El Arqueño, la casta de querer ser torero
Aznalcóllar – Corrida de toros, Sábado 28 de Julio de 2007
El diestro gaditano triunfa de forma contundente en su primera corrida de toros tras la alternativa. La faena a su primer toro, rematada de gran estocada, le valió el rabo. José Borrero no pudo dar ni un único muletazo a dos astados parados que se echaron.
Francisco Mateos.- Había que tener mucho valor para ocupar una localidad de tendido bajo un sol de justicia de casi 50º. Mucho valor; casi tanto como los toreros en el ruedo. Enorme bochorno en la placita de Aznalcóllar. Los efectos del terrible día de calor se atisbaban en el horizonte desde la propia plaza, ya que una intensa columna de humo indicaba el incendio que horas antes se había iniciado en la cercana localidad de El Garrobo. Y este calor también condicionó, está claro, el juego de unos astados que acusan la altísima temperatura metidos en unos cajones de transporte desde que son embarcados desde la finca. El peor parado fue el torero local, José Borrero. Sus buenas maneras con el capote en ambos toros de su lote se frustraron en las faenas porque se echaron sin poder dar un único muletazo. En su primero fue literalmente lo que ocurrió. Tras el tercio de banderillas y cuando se disponía Borrero a cumplimentar a la presidencia, el animal de Martín Lorca se echó y ya no hubo forma de levantarlo. En su segundo pasaría algo igual, aunque esta vez lograron levantarlo los banderilleros. Sin embargo, el toro estaba a la defensiva, parado, asfixiado, sin pasar ni una sola vez. Tremenda la mala suerte de José Borrero, no poder dar la tarde de toros que hubiera querido ante sus paisanos. Fue toda una grata sorpresa encontrarnos con la alegría y la enorme ilusión de un gaditano luchador: Manuel Barea 'El Arqueño'. Hace poco más de mes y medio que tomó la alternativa en su localidad natal de Arcos de la Frontera. Al margen de sus cualidades, este Arqueño destaca por la casta, por las ganas de querer ser torero; si no ceja en ese empeño con el mismo ímpetu, algunas puertas se le tienen que abrir. A su primero -el único manejable de la tarde- lo recibió de una larga cambiada en el tercio. Después vinieron unos delantales suaves y templaditos a la altura de la cadera. Siguió muy activo y tras el puyazo hubo un quite rematado con una buena media. Faena templada, con muletazos a media altura para no obligar demasiado al toro de Martín Lorca. Poco a poco fue gustándose más el torero hasta llegar una serie de lentos naturales de muy buena nota. Pero con todo ello, lo mejor fue la estocada final, entrando completamente derecho y atracándose de toro. La espada quedó enterrada hasta las cintas en lo alto y el diestro salió rebotado y enganchado por la chaquetilla. Cortó las dos orejas y el rabo. El útimo de la tarde no fue bueno. Acusó su falta de casta con un embestir cansino y falto de emoción. Manuel estuvo mucho tiempo delante del toro, robándole muletazos, pero el toro apenas transmitía. Rompió plaza Nivaldo Moreira, un rejoneador ecuatoriano de ascendencia portuguesa. Lleva muy pocos festejos en España y se nota. Hubo demasiados golpes a sus cabalgaduras, auenque el jinete siempre quiso hacer las cosas bien. Destacaron algunas banderillas al quiebro y las puestas al violín.
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