiere y se le respeta. Hay que dar un pasito más. Pero ahí quedaron un puñado de naturales que ya quisieran muchos darlo tan lentos y largos.


LA VOZ DEL ABONADO

La Real Mediocretranza

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

   Otra tarde más que la Sevilla taurina baja su nivel de exigencia y convierte una tarde anodina y pueblerina en triunfos y positivismo donde no lo hay. La influencia del medio-toro de Las Ramblas, los adictos e incondicionales palaciegos venidos en masa en autobús, la pachanguera banda de música y la poca exigencia del palco presidencial, son los ingredientes que tuvo la tarde para degradar a Mediocretranza la plaza de toros de Sevilla.

     Encierro con buena fachada de Las Ramblas. Lo que tenían dentro era más de lo mismo a lo que nos tienen acostumbrados estos taurinos dominantes: animales desclasados, flojos y lo peor que puede decirse de un toro, manejables. Curro Díaz plasmó su estética torera, pero lucir el tipo no es suficiente, hay que ajustar pases y eludir tanto adorno; y eso que ejecutó los mejores muletazos de la tarde.

     Pepe Moral lidió y mató tres toros por cogida de Román. No se puede poner ‘peros’ a su entrega y ganas de agradar. Sus oponentes llegaron a la muleta entregados, andando que no embistiendo y eso no es. Eso es aprovechar la docilidad del toro incompatible con casta y bravura. Su gente le jalea y arranca una oreja a la graciosa presidenta.

     Román tiene un toreo de ataque. Al menos es de agradecer cuando tiene delante el medio-toro de esta tarde. Cuando estaba toreando muy confiado y muy dominador surgió la cornada que le impidió continuar la lidia. Nos quedamos con ganas de ver ese toreo fresco que le hizo triunfar en Madrid y Valencia. Otra vez será.


GALERÍA GRÁFICA (Matito)


LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez)


OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)


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