El nuevo matador de toros sevillano Javier Jiménez, tras importante faena, le ha cortado la oreja al mejor toro de la noble y descastada corrida de Juan Pedro Domecq, que ha vuelto a decepcionar. Enrique Ponce y El Cid fueron silenciados en sus respectivos toros. Menos de tres cuartos de plaza para uno de los carteles más destacados del serial.
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Manuel Viera.-
Para hacer el toreo hacen faltas toros. Toros que auspicien la emoción. Que transmitan al espectador la sensación de peligro. Que conviertan en héroes los que delante se ponen e ilustren su valor. Toros bravos, ni más, ni menos. Los ‘juampedros’ han vuelto a decepcionar a toda una plaza aburrida de tanta nobleza tonta, de tan justa casta y mermada fuerza, de embestidas bobaliconas que contagian pesadez. Faltó el toro. Otra vez.
También para hacer el toreo se necesitan argumentos, y Javier Jiménez los ha tenido muy claros para conseguir su objetivo. A las 18:50 horas Enrique Ponce le entregaba los trastos en presencia de Manuel ‘El Cid’. Antes, el sevillano de Espartinas mostró calidades, desparpajo y valor en un extraordinario quite por tafalleras a ‘Duque’, el toro de su alternativa, para seguir por ajustadas chicuelinas en la réplica a los lances a pie junto de su padrino. Después, tras esperanzador comienzo, la faena transcurrió entre el atractivo de notables muletazos a derecha e izquierda y algún que otro matiz de desajuste perdonable por la circunstancia vivida. El trasteo al noble toro de Juan Pedro proporcionó mucho deleite y poca emoción. Una fea estoca minimizó lo hecho.
La faena al sobrero sexto, un toro noble con excelente pitón izquierdo, navegó entre extraordinarios naturales, importantes serie diestras y fenomenales remates, mostrando un toreo más amplio, más natural, más templado, con expresividad más efusiva y generosa, quizá incluso demasiada. No obstante, su visión de la lidia ha crecido como un fruto en su sazón, más aromático y dulce pero sin la acidez del fruto temprano. Pese a algún que otro altibajo lo hecho y dicho por el flamante matador de toros comenzará a revalorizarse en su justa medida. El pinchazo antes de hundir el acero no fue obstáculo para que un público deseoso le consiguiera la oreja.
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A Ponce le agradecieron con una fuerte ovación, no más deshacerse el paseíllo, su esfuerzo tras su grave percance por estar en Sevilla. Plausible decisión de torero y de todo un señor. Tenía que estar, y estuvo. Mi admiración. Para resumir la tarde del valenciano únicamente bastaría con recordar que sin toro es difícil torear. Con el descastado segundo le fue imposible dibujar un pase, y con el noble y desfondado cuarto empleó su acostumbrada naturalidad y elegancia, adornada de esa grandeza solemne que le caracteriza, para trazar pases a media altura monótonos e inconclusos. Mató de estocada. |
Y El Cid. Una lástima que Manuel no avivara más su toreo en las quince arrancadas que tuvo el descastado tercero. Un toreo demasiado dubitativo, demasiado contenido, sin perseguir dotar de interés una faena que, para colmo, dejó sin firmar. En el quinto, noble y parado, toro y torero volvieron a no entenderse. Una lástima.
AL NATURAL |
(En breve)
Francisco Mateos.- (EN BREVE). |
LA CORRIDA, AL COMPÁS |
Escasez por sevillanas
Fernando Naranjo.- Tibieza en el Aljarafe; ¿Y aquel duende de Sevilla, ¿Y el toro, toda pujanza ¿Y aquel público tan serio, Vaya tarde de ‘juampedros’, Por los clavos del Cachorro, |
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Ponce pasó de puntillas Pues siempre estuvo aseado, Como fuera el ‘Nuestro Cid’ Anduvo serio y sombrío, Se aplaudió al toricantano Y sí que anduvo dispuesto, |
LA VOZ DEL ABONADO |
Manos arriba: esto es un atraco
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Indignados no, lo siguiente, se mostraban abonados y aficionados a la salida de la plaza tras presenciar una nueva ‘juampedrada’ perpetrada por estos insurrectos taurinos y avalada por cuñas publicitarias del señor alcalde y su presencia gañotera en el burladero de la empresa, codo con codo con el empresario. Antitaurinos: felicitad a los responsables del desaguisado de esta tarde en la plaza de toros de Sevilla. Os hacen a la perfección vuestra labor destructora de la Fiesta. A la vista estaba la peor entrada en muchos, muchos sábados de preferia… ¿Cómo es posible aprobar reglamentariamente esta corrida, toda ella terciada, de plaza de segunda, y tan desigualmente presentada? ¿Cómo es posible anunciar este hierro tras el petardo de San Miguel 2013 y todas las temporadas anteriores? ¿Cómo es posible criar el antitoro y después el ganadero presumir en su página web favorita de que sus problemas están en vías de solución? Mentiras y más mentiras para engatusar a los pocos aficionados que van quedando. No se les cae la cara de vergüenza cuando un año tras otro perpetran estas tropelías. Atención, en San Miguel, dentro de unos meses, repiten los animalejos de Juan Pedro. Los toreros de esta tarde y los que faltan del G-5 eligen estos toros. Mantienen la mentira y la manipulación de la Fiesta. Después les llega un convidado de piedra, Javier Jiménez, que entra en el cartel sin quererlo el empresario, y les moja la oreja a Ponce y El Cid a base de entrega, corazón pundonor y vergüenza torera. Mención aparte para El Cid. Tarde aciaga y ya son muchas las suyas. Debe replantearse despedir mientras más lejos mejor a sus apoderados que son los veedores de la empresa y los que le programan para que toree semejante bodrio de corrida. Manuel Jesús, estás tirando por tierra aquel prestigio tan bien ganado con mucho esfuerzo, sacrificio y tu antiguo poderoso toreo de mano izquierda. Gorros fuera para Alcalareño por dos buenos pares de banderillas. ‘Cárcel de papel’ y cadena perpetua taurina para los dos empresarios de la plaza de toros de Sevilla. Los motivos quedan suficientemente expuestos y la vista están los resultados. ‘Cárcel de papel’ para Anabel Moreno, presidenta, y María Victoria García-Miña Díaz, veterinaria, por sus esfuerzos en desprestigiar más de lo que está la plaza de toros de Sevilla aprobando una corrida impresentable para Sevilla. ‘Cárcel de papel’ para Ponce, El Cid y Javier Jiménez por poner los toros en la suerte de picar prácticamente debajo del peto. Pero no se preocupen los espadas lo más mínimo. No habrá sanción y si la hubiere les hace el quite el abogado defensor de esta Tauromaquia mezquina aduciendo el borrado de las rayas. ‘Cárcel de papel’ y condena a mandar todos sus toros, vacas y sementales al matadero, para el ganadero Juan Pedro Domecq, por seguir esforzándose en mandar a su casa a los aficionados a base de su trabajo de ganadero malo, culpable del despropósito de tarde que hemos padecido. Lo dicho: atraco taurino en toda regla. |
GALERÍA GRÁFICA (López-Matito) |
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OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez) |
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CUADRILLAS (López-Matito) |
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LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez) |
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