«…La gran diferencia entre Córdoba y Sevilla es que los dueños de Córdoba rechazaron los carteles, por no estar a la altura de la categoría de una plaza como Córdoba. Por tanto, en Sevilla, ¿es realmente la empresa la culpable de la peor Feria de Abril de todos los tiempos? No, los verdaderos culpables son los maestrantes, que lo permiten y lo consienten…»
Francisco Mateos.-
La Maestranza de Sevilla, plaza de primera categoría, plaza de propiedad privada, perteneciente a los maestrantes, una Real Corporación. Córdoba, plaza de primera (oficialmente), plaza de propiedad privada, perteneciente a una sociedad de propietarios. En Córdoba, el empresario arrendatario (que no es español) había confeccionado unos carteles de la Feria de Mayo de escasa calidad, en los que incluso se dejaba fuera a Finito de Córdoba, el gran ídolo local durante 24 años consecutivos anunciado en la plaza de Los Califas. El mismo Morante había dejado en nulo su contrato. Un lío… pero ni tan grande ni tan mayúsculo como el de la Maestranza.
La gran diferencia es que los dueños de la plaza de Córdoba rechazaron esos carteles, por no estar a la altura de la categoría y la imagen que debe proyectar una plaza como Córdoba; y no salieron a la calle. Ahora anda el empresario latinoamericano recomponiendo los carteles y dotándolos de mayor calidad. En Sevilla, los maestrantes han aceptado unos carteles sin José Tomás, Morante, Juli, Manzanares, Perera, ni Talavante, y además con lo que les ha quedado para armar una Feria de muchos festejos, mal combinado, como ha sido la valoración generalizada; y con una oferta de precios caros, igual que si vinieran las figuras.
Por tanto, ¿es realmente la empresa la culpable de la peor Feria de Abril de todos los tiempos? No, los verdaderos culpables son los maestrantes, que lo permiten y lo consienten. En Córdoba, aquí al lado, no lo permiten.
