El torero Curro Romero ha tomado hoy posesión como académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría y ha definido el toreo como «inspiración, arte y armonía». Al acto han asistido toreros como Antoñete, José Tomás Espartaco, Cayetano Rivera Ordóñez o José Ortega Cano, entre otros. Entre las personalidades asistentes, la duquesa de Alba.
Redacción.- El torero Curro Romero ha tomado hoy posesión como académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría y ha definido el toreo como "inspiración, arte y armonía" y como "una forma de crear belleza sin otro instrumento que el capote y la muleta". En su discurso, el torero ha asegurado que "no somos matarifes, aunque nos llamemos matadores" y ha dicho que cuando está en la plaza se siente "como los artistas en el proceso creativo, cuando la armonía me sale más del alma que del cuerpo. Cuando te entregas, te olvidas de tu cuerpo, es como si vivieras un sueño y eso es lo que siempre he querido: transmitir todo lo que te va inspirando, dejándome llevar por la inspiración". Aunque ha empezado su discurso diciendo que "está claro que estos no son mis avíos", lo que ha provocado las risas del público, Curro Romero ha leído un discurso plagado de referencias literarias en el que ha defendido lo que la Fiesta ha representado en la historia de España y la inspiración que ha supuesto para grandes artistas y poetas como Goya, Picasso, Alberti o García Lorca. Su toma de posesión ha tenido lugar en la Casa de los Pinelo de Sevilla, en un ambiente solemne con los académicos vestidos de frac y chaqué, con sus medallas y condecoraciones, las señoras ataviadas con bolsos en forma de capote y otras reminiscencias toreras y muchos hombres con sombreros de panamá. Curro Romero fue propuesto por la duquesa de Alba, académica numeraria que ocupó un lugar preferente en el estrado, y en su discurso tuvo palabras de agradecimiento hacia ella y hacia la condesa de Barcelona, madre del rey, a la que agradeció haber apoyado tanto a los que empezaban como a los toreros consagrados y que siempre era capaz de encontrar "algo positivo en las tardes malas". De acuerdo con un ceremonial que data del siglo XVIII, el acto comenzó cuando el secretario y el vicepresidente de la Academia, como padrinos del nuevo académico, salieron a buscarlo y regresaron con él a la sala, donde el público esperaba en pie. El acto se ha desarrollado en un salón renacentista ante unas 100 personas y otras 200 que lo presenciaron en circuito cerrado de televisión, presidido por el traje de luces de raso corinto bordado en oro que el torero lució en su último paseíllo en la Maestranza sevillana y que ha donado con motivo de su ingreso. Los espectadores estuvieron distribuidos según su pertenencia a grupos tales como tauromaquia, ganaderos, flamenco, autoridades o mecenas, aunque destacaban los aristócratas y la modernidad estaba representada por los modistos Victorio y Lucchino. A nivel político, el Ayuntamiento sevillano ha estado representado por Rosamar Prieto, delegada de Fiestas Mayores, y también se dejó ver al comienzo el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, aunque se ausentó de inmediato para acudir a un acto de su partido. Juan Miguel González Gómez, catedrático de Historia del Arte y vicepresidente de la Academia, ha glosado a Romero diciendo que "no tiene seguidores, tiene creyentes" y ha asegurado que es "un gran señor en el que confluye la nobleza del pueblo y la aristocracia del talento natural". Entre el público, ha destacado la presencia de toreros como Espartaco, Julio Aparicio, Litri, Antoñete, Chicuelo, Julio Pérez 'Vito', Cayetano Rivera o José Ortega Cano, así como Matilde Coral, el cantaor José de la Tomasa y el catedrático Manuel Olivencia. Curro Romero puede presumir de ser profeta en su tierra. El diestro ha sido nombrado, en la capital hispalense, académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungria. A su lado, ha estado si inseparable mujer, Carmen Tello, y una de sus mejores amigas, la duquesa de Alba. Los toreros más jóvenes también han querido mostrar su cariño y admiración a esta leyenda viva de los ruedos: José Tomás y Cayetano Rivera Ordóñez escuchaban atentamente el discurso de ingreso del maestro. Tampoco quisieron perderse estos instantes llenos de moción los diseñadores Vittorio y Lucchino, quienes mantienen una excelente relación con Curro desde hace muchos años. Inspiración, arte y armonía Con estas tres palabras definía el Faraón de Camas lo que para él supone el noble oficio del toreo. Lo que para Curro ha significado una forma de vida, "una forma de crear belleza sin otro instrumento que el capote y la muleta", como él mismo explicaba. En su discurso de investidura, el nuevo académico, ataviado elegantemente con el preceptivo frac, emocionó a los taurinos. Curro comenzó su discurso diciendo que "la Tauromaquia es una de las Bellas Artes" y que entendía que este reconocimiento "no es a mi persona, sino a lo que la Fiesta Nacional ha representado en la historia de España a lo largo de los siglos". Romero se mostró fiel una vez más a su concepto: "con veinte muletazos se es capaz de plasmar todo, de transmitir, de hacer suave lo que aparece violento, acariciar, eso es lo que siempre he querido. Cada torero -continuó- expresa sus sentimientos; yo he expresado los míos, sin engañar a nadie, porque nunca me he engañado a mí mismo". Tuvo un guiño para la afición de Sevilla: "Me han esperado siempre, durante más de 40 años, y sé que la afición de Sevilla me ha entendido, respetado y querido". Terminó agradeciendo a la Real Academia el nombramiento "en nombre de todos los toreros que fueron, son y serán, no por este nombramiento mío sino por reconocer que la Tauromaquia ha sido siempre una de las bellas artes".
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