REAL MAESTRANZA - 11ª Feria de Abril

Enloqueció la Maestranza y se sensibilizó Sevilla

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Ureña y Escribano.
Ureña y Escribano.

El diestro sevillano Manuel Escribano entra en la historia de la Maestranza al indultar a un excelente toro de Victorino Martín, que embistió incansable en la muleta del torero de Gerena. Paco Ureña derrocha clase y elegancia, cortando dos orejas a su primer astado. Sólo dos tercios de plaza en plenos farolillos.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Victorino Martín, encastados en general. Feo de hechuras y sin calidad el primero; humilló con complicada embestida el segundo; con fijeza y noble acometida el tercero; muy bravo el cuarto (indultado); noble y sin molestar el quinto; de sosa embestida el sexto.

ESPADAS: Manuel Escribano (de nazareno y azabache), silencio tras aviso y dos orejas simbólicas.

-Morenito de Aranda (de berenjena y oro), silencio tras aviso y silencio.
Paco Ureña (de rosa y oro), dos orejas y palmas.
 
INCIDENCIAS: Dos tercios de plaza. El cuarto toro, ‘Cobradiezmos’, marcado con el número 57, cárdeno, de 562 kilos, ha sido indultado.

 

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El cuarto toro de Victorino, indultado, arrastra por el albero el hocico y el pitín derecho.
El cuarto toro de Victorino, indultado, arrastra por el albero el hocico y el pitín derecho.

  

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AL NATURAL
(En breve)

Francisco Mateos
DIEZ GANANDO UN PASO
Los renglones derechos del toreo

Javier García Baquero
LA VOZ DEL ABONADO
Tardes de gloria

Unión Taurina de Abonados de Sevilla
LA CORRIDA, AL COMPÁS
De un bravo sin parangón

Fernando Naranjo
LA PINCELADA
Pérez Indiano

 

.
Manuel Viera.-

     Hay toreros y toros que quedan indisolublemente asociados en el recuerdo de una tarde de toros. Manuel Escribano y ‘Cobradiezmos’, el cuarto toro de Victorino Martín indultado a petición del público, han logrado enloquecer de gozo a una gente, no sólo por las sorprendentes embestidas del cárdeno y el buen toreo del sevillano, sino también por la bravura encastada de uno y la sapiencia del otro para potenciar tan extraordinaria excelencia. Todo un lujo para disfrutar. Un auténtico regalo para la vista y los sentidos que sumió a los tendidos en un universo de emociones tan fascinante como único.

     Sucedió en la Maestranza, veinticuatro horas después de una debacle ganadera. De ahí, quizás, el despertar emocional de una gente que no dudó en solicitar el perdón para un toro bravo. Manuel y el ‘victorino’ se encontraron para seguir haciendo juntos historia viva del toreo.

     Y así, ante la bravura deseada y soñada, Escribano manifestó su tauromaquia con un toreo de mano baja, lento y ligado que en algunos momentos alcanzó categoría suprema. Sea como fuere, esta forma de mandar en la excepcional embestida del toro, cuyos pitones araban el albero, mientras el hocico lo acariciaba, hizo extasiar de gozo hasta los espíritus menos sensibles. Enloqueció la Maestranza y se sensibilizó Sevilla con un toro, muy bravo en las telas, aunque con el escaso matiz de escarbar, antes de ir presto y largo al caballo.

     Escribano hizo el toreo a derecha e izquierda de forma sentida y apasionada ante las incansables acometidas de ‘Cobradiezmos’. El indulto estaba en sus manos desde el instante que prolongó su obra tras el revolotear de los primeros pañuelos en los tendidos, y él, decidido a conseguirlo, mostró su mejor tauromaquia con la misma ‘bravura’ con la que el toro de Victorino Martín mostró la suya. Una colección de lentos naturales, hondos, hilvanados y rematados con excelentes pases de pecho, epilogaron la obra, y la plaza en pie pidió larga vida para el toro que, cien veces más le hubiese citado, cien veces más hubiese acudido en busca de la tela con brava nobleza y extraordinaria fijeza.

     Con el toro de Victorino siempre se espera el vigor de la emoción. Casi nunca se duda del sentido auténtico de la bravura. Con él crece convenientemente el gozo tras la acometida. En la estela de la casta se movió la corrida; sólo el primero, feo de hechuras y sin calidad en sus embestidas, y el sexto, de manifiesta sosería, desentonaron del notable juego del conjunto de la corrida.

     Fue con este primero con el que Escribano quiso, pero no pudo, hilvanar faena, Muletazos con ambas manos dibujando el trazo pero escasos de contenido. Tras matar mal fue silenciado.

     Paco Ureña encontró en la embestida del tercero, otro buen toro de notable fijeza y humillada embestida, terreno propicio para forjar una faena densa, concisa y emocionante, aunque con pasajes de intermitencia con la izquierda. Con una sugerente mezcla de torería y naturalidad, el murciano realizó un toreo pretendidamente sencillo en su concepto pero lleno de intencionada calidad. Conmovedor, a veces, e impecable en cada unos de los lentos naturales, transmitió con verdad y transparencia una tauromaquia que de inmediato provocó el gozo en la gente. Excelsos derechazos, enormes naturales, excepcionales pases de pechos e ingeniosos remates. Ritmo, cadencia y expresividad. Faena con resultado atractivo y convincente. La estocada resultó caída y pese a ello le pidieron las dos orejas que el palco concedió. Frío y poco ambicioso, no consiguió elevar el tono de la faena con la sosa embestida del sexto. Mató mal y le ovacionaron en la despedida.

     Morenito de Aranda desaprovechó la oportunidad que le brindaron dos buenos toros. Ni con el encastado segundo, ni con el noble quinto, de fija y humillada acometida, logró convencer. Estuvo pesadísimo con su primero y no se entendió con su segundo.

     Desbordantes los límites del gozo, tras el indulto de un toro bravo, en esta bonita historia en Sevilla que ya es historia de una tarde de Feria de Abril en la Maestranza.


AL NATURAL

(En breve)

Francisco Mateos.-

     …

 


 

DIEZ GANANDO UN PASO

Los renglones derechos del toreo

Javier García Baquero.-

  1. Dios escribe derecho con renglones torcidos, En la tarde de los ‘victorinos’, con baile de corrales, suspicacias con los grises, en una semana de farolillos cuesta abajo, el hijo del cateto de Galapagar echó una corrida con tres toros de muy alta nota. Que Victorino, el ganadero de Madrid, salve la Feria de Sevilla no deja de ser un renglón torcido de mucho arte.
  2. Dicen los ganaderos viejos que todos los indultos empiezan por un error, «el criador no debe arriesgar que la mejor genética brava muera en la plaza». Al final se enderezan los renglones y ‘Cobradiezmos’, el cuarto de la tarde lidiado por Escribano, se va para Las Tiesas.
  3. ¿Qué les hable de ‘Cobradiezmos’? Guapo en sevillano, con celo de salida tras la portagayola, bravo en el caballo, repetidor en la muleta, humillando, largo y con duración ¿Indulto justo? Indulto unánime y eso es indulto justo, sin renglones torcidos. Me lo dijo Borja Domecq en la Puerta del Príncipe: «Ha sido un toro grandioso dentro de una corrida excelente».
  4. El indulto es un premio a muchas cosas. El premio es a una dinastía ganadera especial, a una forma de entender el toro, a una dedicación a ‘toro total’ del veterinario, antiguo novillero y excelente ganadero, hijo del viejo y admirado precursor del tinglado. Los renglones torcidos no nos dejaron ver al cateto listo en la plaza de Sevilla. Su sonrisa sería justa.
  5. Nos dice el ganadero que el toro vuelve a Extremadura para padrear. Una parte del favor se lo debe a ‘Galapaguero’, un tercero lidiado por Ureña y para el que se pidió la vuelta al ruedo no concedida y que hubiera sido justa; otra vez renglones derechos de torcido desarrollo.
  6. Tarde de grandes picadores. Se ovaciona a un picador por no caer de la montura y casi no se canta el perfecto trabajo del que pica arriba sin rectificar en dos ocasiones y castigando lo justo. Sólo ese tendido del 8, tan especial, supo escribir derecho el renglón torcido y honrar a Vicente González en el tercero y a Chicharito en el indultado.
  7. En la tarde de ayer un camión se llevaba tres toros de los que Victorino había reseñado para Sevilla desde hace casi un año. Trajo el mismo camión tres toros elegidos al relance, me dice el ganadero que «más chicos y menos guapos». Dios lo arregló y el comportamiento de tres ‘saltillos’ salvó al ganadero, la tarde y a ver si no la Feria. Por debajo de cara el primero, el resto ‘victorinos’ muy sevillanos.
  8. Algún listo, hablo por el que firma, dijo que Pagés se portó mal con un torero como Escribano al darle sitio sólo en las dos corridas ‘duras’ de la Feria. Otra vez el desfazedor de entuertos vino a arreglar el asunto y le arregla la temporada, que ya estaba encarrilada, al ‘bicho’ de Gerena. Generoso, torero y firme Escribano ante el cárdeno, algo de culpa tiene en el indulto.
  9. A lo mejor cuando se portó mal, la empresa de la calle Adriano fue el año que acarteló a Escribano el Domingo de Resurrección en mano a mano y las tres tardes más. Escribir torcido con renglones derechos es cosa del demonio. Que conste que nadie pidió el rabo, nadie le birló la Puerta del Príncipe.
  10. Ureña ha dejado los mejores muletazos de la tarde y de la Feria (un derechazo aún no ha acabado) sobre el albero alisado de la Maestranza; se nota tela desde una barrera. El muy gateador tercero se lo permitió y el murciano lo aprovechó con buen toreo. Los renglones torcidos del sorteo se lo impidieron: el sexto no tuvo un pase, y mira que lo intentó hasta el susto.
  11. Y hoy, una de regalo por el indulto: a los que se quedaron en la Feria (primer día sin agua), a los que lo vieron por el plus, a los aficionados que tuvieron pereza tras los últimos días, a los que echaron cuenta a su legitima/o, sólo decirles que en el pecado llevan la penitencia. Vivir la historia en la plaza de toros de Sevilla es privilegio de apenas dos tercios de aforo. Mañana muchos dirán que estuvieron. Me he quedado con las caras, caras de alegría y orgullos toreros.

 


 

LA VOZ DEL ABONADO

Tardes de gloria

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

     Decía un viejo aficionado a la salida de la plaza que a este presidente, taurinamente hablando, habría que llamarle ‘Don Excesivo’, y no le falta razón. Este novel e inexperto presidente, criado desde las aguas bautismales entre taurinos y recriado en un curso que supuestamente lo habilita, debió sacar nota alta en la asignatura «Antes los taurinos y el público, que la excelencia» y tanto esta tarde como la anterior puso en práctica sus conocimientos. Así que ya conocemos cuales son sus líneas rojas, que ahora se lleva mucho. Si el toro es inválido, no lo echa, si no se derrumba por completo. Considera un toro con trapío a los desarmónicos ‘victorinos’, que presentaban un volumen rematado, pero una carita de plaza de tercera. Concede la segunda oreja a Ureña por una faena irregular y para rematar indulta un toro bueno, pero de vuelta al ruedo. Tomen nota los taurinos. Tienen a su disposición a un ‘presi’ bizcochable.

     Destacar en el festejo a Paco Ureña en el tercero de la tarde por su labor en la muleta con la mano derecha con muletazos sentidos y templados. Lo intenta con la izquierda, pero no puede domeñar ese pitón que presentaba más problemas. Desiste por ese pitón y la faena sigue bajando de tono con muletazos aislados, falta de ligazón. Mató bien y dos orejas demasiado generosas.

     Morenito de Aranda, con dos toros típicos ‘victorinos’, que presentaban dificultades, cara alta, medias embestidas, tobilleros en ocasiones, no supo o pudo resolves estas dificultades. Abundaron los desarmes y las distancias nunca fueron las adecuadas.

     Escribano, en su línea. Entregado al máximo, honrado cien por cien. En su primer flojo y medio inválido toro, hubo de presentarle la muleta a media altura para mantenerlo en pie, sobresaliendo algunos derechazos sueltos. El cuarto de la tarde, de nombre ‘Cobradiezmos’, ya de salida anunciaba su buena condición, movilidad, hocico al suelo, nobleza, prontitud, buen primer puyazo y el segundo solamente recibió medio castigo. En la muleta muestra nobleza por ambos pitones, embistiendo al principio con transmisión para ir poco a poco decayendo en su acometividad, pero el delirio en la masa estaba ya provocado y el indulto no tardó en llegar.

Lo dicho, que este inexperto presidente nos dará muchas tardes de gloria

 


 

LA CORRIDA, AL COMPÁS

De un bravo sin parangón

Fernando Naranjo.-

Hoy no hablaremos del sol
ni el azahar de Sevilla.
Hoy hubo otras maravillas;
como bravura y buen son
y este loco corazón
quisiera estar a la altura.
No en arte y magistratura
por ser difícil tal cosa,
mas de manera juiciosa
dejaré mi partitura.

No fue un problema social
embarcar a ‘Cobradiezmos’
¿Cómo al Psoe o Podemos,
que nos la piensan jugar?
‘Cobradiezmos’ fue legal
e hizo sacar los colores
a los presentes criadores
sin sentirse allí acharados
tras el callejón varados;
tomen nota los señores.

Un toro así es un problema;
pues no se sabe qué hacer
¿Cuántos recursos tener
y validar un teorema
de clase especial? Qué pena;
a mí me supo a muy poco
ver en ‘allegro-non troppo’
a un bravo sin parangón;
aventó tanta emoción
que hasta el verso volvió loco.

 

Y al bueno de Gerena también,
tan elegante vestido;
mas se llevó un descosido
al confundirse de andén.
Su tarde fue un ‘ten con ten’,
pues pesó mucho aquel toro;
y no exento de decoro,
por la curia maestrante
obtuvo premio al instante
y entró en la gloria a su modo.

El Morenito de Aranda
quizás no tuvo buen lote;
mas él anduvo machote
con lo de aquella zaranda.
Sin atisbar zarabanda
no dejó su sello impreso.
¿Ni sé yo si a su regreso
Sevilla lo quiera ver?
Sevilla con su querer
nos deja a tos patitieso.

No así el mocito de Lorca,
tan firme y embraguetao.
¡Qué compás más bien timbrao!
Y qué gusto cuanto toca,
cuando al arte nos invoca
destilando la pureza
ante enrazada fiereza
armada con dos pitones.
Él somete a sus razones
con la quietud por guapeza.


LA PINCELADA (Pérez Indiano)

 

Autor del apunte: José Tomás Pérez Indiano. 

En la noche cabeza negra pena,
que en dos furias se encuentra rematada,
donde suena un rumor de sangre airada
y hay un oscuro llanto que no suena.

 


GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es)

Manuel Escribano.

Manuel Escribano.

Manuel Escribano.

Manuel Escribano.

Manuel Escribano.

Victorino Martín y Escribano.

Morenito de Aranda.

Morenito de Aranda.

Paco Ureña.

Paco Ureña. Paco Ureña. Ureña y Escribano.

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

Las gorrillas de los areneros,

Fatolillos y grandes claros...

Picador en apuros,

El primer toro le rompió el vestido a Escribano.

Manuel Escribano, a la puerta de toriles.

Morenito de Aranda, también a portagayola.

Escribano, clavando un par por los adentros al cuarto. Ureña se abraza al banderillero David Domínguez. El abrazo entre Manuel Escribano y Victorino Martín.
El pañuelo naranja del indulto al cuarto toro. Las dos orejas simbólicas para Manuel Escribano. 'Cobradiezmos' regresa a los corrales tras ser indultado.

 

 


LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez)

Primer toro.

Segundo toro.

Tercer toro.

Cuarto toro.

Quinto toro.

Sexto toro.

 

 


 

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