Masiva asistencia de aficionados al caballo y a la doma de los pueblos de la provincia y ausencia casi absoluta de famosos. Los que nunca faltan a un espectáculo escuestre en la Maestranza son los propios rejoneadores para ver a sus compañeros. Así, tres veteranos jinetes que marcaron un tiempo no quisieron perderse el espectáculo: Fermín Bohórquez y los hermanos Ángel y Rafael Peralta.
Francisco Mateos.- La matinal de rejones tiene su público. El domingo de farolillos pesa la Feria, por mucho que la de este año haya sido más corta debido a que durante tres días la lluvia ha estrpedo las ganas de diversión en la plaza y en el Real. Es el día perfecto para entregar el abono a compromisos, amigos o clientes del trabajo. Ellos, quienes reciben la entrada gratis, se creen que le están haciendo un favor, que hay que ver qué bueno y qué bien se ha portado conmigo regalándome la entrada para que vaya con mi señora a ver los rejones, cuando en realidad es él el que le está haciendo el favor a quien cede su entrada, cansado de tantas tardes sin emoción que llevarse a los ojos. Y no sólo desaparece una gran mayoría de los abonados en esta matinal de rejones de final de Feria, sino que también lo hacen los famosos. Que no es un cartel con toreros conocidos, pues allá que no van. Y los pobres de los compañeros paparazzis se dan con un canto en los dientes. Esta mañana han usado bien poco las cámaras de televisión para recoger declaraciones e imágenes de famosos, más que para sentarse sobre ellas y descansar de la larga semana de trabajo. El público de la matinal de rejones es varipinto y se divide principalmente entre dos grupos bastantes numerosos: los aficionados al caballo de los pueblos de la provincia, que son muchos y buenos entendidos del caballo y su doma -otra cosa es si son entendidos del rejoneo puro-, y los que huelen a millas a 'señorito andaluz' de principios del siglo XX, completamente desfasados: pelo engominado, camisa lisa, corbata de tela gruesa y nudo abultado, y chaqueta a rayas celeste o, más cursi, a rayas rosa. Son los ficticios herederos del cacique andaluz, que aún no se han percatado del siglo en el que viven. Los que no faltan a ninguna corrida de rejones, y mucho menos en la Maestranza, son precisamente los rejoneadores. Tres jinetes que marcaron su momento en la Fiesta llegaron desde las marismas sevillanas y los campos gaditanos: los hermanos Ángel y Rafael Peralta, y Fermín Bohórquez. También se vio llegar al espectáculo ecuestre a Juan Andrés Hermoso de Mendoza, hermano de Pablo y que trabaja junto a él en la cuadra. Digo que vendría desde tan lejos (viven en Estella, Pamplona) en plan espía, a ver qué hacía el nuevo rey del rejoneao, el sevillano Diego Ventura… NOTICIAS RELACIONADAS:
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