REAL MAESTRANZA - Novillada con picadores

Actitud y valor de tres que quieren y pueden

0
1978

El novillero onubense David de Miranda, respaldado por muchos partidarios, ha cortado una oreja en la última novillada de abono en la Maestranza. Los debutantes Curro Durán y Alejandro Fermín, vuelta al ruedo. Decepcionó la novillada de Rocío de la Cámara, con la nobleza de la mansedumbre y un fondo de descastamiento.

LA FICHA

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de Rocío de la Cámara; quinto y sexto con el otro hierro familiar de Cortijo de la Sierra. Desiguales de presencia, mansos, nobles y descastados.

NOVILLEROS: -David de Miranda (de grana y oro), saludos y una oreja.

-Curro Durán (de verde y oro), silencio tras aviso y vuelta al ruedo.
Alejandro Fermín (de rosa palo y plata), vuelta al ruedo y silencio tras aviso.
 
INCIDENCIAS: Un tercio de plaza. Última novillada de abono.

 

CLICK PARA IR A LAS IMÁGENES
GALERÍA GRÁFICA
Javier Martínez
OTRAS IMÁGENES
Javier Martínez
LOS NOVILLOS, UNO A UNO
Javier Martínez
VIDEO DE LA NOVILLADA

 

CLICK PARA DEJAR SU OPINIÓN

 

Curro Durán, vuelta en el quinto. (FOTO: Javier Martínez)

Alejandro Fermín, vuelta en el tercero. (FOTO: Javier Martínez)

 

CLICK PARA IR A LOS ARTÍCULOS
AL NATURAL
Absurdo e inaceptable

Francisco Mateos

 


Manuel Viera.-

     Fueron animales sin fuelle, sin no más de tres o cuatro nobles acometidas en las que la bravura pareció desintegrada, desaparecida, para convertirse en la sosería que aburre y desespera. Así fue el comportamiento en el ruedo de los utreros de Rocío de la Cámara. Animales nobles, e incluso con demostrada calidad en sus escasas embestidas, desfondados y, por ende, parados a mitad de faena. No obstante, la desesperante falta de casta y la anodina sosería fue suplida por la actitud de tres que quieren y pueden. Valor, ganas y escasas gotas de toreo en sus diferentes conceptos que mantuvieron el interés de la tarde.

     La calidad del soso primero no logró ocultar su falta de fondo. Pese a ello, David de Miranda lo toreó despacio con el capote para hacerlo después, de igual manera, en una faena de muleta marcada por el temple de los aislados muletazos diestros y el buen trazo del natural. Detalles de un trasteo discontinuo y poco emotivo por las características del soso novillo de Rocío de la Cámara. Acortó las distancias al final en un vano intento por agradar. Tras la estocada saludó una ovación.

     No sin esfuerzo agotó, con el flojo y descastado cuarto, todas las posibilidades de triunfo exhibiendo buena técnica y enorme valor. Hizo un toreo sensiblemente breve marcado por notables muletazos diestros y algún que otro despacioso natural con ritmo y cadencia. No fue faena hilvanada ni, incluso, la que pedía el complejo comportamiento del novillo, pero sí con ingredientes, como el valor y el temple, administrados, eso sí, en su justa medida. Estocada y oreja, pedida con insistencia por su legión de paisanos onubenses.

     Hubo momentos en los que su toreo mostró una notable transparencia en las formas clásicas de su concepto. Al debutante Curro Durán no le pesó la tarde, e incluso aparentó tranquilidad y claridad de ideas durante la lidia. La faena al quinto, el novillo de mejor calidad de la función, tuvo momentos vivaces y emotivos. Con un farol de rodillas lo recibió a portagayola y, muy quieto, lo esperó en los medios para prologar con el pase cambiado por la espalda una faena concisa y emotiva con una sugerente mezcla de valor y ambición. Aunque sólo la derecha apareció dispuesta a romper la hegemonía de un trasteo que, apelando del más al menos, consiguió despojar de artificios innecesarios. Un interesante y emotivo toreo que no supo firmar con la necesaria y contundente estocada. Tras la merecida ovación le sobró la vuelta al ruedo.

     Al segundo le faltó fondo, como a todos. El utrerano anduvo despejado y firme con el novillo de su presentación. Lo entendió a la perfección e incluso nos permitió disfrutar de matices de un toreo vigoroso y de buen gusto en el sutil natural. Todo, eso sí, sin la emoción de la casta. Acertó con la espada, pero se le atascó el descabello.

     El también debutante Alejandro Fermín fue sorprendiendo de forma puntual por la propia singularidad de unas formas con las que mostró valor y coherencia en un toreo expresivo y de buen trazo. Un toreo que tenía el interés de lo desconocido y al que, a la vez, se le suma valores como la demostrada valentía, la pulcritud del muletazo diestro y el encanto del natural. A la faena al tercero, manso y parado, le faltó la ligazón, pero sí tuvo ingredientes que fueron ejemplos de su visión de la lidia. Tras la estocada, la vuelta al ruedo pareció excesiva. Con el descastado sexto, sin clase ni recorrido, poco más pudo hacer que echarle voluntad por agradar.


AL NATURAL

Absurdo e inaceptable

Francisco Mateos.-

     Paseaba el albero sevillano el utrerano Curro Durán en la vuelta al ruedo en el quinto cuando un grupo de chavales veinteañeros de su pueblo, amigos del juvenil torero, que habían decidido romper con sus rutinas dominicales habituales y pasar calor en Sevilla, además de pagar un dinerito por la entrada, abrió una pequeña pancarta en la que supongo que se leería algo así como «Utrera está contigo», o similar. Digo que el grupo abrió la pequeña tela desde el balconcillo que ocupaban porque el resto del festejo estuvo doblada y guardada. Con ello querían saludar y llamar la atención de su torero para que les viera desde abajo y les saludara con un guiño. En fin, un acto terrorista de especial peligrosidad para los asistentes al festejo…

     Raudo y veloz, uno de los securatas del empresario Ramón Valencia subió a saltos por el vacío tendido y de un tirón les quitó la pequeña tela que con tanta ilusión habían rotulado el día anterior y se la llevó confiscada… Será como prueba palpable de tan siniestro arma homicida. Como al bajar el securata se colocó cerca de mi posición, y es en la misma zona que hace una semana y pico también quitó una bandera peruana a un compatriota que saludaba a Joaquín Galdós en otra vuelta al ruedo, o incluso una bandera de Guatemala de un turista que estaba de dominguero por Sevilla, no pude contenerme y le repliqué. La conversación duró poco por la incongruencia de los argumentos, y no estoy ya para conversación absurda:

-Es absurdo, tío. Absurdo e inaceptable. Un grupo de chavales que han querido saludar a su amigo torero… O hace un par de semanas, cuando un peruano saludaba a su compatriota Galdós o Roca Rey sosteniendo entre sus manos una bandera peruana…

-Pero está pohibido; lea el Reglamento…

-¿Prohibido? No, para nada. Soy periodista y aficionado, y claro que me lo he leído,… multitud de veces, y no dice nada de nada de lo que comentas. No hay mensajes xenófobos e insultantes en la pequeña pancarta… No es verdad, no está prohibido: ni en el Reglamento ni en ninguna otra norma; faltaría más.

-Yo cumplo órdenes, y no se puede. Además, estamos en una plaza de primera…

-Sí, de primera… ¡de primera categoría en tontadas y chorradas! ¿Qué tiene que ver que sea de primera, por favor? Y sí, lleva usted razón que le dan esas órdenes. Se la dan su jefe Ramón Valencia, por mediación de los señoritos aquellos del palco de allí arriba -le señalo el palco maestrantes-; aquellos nueve señoritos maestrantes, más un camarero, que usan vasos de cristal en un espectáculo público, que eso sí que está prohibido y no os atrevéis a subir y confiscarles sus prohibidos vasos de cristal. Sólo os atrevéis, por órden de Ramón Valencia, a quitarle pancartas a la chavalería y las banderas a los peruanos…

-Lleva razón, no se pueden usar vasos de cristal,… pero es que aquellos son los maestrantes, los dueños de la plaza…

     Y claro, ante estos argumentos ya no seguí la conversación. Así de absurdo e inaceptable. Y así de permisiva la Junta de Andalucía de Susana Díaz: ciudadanos de primera y de segunda. Un grupo de chavales veinteañeros de Utrera, amigos del debutante Curro Durán, que deciden hacer un esfuerzo e ir a verle torear en Sevilla y se ilusionan con escribirle un mensaje de saludo en una pequeña tela, que la despliegan sólo cuando pasa por debajo de ellos, que tienen que pagarse una entrada con sus recortados recursos… y va un securata de Ramón Valencia y les jode el invento. Como si fueran peligrosos terroristas, como si tuvieran entre sus manos armas homicidas, inventándose que está prohibido.. Pues ya no les digo que les pasaría a cualquier grupo de aficionado que, con argumentos sobrados, exhibieran entre toro y toro en algún tendido una pancata que dijera algo así como «Valencia y maestrantes, cambio ¡ya!». Los sacaban a hostias de la plaza y los mandaban a Guantánamo con grilletes en manos y pies; por lo menos. Mientras, los maestrantes seguían bebiendo en vasos de cristal…

 

 


GALERÍA GRÁFICA (Javier Martínez)

David de Miranda.

David de Miranda.

David de Miranda.

David de Miranda.

David de Miranda.

David de Miranda.

Curro Durán.

Curro Durán.

Curro Durán.

Curro Durán.

Curro Durán.

Curro Durán.

Curro Durán. Curro Durán. Curro Durán.
Curro Durán. Curro Durán. Curro Durán.
Alejandro Fermín. Alejandro Fermín. Alejandro Fermín.
Alejandro Fermín. Alejandro Fermín. Alejandro Fermín.
Alejandro Fermín. Alejandro Fermín. Alejandro Fermín.

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

Otra vez una pobre entrada en la Maestranza para ser una novillada de abono.

Hoy, ni Canorea ni Ramón Valencia; ¿será César 'Moranco' (a la izquierda) el heredero?

Curro Javier, Tomás Campuzano y Curro Durán, pendientes de la lidia.

¿Carmen la cigarrera, en versión del siglo XXI?

Nuesro compañero Manuel Viera, junto a su hijo, tomando notas.

Por no venir, ya no vienen a la plaza ni los veterinarios.

Nueve maestrantes (sí, nueve; sólo nueve) y un exclusivo camarero. Varas preparadas en la Maestranza para la suerte de picar. Bueno, una imagen que nos devuelve un poco de ilusión.

Un selfie taurino de recuerdo desde la Maestranza.

La ganadera Rocío de la Cámara vio el festejo desde chiqueros.


 

LOS NOVILLOS, UNO A UNO (J. Martínez)

El primero, con el hierro de Rocío de la Cámara.

El segundo, con el hierro de Rocío de la Cámara.

El tercero, con el hierro de Rocío de la Cámara.

El cuarto, con el hierro de Rocío de la Cámara.

El quinto, con el hierro de Cortijo de la Sierra.

El sexto, con el hierro de Cortijo de la Sierra.


 

Dejar respuesta

once − 3 =