Centenario del nacimiento del torero sevillano

Pascual Márquez: tragedia de un torero con valor de ley

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El diestro sevillano Pascual Márquez fue la primera víctima mortal en la plaza de Las Ventas de Madrid, en el año 1941.
El diestro sevillano Pascual Márquez fue la primera víctima mortal en la plaza de Las Ventas de Madrid, en el año 1941.

Se cumple el primer centenario del torero sevillano Pascual Márquez, uno de los toreros con más valor. Fue la primera víctima del toreo en Las Ventas, tras una cornada sufrida el 18 de mayo de 1941. El toro lo empitonó y dejó al descubierto su corazón. Agonizó durante doce largos días en la propia enfermería, sin poder trasladarlo a un hospital. Está enterrado en su pueblo de Villamanrique.  

Luis Nieto.-

     Pascual Márquez Díaz (Villamanrique de la Condesa, Sevilla, 1914-Madrid, 1941) fue la primera víctima del toreo en la Monumental de Las Ventas, por una terrible cornada acaecida en la plaza de Madrid el 18 de mayo de 1941, muriendo doce días después, el 30 de mayo.

     Pascual Márquez, nacido el 22 de octubre de 1914, se convirtió en poco tiempo en un torero de enorme popularidad en Sevilla. Poseía un valor de ley, auténtico. En Sevilla, se presentó el 26 de mayo de 1935, en novillada picada, y tomó la alternativa en la festividad del Corpus, el 27 de mayo de 1937, de manos de Luis Fuentes Bejarano, con Domingo Ortega de testigo y toros de Pablo Romero. Márquez fue herido por el sexto toro. En Madrid confirmó el 26 de septiembre de 1940, con Villalta de padrino y Pericás de testigo.

     Hasta su doctorado, su carrera fue fulgurante, pese a los percances y la Guerra Civil. Pero a partir de ingresar en el escalafón superior, la mala suerte se cebó con él. La afición de Madrid contaba siempre con él y el 18 de mayo de 1941 lo anuncian frente a toros de Concha y Sierra, una de las ganaderías que conocía bien, en una tarde en la que alternó con Fernando Domínguez y Gitanillo de Triana.

     Nos adentramos en la hemeroteca para rescatar este pasaje de aquella desgraciada cogida: «Desde que salta al ruedo, su primer toro -Farolero- embiste con peligro. Al segundo lance, en el que Márquez intentó recogerle, el viento descubrió al torero y fue cogido. El de Villamanrique sufrió una cornada seca en el pecho. La herida era tremenda y dejaba al descubierto el corazón. Doce días luchó con la muerte, sin podérsele trasladar de la enfermería de la plaza, donde falleció». Aquella corrida fue una de las más accidentadas de la historia. Domínguez, que fue herido por su primer toro, no salió a matar al otro y se retiró tras esta corrida por la impresión que le causó la muerte de Márquez. A Gitanillo le dieron tres avisos en uno de sus toros. El ambiente fue sumamente desagradable para los aficionados. Algunos abandonaron la plaza, entre tantos otros, desesperados, pidieron la suspensión del espectáculo, que negó la presidencia.

     Su cadáver fue trasladado a Sevilla, donde una multitud lo recibió antes de ser enterrado en el cementerio de su pueblo.

     Del diestro de Villamanrique, José María Cossío escribió: «Cuando se hable de toreros valientes pide paso el valor sin tacha, sereno hasta borrar la impresión de temerario, de Pascual Márquez». Su tauromaquia estuvo marcada por un valor sereno, gracias a un corazón que, como demostró en la citada corrida trágica y escribieron en su día, «no le cabía en el pecho».


*Publicado en Diario de Sevilla.

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