Los abonados alertan sobre los tendidos de sol

Denuncian dejadez de la Junta de Andalucía sobre la seguridad en la Maestranza

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Actuales obras en los tejadillos de los palcos maestrantes, pero sin acometerse las obras de obligada adecuación de seguridad en los tendidos de sol. (FOTO: Javier Martínez)
Actuales obras en los tejadillos de los palcos maestrantes, pero sin acometerse las obras de obligada adecuación de seguridad en los tendidos de sol. (FOTO: Javier Martínez)

La Unión de Abonados lleva seis años reclamando la adecuación de los tendidos de sol de la Maestranza a lo dispuesto en el Reglamento Taurino de Andalucía sobre seguridad y pasillos, sin que ni los maestrante sin la propia Junta de Andalucía cumplan esta obligación. Denuncian que la Junta incluso ha desobedecido una Resolución del Defensor del Pueblo Andaluz que respalda a los abonados.

Redacción.-

     La Unión Taurina de Abonados y Aficionados de Sevilla (Utaa-Sevilla) ha vuelto a denunciar, una vez más, la falta de celo de la Junta de Andalucía en cuanto a las exigencias de seguridad en la Real Maestranza de Sevilla. En un comunicado remitido por los representantes de lo abonados sevillanos a SEVILLA TAURINA exponen que «el aficionado encuentra en la prensa independiente de los poderes fácticos y públicos una noticia que le llena de indignación», en referencia a la información publicada por SEVILLA TAURINA el 27 de noviembre: Demolición en la Maestranza.

     Los abonados exponen de esta forma su sorpresa e indignación ante la priorización de unas nuevas e importantes obras que durarán varios inviernos en distintas fases sobre los tejadillos de las gradas altas (no han sido explicados en qué consisten y el motivo de esta obra), y sin embargo sigue sin acometerse las necesarias y obligatorias obras para dotar de escaleras verticales y horizontales los tendidos de sol, que incumplen el actual Reglamento Taurino y suponen (además de una enorme incomodidad para los espectadores) un posible peligro en situaciones de desalojo forzoso.

     Los abonados explican que «los propietarios de la plaza de Sevilla ejecutan obras sobre la techumbre de las gradas en las cuales ellos se ubican. Una vez más y a pesar de estar en el siglo XXI donde nuestro sistema político, teóricamente, legisla igualdad para todos los ciudadanos, en la plaza de Sevilla vemos que la casta dominante en la política se pone de parte de los poderosos. Desde hace varios años, Utaa-Sevilla viene reivindicando modificar los tendidos de sol de la plaza por ser ilegales con su actual estructura».

     Los abonados incluso tienen una Resolución favorable del Defensor del Pueblo Andaluz, que ha sido desobedecida por la Junta de Andalucía. «Ni empresa, ni propiedad nunca hicieron caso a esta justa y legal reivindicación. Incluso el Defensor del Pueblo Andaluz dio la razón a nuestra protesta. La Junta de Andalucía arrojó su Resolución a la papelera».

     El comunicado continúa explicando sobre las actuales obras que «ahora, una vez más, los maestrantes gastan su dinero para beneficiarse ellos y olvidan a quienes mantienen la plaza, los abonados y aficionados, quienes para acceder a sus localidades tienen que realizar verdaderos esfuerzos físicos y valerse por sí mismos ante las dificultades arquitectónicas que presentan los tendidos de sol, y cuya modificación importan un comino a la propiedad de la plaza y a la autoridad garante de cumplir la ley. Y todo ello con el riesgo latente de avalanchas y que cualquier tarde haya necesidad de evacuar de manera urgente esos tendidos por cualquier tipo de amenaza de pánico o terrorista, con las escasas escaleras existentes de acceso y evacuación».

Incumplimiento del Reglamento Taurino de Andalucía

     Según explica la Unión de Abonados de Sevilla en su comunicado, «el Decreto 68/2006 de 21 de marzo aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía. En su disposición transitoria primera (Adaptación de plazas de toros permanentes), dice el párrafo 2: Las plazas permanentes deberán adaptarse a las condiciones que en el mismo se establece en un plazo de cinco años. Cuando la adaptación plena no fuera posible por motivos estructurales o por tratarse de plazas consideradas de carácter historico por tener una antigüedad superior a cincuenta años, se podrán admitir soluciones diferentes cuando se justifique técnica y documentalmente, tanto la imposiblidad de adopción de las medidas establecidas en el referido Reglamento como la idoneidad de las alternativas propuestas, siempre que quede garantizada la seguridad de los espectadores».

     Los abonados señalan en su sólida argumentación que «desde la entrada en vigor del Reglamento Taurino andaluz, en la plaza de Sevilla se han realizado modificaciones en sus estructuras: obras para cambio de ubicación de la enfermería, apertura de un nuevo y gran acceso al ruedo (puerta de despeje), obras para modificar y mejorar las gradas, obras actuales en parte de los tejadillos de las gradas pares de sombra,…»

     La Unión de Abonados denuncia que pese a todas estas obras, «las únicas obras obligatorias que con arreglo al Reglamento no se ejecutan son las que afectan a aficionados de segunda, ya que el artículo 4.3 dice textualmente que las plazas deberán reunir las condiciones técnicas para garantizar la seguridad de las personas y bienes, particularmente en cuanto a las condiciones de solidez de las estructuras y funcionamiento de las mismas, accesos y salidas de evacuación, las medidas de prevención y protección contra incendios y otros riesgos colectivos, eliminación de barrerras arquitectónicas».

     Explican que «la Junta de Andalucía no cumple con su obligación de hacer cumplir este apartado del Reglamento». En este sentido, los abonados sevillanos vuelven a solicitar a la Junta de Andalucía la aplicación del Real Decreto 2816/82 de 27 de agosto, que textualmente indica que «los pasos centrales o intermedios serán cuando menos de 1,20 metros de ancho y entre dos pasos el número de asientos de cada fila no podrá ser mayor de 18, y además por cada 12 filas deberá existir un paso con el ancho señalado en el párrafo 2».

     Los abonados, por último, concluyen que «sería responsabilidad de la empresa y de la Delegación de la Junta de Andalucía (como garante de la seguridad de los espectadores y de la aplicación de la Ley) si, ojalá no ocurra, suceda alguna avalancha que produzca efectos no deseables».


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