Escándalo en la Maestranza

Morante, al acalde: «Pese a darle otra oportunidad, Canorea sigue con la soberbia de pisarnos»

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Una imagen con dos contenidos que será difícil se vuelva a ver en próximos años: Morante en la Maestranza, y la Maestranza llena.
Una imagen con dos contenidos que será difícil se vuelva a ver en próximos años: Morante en la Maestranza, y la Maestranza llena.

El polémico mensaje de respuesta de Morante de la Puebla al alcalde de Sevilla en un intento de mediación ha sido filtrado al completo a través del diario ‘El Mundo’. Su contenido confirma que Morante no ha propuesto a su apoderado como posible nuevo empresario. El texto de Morante demuestra que las posturas están tan radicalizadas que no habrá solución en varios años.

Redacción.-

     La pólémica sobre la mediación que realizó a principios de la pasada semana el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, con Morante de la Puebla (que se encontraba en América toreando) para intentar que el sevillano llegara a algún tipo de acuerdo con los empresarios de la Maestranza ya está totalmente cerrada al haberse filtrado el contenido exacto del mensaje de respuesta de Morante al móvil del alcalde, que publica el diario ‘El Mundo’. El alcalde en ningún momento ha querido aclarar esta especie de mediación que realizó, y tampoco si la misma fue por petición de los empresarios de Sevilla, con los que mantiene una excelente relación, y es habitual que Zoido asista invitado al burladero del callejón de la empresa en algunas corridas. El diario ‘El Mundo’ ha publicado la respuesta recibida en el móvil del alcalde sevillano de Morante, pero no se conoce cuál fue el contenido del mensaje enviado por el alcalde de Sevilla al torero de La Puebla.

     El mensaje de Morante no aporta nada nuevo ni nada escandaloso en el sector, ya que sólo demuestra una vez más una situación tan contrapuesta que está claro que no tiene solución posible. El torero sevillano, tal y como desmintió su equipo de apoderamiento, en ningún caso pide o propone que su apoderado sea el nuevo empresario de la Maestranza; sólo se limita a clamar por la salida de Eduardo Canorea y Ramón Valencia de la plaza maestrante, algo que ya era conocido desde hace un año, cuando Morante, junto con Perera, El Juli y Talavante (que siguen fieles a sus palabras) emitieron un comunicado conjunto en el que señalaban que «no volveremos a torear más en la Maestranza bajo la contratación de sus actuales empresarios». Y la postura aún mucho más radicalizada este año aventura que efectivamente será así este año y los próximos: Morante, Juli, Talavante y Perera (más el añadido de José Tomás) no volverán a torear más en la Maestranza, a menos qiue cambie de empresarios.

    Lo que sí aporta el mensaje de Morante al alcalde de Sevilla de forma mucho más clara son datos, reflexiones y argumentos para haber adoptado esta postura tan radical, que incluso va en detrimento de su propia trayectoria al no hacer el paseíllo durante varios años en su plaza. Entre los argumentos cita a Curro Romero, quien se refirió a los actuales empresarios Canorea y Valencia en una rueda de prensa días antes del que finalmente fue su último paseíllo en La Algaba, con aquella frase tan recordada de «yo no soy ninguna caja de ‘pescao’ para arrastrarme delante de nadie…», una reflexión que entronca con el sentir que más de una década después vuelven a poner de manifiesto José Tomás, El Juli, Talavante, Perera y Morante.

     El contenido completo de la respuesta de Morante de la Puebla al alcalde de Sevilla (se desconoce el mensaje de mediación enviado por el alcalde Zoido), publicado en ‘El Mundo’, es el siguiente:

     «Mi alcalde, es una decisión difícil para todos. Sevilla es la gloria y el dinero nos hace falta a todos, pero yo no puedo por más que quiero ser cómplice de una empresa que sigue actuando pensando en sus intereses y no le importa en absoluto ni su plaza ni su afición (…). A mí me llegó a decir -por Canorea- anterior a esto que la peor herencia que le había dejado su padre era la de Curro Romero, que a ver qué hacían con él, porque cobraba mucho dinero. Después empezó a hacer carteles al estilo de Madrid… O sea, que fue reduciendo el coste y la calidad del espectáculo y subiendo el precio de las entradas. A todo esto, nosotros los toreros sufríamos por las malas formas en el trato, y encima pagaba menos que nunca en proporción a la categoría de la plaza (en Madrid se cobra más del doble, recaudando la plaza menos dinero de taquilla)… Yo cobro más en muchas plazas de tercera.

     Desde el año pasado -se refiere Morante a las declaraciones realizadas por Canorea en una comida en la que mandó al Senegal a José Tomás y acusó a las figuras, incluido él, de estar «en el limbo o en la parra»– no han mostrado ni el más mínimo deseo de arreglar la situación, ni un sólo movimiento. Y ahora en vez de sentarse con humildad e intentar de arreglar la situación lo primero que hacen es anunciar a Manzanares para que los demás ya no nos sintamos cómodos. En el toreo se respeta mucho estos movimientos, y él los hace mal a propósito, por soberbia. Que conste que el que más ha luchado por darle otra oportunidad a la empresa he sido yo, y lo he hecho porque Sevilla me duele. A los veintitantos días de anunciar a Manzanares empiezan a hablar con nosotros -se refiere al resto de figuras- de corridas.

     Vuelven a hablar con mi apoderado y nos dicen que ellos -en referencia a Juli y Perera- no quieren ir. Nosotros le decimos que si ellos no quieren, que hablen con Talavante… Entre tanto empiezan a darnos carteles muy flojitos, como para que yo le salve el abono y ellos se enriquezcan. Talavante se cae porque se siente maltratado. O sea, que me veo solo ante unos carteles que no pertenecen a la plaza más importante del mundo y ante una empresa que, pese a darle otra oportunidad, sigue con su idea de pisarnos. Talavante dice que él no va. ¿Y yo? Yo, aunque me cueste la vida esta decisión, prefiero la dignidad del que se viste de torero y da la vida por ello, a ser cómplice de una empresa que vive de la mentira, la nula afición y el resentimiento de que su padre -en referencia a Diodoro Canorea- lo echaba de la plaza porque no servía ni para estar escondido -se refiere a Eduardo Canorea-.

     Alcalde mío, le ruego que haga todo lo posible para que nuestra plaza no siga en manos de estos personajes tan nefastos para el toreo, cualquier otro empresario soñaría con dirigir la Maestranza, para poderle ofrecer a nuestro público los carteles y la Feria que Sevilla merece».


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