El diestro sevillano Esaú Fernández ha cortado una oreja tras realizar lo más destacado de la tarde en la Maestranza. Javier Castaño ha sido ovacionado tras lidiar al mejor toro de la mansa corrida de Fuente Ymbro. Paco Ureña sólo escuchó palmas en el quinto. Decepción con el juego de los toros de Fuente Ymbro.
|
|
Manuel Viera.-
Si hay un hecho difícil de entender es que a un toro manso, huyendo de su sombra y buscando salidas, sea de triunfo. Pero los hechos son los hechos y he aquí que Esaú Fernández allí, delante de la puerta que conduce a la enfermería, muy cerca del portón de chiqueros, le dejó la tela imantada al hocico, le tapó la huida, y con serenidad y confianza realizó una faena corta, cuidada, de importantes momentos que dieron cuenta de un toreo plagado de convincentes razones. No hubo grandes cosas, pero sí pasajes suficientes como para subirse al carro del triunfo. Cinco muletazos con la diestra proporcionaron los más intensos instantes de emoción en la tarde.
El sevillano de Camas desarrolló un toreo con el que en determinadas ocasiones gustó y convenció. Y aunque el trasteo no fue redondo sí fueron interesantes los largos, templados y ligados derechazos de mano baja, de infinito trazo y excelente nivel. Pues por eso, por su enorme actitud y una certera estocada los pañuelos se movieron al viento para pedir el apéndice que el presidente no dudó en conceder.
Fue lo más aplaudido en una tarde en la que los toros de Ricardo Gallardo decepcionaron en su comportamiento. Corrida de notable presentación, seria y astifina, noble, pero mansa y descastada. Aquellos toros de indudable transmisión motivada por la exigente casta parecen haberse perdido en el tiempo. Y aunque hubo toros de notables embestidas, la corrida decepcionó. Ejemplo de lo dicho fue el noble sexto, con el que Esaú se fue de nuevo a portagayola para recibirlo después con vibrantes lances. Incluso el galope que mostró en los inicios de faena se convirtió en sosería. El camero no tuvo otra que trazar, y trazar, pases sin que lo hecho calara en los tendidos.
Sí fue un buen toro el manso cuarto de Fuente Ymbro. Éste sirvió para que David Adalid consiguiera su habitual éxito con las banderillas. Su afán por hacer clara y coherente la suerte le obliga a clavar sin veleidades y recreándose en la calidad de cada par. Sin embargo, Javier Castaño no tocó la tecla exacta que le diera el triunfo. Tras un esperanzador inicio de faena se adentró en un laberinto de pases, unos mejores y otros peores, sin conseguir poner orden en una faena sin contenido emocional. De todas formas le ovacionaron tras la deficiente estocada seguida de descabello. Al noble y justo de fuerzas primero sólo le dio tiempo a trazarle no más de dos muletazos y a pegarse el acostumbrado arrimón.
Paco Ureña no tuvo un buen debut. El manso y huidizo primero le hizo correr el maratón. Ni un pase. La certera estocada hizo aún más breve la ausencia de faena. Pero con el noble quinto de justas fuerzas demostró firmeza y saber estar a pesar de que su toreo careció de argumentos. Faena de clara intermitencia, de correctos y templados muletazos, de infinidad de pases, de aguante, de querer y no poder. Tanto quiso que hasta llegó a aburrir. Tampoco la espada le entró.
AL NATURAL |
El toreo es para listos
Francisco Mateos.- Nueva tarde de toros (y van dos consecutivas) en las que la plaza presenta un aspecto desolador para ser Feria de Abril: si ayer jueves había menos de media plaza, hoy viernes, si se juntara y apretara la gente que ha entrado a la Maestranza, en gradas y tendidos, se llegaría sólo a un tercio de aforo cubierto. Menos gente que ayer. Y menos maestrantes también. Los maestrantes parece que ni son aficionados ni les importa lo que pase en su plaza. Ni por imagen en un año tan convulso son capaces de medio llenar su privilegiado palco. Y en ese ambiente frío, en el que incluso toman mayor protagonismo los turistas accidentales con sus incongruentes manifestaciones, que antes no encontraban entradas de paso por su visita a Sevilla y ahora sí pueden entrar a los toros en plena Feria de Abril, las corridas pesan aún más para levantar los ánimos. Pero el toreo es para listos; siempre se ha dicho. Y no cabe un tío más despierto que el sevillano Esaú Fernández. A ese primer toro suyo de la decepcionante corrida de Fuente Ymbro le supo dar lo único que podía darle. Allá, en los terrenos de debajo de la banda, que por cierto estuvo animosa con el de Camas pronto, le enjaretó muletazos sueltos a favor de querencia al rajado animal, robándole la pelea que no quería, y matando bien. No se le podía pedir más. Y lo hizo Esaú. Otra cosa es la valoración de si procedía la concesión de oreja o no. Entiendo que no había mayoría, bajo mi criterio visual. Pero esas cuestiones se escapan de la responsabilidad de Esaú. lo suyo fue hacer lo que estaba a su alcance, y lo hizo con desparpajo y compromiso. Listo que es el chico. |
DIEZ GANANDO UN PASO |
(En breve)
Javier García Baquero (Ambitotoros).- (EN BREVE) |
LA CORRIDA, AL COMPÁS |
Las querencias de la janda
Fernando Naranjo.- Emite nuestra Giralda, No se anuncian las querencias El buen Castaño y su troupé |
|
Y a fe que lo mereciera De Sevilla se fue inédito ¡Ay, Camas!: te pongo un ‘pero’; |
LA VOZ DEL ABONADO |
Frito variado
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Esta tarde no hubo aburrimiento. Llegan toros con cierto nivel de encaste y el resultado es otro. No es que la cosa fuera para tirar cohetes, pero al menos estos ‘fuenteymbros’ se mueven, no son borregos embistiendo, presentan pelea y también, por qué no decirlo, mansean. Desigual presentación, con dos toros (tercero y cuarto) desarmónicos: mucha cara y cuerpo sin remate. El resto, propios de plaza de primera. En los caballos, volvemos a insistir, no cambió la decoración: puyazos de ‘pega’, simulados; en definitiva, fraude. Huida hacía la querencia de toriles manseando. Exigencia de faenas refugiados en tablas, pero metiendo la cara. Otros, imposibles. Con este material llegaron a Sevilla tres toreros en medio del despropósito de los carteles de este año. Ponen toda la carne en el asador con resultado desigual. Para que no falte de nada el nefasto y mal presidente Fernández Rey regala una oreja a Esaú Fernández por una labor bulliciosa carente de calidad jaleado por el tendido 11 con la guinda de buena estocada. Estos premios pueblerinos de un presidente que no sabe dónde tiene la mano derecha indican en qué manos se encuentra la regulación de la Fiesta. Esaú se deja ir el sexto de la tarde, al que instrumentó muchos muletazos, todos ellos abusando del pico de la muleta, toreo desviado y sin profundidad. Castaño, torero curtido en toros complicados, en su primero abusa de pases por alto cuando el animal pedía bajarle la mano, doblarse y poderle. Demasiados enganchones. En el cuarto, faena de menos a más con alguna tanda templada, compuesto y con valor. Este tío se entrega, no aburre. Permite lucirse a su cuadrilla. Se agradece. Paco Ureña sorteó el segundo de la tarde. Colorado manso que no quería saber nada y se pasó su lidia de un lado para otro detrás del huidizo ‘Laminado’, nombre del manso. Al quinto lo exprime con toreo en corto como el astado requería. Se muestra valiente. Alarga la faena. Buena mano izquierda. Suena aviso. De nuevo actuación meritoria de Adalid y Fernández en banderillas con Galán en la lidia. Esta vez Sandoval no pudo lucirse. Su matador fue incapaz de ponerle su toro en suerte. Desaguisado total. Picó bien Vicente González al segundo de la tarde. Ureña colocó bien el toro. Vara bien tirada. Castigo dosificado. Cuando ocurren estas cosas, que casi han desaparecido de las plazas, el aficionado se frota los ojos para comprobar que son ciertas y queda un atisbo de esperanza de no perder esta bella suerte de picar. ‘Cárcel de papel’ una vez más para el presidente Fernández Rey. Es malo hasta decir basta. Como no existe autoridad, ni mucha ni poca, le siguen manteniendo en el palco por la inercia de los años y en la creencia errónea que sabe de esto. Está a merced de los taurinos y con ningún grado de compromiso. ‘Cárcel de papel’ para Javier Castaño en el cuarto de la tarde al intentar colocar el toro en el caballo. Desorden de lidia y torero a merced del toro. Nulo dominio. ‘Cárcel de papel’ para la cuadrilla de Esaú con él mismo incluido: uando un toro presenta problemas y no es el acostumbrado animal parado y obediente, los toreros ‘navegan’ y fracasan para fijar al astado en los terrenos adecuados para su lidia. Lo dicho corrida variada, o sea frito variado. |
GALERÍA GRÁFICA (López-Matito) |
||
|
||
|
||
Si está interesado en alguna fotografía: 625 19 47 69 |
OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez) |
||
|
||
CUADRILLAS (López-Matito) |
||
|
||
|