La presentación de los carteles del abono sevillano tuvo su momento de tensión cuando Salvador Cortés, que se queda por quinto año consecutivo fuera de la Maestranza, se levantó en el turno de preguntas de los periodistas y le preguntó directamente a Ramón Valencia por qué le faltaba el respeto.
Redacción.-
Durante la presentación de los carteles del abono sevillano ayer martes en la Maestranza, entre los numerosos asistentes que acuden cada año y que no son periodistas, se encontraba en esta ocasión Salvador Cortés. El torero sevillano aguardó sentado la presentación de los carteles y las explicaciones del empresario Ramón Valencia. Durante el turno de preguntas de los periodistas, se levantó y se dirigió a un desconcertado empresario sobre las razones de su reiterada ausencia de la Maestranza durante los últimos cinco años.
Salvador Cortés, con entereza, rabia contenido y lógicamente algo nervioso, dijo que «quiero darle la enhorabuena a todos mis compañeros que están anunciados en el abono, porque se lo merecen y se lo han ganado en la plaza. Pero lo que sí es penoso es que Salvador Cortés tenga que venir aquí -en referencia a la especie de rueda de prensa de presentación de carteles- para poder hablar contigo (con Ramón Valencia). No sé por qué razón, o si es que tienes algo contra mí (dirigiéndose al empresario sevillano), si es algo personal, o simplemente es falta de respeto, que es lo que siento».
El torero sevillano explicó delante de todos mientras un absorto Ramón Valencia aguantaba el tipo como podía que «en los últimos cuatro o cinco años te he llamado unas treinta o cuarenta veces y no he tenido respuesta… Cuando te llamo, no te llama un chaval cualquiera que todavía no haya hecho nada no sólo aquí, sino en el toreo. He estado para todo aquí (en referencia a que siempre ha estado dispuesto cuando la empresa ha recurrido a él para ‘salvar’ algunas fechas ‘malas’). Creo que casi todas las tardes han pasado cosas cuando he toreado, con triunfos fuertes y otros menos fuertes; habrá habido alguna tarde mala, como nos pasa a cualquier torero. Por todo esto me duele mucho tener que recurrir a venir aquí hoy, en la presentación de los carteles, para poder hablar contigo. Me siento maltratado y me estás faltando el respeto».
Salvador Cortés señaló algunos detalles de las veces y muchas horas que ha estado esperando para hablar con el empresario. «Creo que tener a un torero desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde esperando en el ‘bar Taquilla’ (frente a la puerta de las oficinas de la plaza), diciéndole a tus empleados que estoy aquí, en la plaza, y que no tengas el detalle de decirme que pase a la oficina a escucharme…. Estamos hablando de Salvador Cortés, un torero que se ha jugado la vida en esta plaza, que ha salido a hombros en los últimos años más tardes que nadie, y que no pide nada del otro mundo; tan sólo torear en Sevilla. Llevo desde el año 2012 sin torear en esta plaza. Ese fue el único año que no he cortado orejas en Sevilla. Ese castigo no sé a qué viene. No pido que quites a nadie, porque repito todos se lo merecen, pero yo también. Esa falta de respeto suya hacia mí, de no hablarme, de no cogerme ni siquiera el teléfono, ¿se debe a algo?».
Ramón Valencia, visiblemente contrariado, molesto y sorprendido, respondió a la pregunta aclarando que «yo en el mundo de los toros me comporto de forma educada y respetuosa, y le cojo el teléfono a todo el mundo que tenga algo que decirme. Y eso no lo digo yo, sino que es algo notorio en el mundo del toro. Es decir, que no estoy descubriendo nada nuevo. Y usted dice algo muy importante: que todo el que está anunciado este año se lo merece».
En verdad es una pena ke ciertos toreros como son cortes y M.A,delgado se keden fuera de sevilla porke se li an ganado y no se acuerdan de ellos.la prensa tiene mucha culpa de ello porke no son capaz de ir contra las empresas,una pena
Es probable que lo que menciona D. Ramón sea cierto y están gran parte de los que deben. Además ,su empresa se juega y no creo que «tire piedras contra su propio tejado». Pero Cortes merece otra oportunidad. Porque en los «debe» de una empresa están los «haberes» de los toreros que han aportado a esa «cuenta de resultados». Lamentablemente, la «torpeza» de las formas de Cortes puede ser que le pase factura en las relaciones con El Empresario y le quite razon a los ojos de algunos. Desde aquí le deseo éxito, todo el del mundo y mejor tino en la comunicación pública, pues lo suyo, está claro, es torear y a con eso hablara más alto y claro que con su voz. No pierda esperanza ni tesón. Clave de todo en la vida. Si la «pieza» no encaja dele la vuelta al tablero, D. Salvador.