Dávila Miura y César Cadaval defienden la Fiesta con un toque de humor

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El matador de toros sevillano retirado y el humorista y componente del dúo trianero «Los Morancos» protagonizaron en Sevilla un ameno y entretenido coloquio, moderados por el periodista José Enrique Moreno. Los dos artistas, cada uno de distintos ámbitos, explicaron mediante multitud de anécdotas las vinculaciones y lazos de unión que se viven a diario entre el mundo del toro y el humor.


Dávila Miura, José Enrique Moreno y César Cadaval.

Carlos Moya.-

     César Cadaval, del dúo sevillano Los Morancos, comenzó la jornada explicando lo complicado de la tauromaquia. "Yo creo que ser torero es más difícil que ser humorista porque el que te salga una buena faena es cuestión de suerte, de que el torero tenga un buen día y sobre todo del toro, que embista y sea bueno. Hay veces que los aficionados hablamos sin saber y nos creemos que el ponerse frente a un 'bicho' de esos es sencillo, pero que va. Es muy complicado. Yo cada vez que me he puesto he salido corriendo. Y eso que era una becerra".

     Acto seguido replicó Dávila Miura, diciendo que "todas las profesiones son difíciles. Hay que tener condiciones". El componente de Los Morancos comentó su deseo de que su hijo Alfonso, quien está aprendiendo a torear en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, llegue a ser una figura del toreo. "Yo a mi hijo le digo que aprenda, si le gusta. Pero de ahí a llegar a ser referente en este mundo del toro… Es muy complicado. El que ha llegado es porque es muy bueno, como Eduardo".

     Ambos recordaron viejas anécdotas que han vivido juntos. "Un día, en la Feria de Aznalcazar, Eduardo había toreado y luego se fue para Sevilla… Bueno, volvió después de insistirle. Y acabamos hartos de cubatas en el tren de la bruja. Yo dando escobazos y él montado", contó César Cadaval. Lógicamente, volvieron las carcajadas.

     Hablando del humor dentro del mundo de los toros. El diestro sevillano dejó claro que "en este mundo hay mucho arte. Te encuentras con unos personajes que tienen unos puntos que te quedas diciendo.. 'Hay que ver…' Pero el humor está siempre mezclado. Recuerdo una vez en Madrid, a eso de las seis de la mañana, estaba un cantaor de Madrid, Momo, y el maestro Curro. Y le dice el cantante a Curro: Maestro, ¿cuando un toro se va a las tablas qué es lo que es? Y salta uno que había allí de la cuadrilla y dice. ¿Qué va a ser? Pues carpintero, joé".

     Una de esas veces en la que César asegura que salió corriendo toreando becerras en el campo fue un día tentando con Espartaco, en presencia del ex entrenador del Sevilla José Antonio Camacho y su ayudante, Lorenzana. "Cuando Juan Antonio nos dijo que iba a sacar una becerra, Camacho comentó: vamos a recibirla a portagayola. La puerta se abrió y nos había metido Espartaco un buey con unos cuernos… Salimos corriendo. Ahora os reís, pero cuando te pasa algo así… Todavía tenemos las uñas clavadas de tanto correr".

     Así muchas más anécdotas hasta el último tramo de la charla, cuando se tocó seriamente el tema de las múltiples críticas que está teniendo la Fiesta. "El otro día, cuando fui a la plaza en la Feria, me encontré a los antitaurinos… ¡Vaya! Otra vez dando calor. ¡Qué pesados son! Si los toros es una afición de España. Si me gusta, tendrán que respetarlo. ¡Digo yo!", comentaba César.

     Dávila Miura también dio su opinión al respecto. "La Fiesta sabe defenderse sola cuando llegan estos momentos de tantas críticas. Por ejemplo, la reaparición de José Tomás o la afición que hay en la plaza de Barcelona, donde están vetados los toros. Es complicado, pero todo ello favorece al mundo del toro cuando hay decadencia. Creo que en estos momentos es cuando más afición hay; además jóvenes. Y más fuerte se vuelve la Fiesta". Y hablando de esa mezcla entre varios artes… El fútbol o el humor y el torero. "Cuando sale Raúl -jugador del Real Madrid- con un capote o César hace algún sketch de toros con su hermano… Eso es fundamental para la Fiesta".

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