Jorge Buendía, en situación de indefensión

La Junta, cinco días después del escándalo de Cantillana, aún ni ha contactado con el desprotegido empresario

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El delegado de la Junta, Juan Carlos Raffo, ayer miércoles en el burladero de la Junta en la Maestranza, aún no ha contactado cinco días después con el empresario de Cantillana. (FOTO: Javier Martínez)
El delegado de la Junta, Juan Carlos Raffo, ayer miércoles en el burladero de la Junta en la Maestranza, aún no ha contactado cinco días después con el empresario de Cantillana. (FOTO: Javier Martínez)

Han pasado cinco días desde que el festival de Cantillana no se pudiera celebrar por ausencia de delegado gubernativo, un grave error que la Subdelegación del Gobierno achaca exclusivamente a un incumplimiento de la Delegación de la Junta de Andalucía en Sevilla en el plazo de la comunicación de la autorización del festejo. Su delegado, Juan Carlos Raffo, ni tan siquiera ha contactado con el empresario, que ha soportado unos gastos de 13.000 euros.

Francisco Mateos.-

     Ya han pasado cinco días desde el escándalo vivido en la plaza de toros de Cantillana el pasado sábado, cuando el festival anunciado y autorizado por la Delegación de la Junta de Andalucía, cuyo máximo responsable es Juan Carlos Raffo, no se pudo celebrar debido a la falta de delegado gubernativo. Como ha publicado SEVILLA TAURINA estos días, la Subdelegación del Gobierno central tiene muy claro que la culpa y responsabilidad recae en el delegado Juan Carlos Raffo y su Delegación en Sevilla, ya que no cumplió los plazos de comunicación de la autorización del festejo.

     El empresario del festival es el onubense Jorge Buendía, que tenía el pasado sábado en sus manos un documento firmado por la Delegación de la Junta de Andalucía en Sevilla autorizándole a la celebración del festival. Al no poderse celebrar el festival por culpa de la ausencia de la autoridad que precisamente se lo autorizó, el desprotegido empresario ha tenido que hacer frente a una serie de gastos que ascienden a unos 13.000 euros, y que son imputables a un error de la propia Junta de Andalucía y no a una gestión suya.

     Al margen de reclamar esos gastos originados por causas externas al empresario, según ha podido conocer SEVILLA TAURINA, cinco días después del escándalo el delegado de la Junta de Andalucía, Juan Carlos Raffo ni  nadie de su equipo ni tan siquiera se ha preocupado de ponerse en contacto con el empresario para poder conocer lo ocurrido con exactitud y mostrarse cercano tras el error producido en la administración andaluza. Es una nueva muestra de la dejadez de la Junta de Andalucía en materia taurina, tanto antes del festejo como después de la no celebración de este festival en Cantillana. Sin embargo, donde no falta de momento cada tarde el delegado de la Junta de Andalucía, Juan Carlos Raffo, y parte de su equipo es a su exclusivo burladero de la Maestranza para ver gratis los toros.    


EL ESCÁNDALO DE CANTILLANA, PASO A PASO

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