Pulido: «Les dije a los toreros y la empresa antes de sacar la tablilla que estaba suspendida»

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El presidente cesado fulminantemente por el delegado de la Junta de Andalucía, Demetrio Pérez, aclara que «en ningún momento se hizo nada a a espaldas de los toreros». Antonio Pulido reconoce sentirse abatido por la polémica que considera injusta y asegura que «no he vuelto a ver una corrida de toros más desde ese día». El delegado Demetrio Pérez sigue sin explicar su decisión y desiste a última hora intervernir en un programa junto a Pulido.


Antonio Pulido y Francisco Mateos, en Punto Radio.

Redacción.-

     El hasta hace unos días presidente de la plaza de toros de Sevilla, Antonio Pulido, es un hombre abatido y desconcertado por las circunstancias que están rodeando la polémica suspensión de la corrida de toros del pasado jueves de farolillos. Pulido asisitió en exclusiva al programa 'Toros, y punto', de Punto Radio-Sevilla. En el estudio decidió aclarar algunos aspectos de lo sucedido el pasado jueves, contestando las preguntas de los conductores del espacio, José Luis López y Manuel Viera, que a su vez es el responsable de crónicas de sevillataurina.es. También estaba como invitado el periodista taurino Francisco Mateos, director de sevillataurina.es y que vivió de primera mano en el patio de caballos todos los avatares de la suspensión.

     El responsable del programa, José Luis López, había invitado también al delegado de la Junta en Sevilla, Demetrio Pérez, en el día de ayer. Su asesor taurino en la Junta de Andalucía, Paco Gallardo, que a la vez es el director del negocio privado portaltaurino.com, le comentó que no habría problema y que le facilitaría por la mañana un número de contacto. Sin embargo, al día siguiente, el director de portaltaurino.com y a la vez asesor del delegado de la Junta, transmitió al responsable del programa de Punto Radio que el delegado había decidido no intervenir y no dar explicaciones del cese ni su visión de la Feria.

     El presidente cesado, que sí cumplió la palabra dada, aclaró en el programa que "cuando llegamos por la mañana al sorteo me llamó la atención que la empresa tenía trabajando en el ruedo varias máquinas pesadas para intentar repararlo. Los dos días anteriores de suspensiones es cierto que no estaban, pero fueron días de mayor intensidad de lluvias. La empresa me comentó que necesitaban unas cinco horas para poder poner a punto el ruedo. Existía una probabilidad alta pero no segura de lluvia, por lo que decidí celebrar el sorteo bajo la esperanza de poder mejorar el ruedo y que no apareciese la lluvia".

     Sin embargo, poco antes del comienzo volvió a llover intensamente. "Yo había llegado bastante antes de lo normal para ver cómo había quedado el ruedo. Estaba en malas condiciones, porque había un sector con menos charcos porque habían echado una capita de albero encima, pero nada más que se moviera con la lidia, se haría todo de nuevo fango; aquello no estaba en condiciones -comenta Pulido-. Los espadas le preguntaron a Ramón Valencia, representante de la empresa, en el interior de la capilla y delante mía si se podía aplazar la corrida a otra fecha, como el sábado por la mañana, y la empresa les dijo que no: que se celebraba en ese momento o se suspendía definitivamente, sin dar más opciones. Acordé con


Pulido dio su ve sión de los hechos.

los espadas media hora de aplazamiento para hacer unas llamadas al Centro de Meteorología y, sobre todo, por intentar que se llegara quizás a un acuerdo de aplazamiento por parte de la empresa, ya que los toreros estaban necesitados de torear, pero había que tener en cuenta la integridad de todos los actuantes y que el espectáculo que recibirían lo espectadores no era en integridad. La empresa seguía empecinada en no dar otras alternativas".

     Este aspecto es uno de los fundamentales para el posterior desarrollo de los hechos. Antonio Pulido aclara que "en ese tiempo hice una llamada al Centro de Meteorología y me confirmaron que existía un 70% de riesgo de lluvia hasta las ocho de la tarde, de hasta 30 litros. Les comuniqué a la empresa y a los tres espadas dentro de la capilla que con esa información y el estado del ruedo tenía que suspender la corrida, que no iba a hacer esperar a la gente allí en pie más tiempo y, además, con riesgo de que comenzara de nuevo a llover. Es decir, que si se sacó la tablilla antes de la media hora fue con conocimiento previo de las partes y, además, en beneficio de los espectadores, que estaban esperando incómodamente".

     Esta aclaración aporta una nueva versión de los hechos que puntualiza la que manifestaron los espadas, que declararon que se sacó la tablilla de la suspensión sin su consentimiento. "A partir de ese momento de suspensión -continúa explicando Pulido-, subo al despacho para elaborar el acta porque doy por cerrado el tema".

     A Antonio Pulido le comunican que los toreros se han plantado en el ruedo y no se marchan. "Desde el despacho le digo a mi delegado que el tema está cerrado y que les dijera que lo abandonaran, que eso era incitar a los espectadores y dilatar aún más el problema. Hablo con el jefe de la policía que está allí y no nos entendimos porque no era necesario que hubieran salido los policías al ruedo. Es más, cuando me comentan que los policías están en el ruedo, llamo a mi delegado para que la policía lo abandonara de inmediato y dejaran allí a los matadores, tal y como sucedió".

     El presidente cesado opina que actuó en todo momento "de acuerdo con la legalidad y sin mentir a nadie. Yo no provoqué ni incité a nadie. Todos sabían la decisión tomada y los toreros, ante la negativa de la empresa a aplazar, forzaron por todos los medios para que se iniciara un espectáculo que era una locura en esas condiciones. Después, cuando bastante más tarde entraron el despacho para ver el acta, alguno me pidió disculpa por el


El presidente cesado no eludió ninguna pregunta.

comportamiento, pero que ellos necesitaban torear". Pulido no volvió a bajar al ruedo para convencerles de que desistieran de su plante en el ruedo "porque eso iba a significar confundir más al público e iniciar un intercambio de opiniones en el ruedo que no iba a conducir a nada". 

     Por último, Pulido explica la resolución del cese. "Antes de las seis y media llamé al delegado del Gobierno, Demetrio Pérez, que estaba en el callejón de la plaza, y le comenté que iba a aplazar el comienzo media hora. Escuchó y no me dijo nada. Una vez que decidí la suspensión, le volví a llamar y le comenté las previsiones de lluvia oficiales y que iba a suspender por el mal estado de ruedo y para respetar los derechos de los espectadores a ver un espectáculo íntegro. Tampoco me dijo nada especial el delegado".

     Sin embargo, consumados los hechos, lo citó al día siguiente y mantuvieron una larga charla. "Hablamos de todo lo sucedido. Le expliqué todas las circunstancias. Como no le ví muy convencido le dije que el cargo lo tenía a su disposición y me march&eac te; sin que me comunicara nada. Después salió lo de la nota de prensa con mi cese".

     Antonio Pulido agradece "las muchas muestras de ánimos que estoy recibiendo desde todos los puntos de España. Agradezco también mucho la nota de prensa que ha realizado tanto la Unión Taurina de Abonados y Aficionados de Sevilla como la Asociación de Uniones de Abonados de España, respaldando mi posición ante los hechos, coincidiendo con mi decisión de suspension del espectáculo como medida acertada. Ellos son los principales destinatarios y a quienes hay que preservar sus derechos, y en consecuencia actué", concluye Pulido.

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