Las corridas que protagonizaban Morante de la Puebla y José Tomás en Madrid y Málaga, respectivamente, restaron la concentración de «famoseo» de otros años. Un camión de catering de Rafael Juliá colapsó la mismísima Puerta del Príncipe minutos antes de la corrida. Carlos Herrera, Chiquetete, Rafael Carrión, César Cadaval o Rodríguez Torrijos, entre las caras conocidas.
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Francisco Mateos.- Pasa todos los años al comeinzo de cada temporada. Tras un invierno que siempre se nos antoja demasiado largo a los aficionados, la llegada del Domingo de Resurrección es el día esperado, el día de los reencuentros con las 'gentes del toro'. A la entrada de la corrida inaugural, en los aledaños de la Puerta del Príncipe, las aglomeraciones habituales en un día de lleno absoluto. Corrillos y más corrillos con un saludo mil veces repetido: "Hombreeeeee… ¿Qué tal estás? Muy bien, aquí un año más"… Sin embargo, la novedad este año venía marcada porque Sevilla, la Maestranza, no tenía el privilegio de concentrar la atención del Domingo de Resurrección. Si en Sevilla se anunciaba un cartel muy bueno, en Madrid y Málaga no lo eran menos. Los dos toreros que mayor tensión mantienen con la empresa sevillana -Morante y José Tomás- decidieron hacer la guerra por su cuenta y plantearon rivalidad con Sevilla. El gran triunfador sin duda fue José Tomás: llenó la plaza sin el respaldo del abono y salió a hombros. Estas otras dos corridas con 'glamour' en Madrid y Málaga pareció que restó cierto 'famoseo' a la corrida de Sevilla, porque no eran tantas las caras conocidas por metro
cuadrado en los aledaños de la plaza sevillana como aos anteriores. Así las cosas, hubo que tirar que del famoseo local. Carlos Herrera, puro en mano llegaba a su cita con la Maestranza acompañado de su mujer, la también periodista Mariló Montero. Algo cabizbajo andaba César Cadaval, del dúo 'Los Morancos' después de que su equipo, el Sevilla, perdiera el día anterior con el Atlético de Madrid y poder engancharse a la deseada Liga de Campeones. El cantante Chiquetete llegaba en solitario a la plaza diez minutos antes del comienzo de la corrida. "Es un día especial, muy bonito, de los que siempre me gusta venir a la plaza. Aunque ya no es lo mismo porque no está Curro en los carteles, la tradición de ver toros en la Maestranza el Domingo de Resurrección es ya una norma para mí", comentaba Chiquetete. El que fuera presidente del Sevilla, Rafael Carrión, a punto estuvo de no poder entrar en la plaza, porque la anécdota de la jornada fue la ocurrencia de un camión de catering del conocido restaurador sevillano Rafael Juliá -que había servido horas antes en la Maestranza- de ponerse en marcha hacia el Paseo de Colón justo poco antes del inicio de la corrida. Quedó
atascado en la mismísima Puerta del Príncipe por la marea humana de aficionados. Quizá fuera premonitorio ver un camión obstaculizando la puerta grande de la Maestranza: ningún torero iba a salir por tan preciado marco. Llamaba la atención la presencia, pipa en ristre, del teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodríguez Torrijos, comunista por convicción y aficionado esporádico. "Yo suelo venir a algunas corridas en Feria de Abril. Me gustan los toros y no tengo problemas en decirlo por mucho que todo el mundo crea que todos los que somos de Izquierda Unida estamos en contra de la Fiesta de los toros; no es mi caso. En nuestro Ayuntamiento, todos los partidos políticos nos pusimos de acuerdo para catalogar a la Fiesta de los toros como Fiesta Mayor de nuestra ciudad", comentaba el socio político del alcalde en el Ayuntamiento hispalense. Por cierto, el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín tampoco faltó al gran día del estreno de la temporada desde un burladero del callejón. NOTICIAS RELACIONADAS:
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