La plaza de toros de la Maestranza, una vez llegada la primavera y próxima la nueva y extraña temporada, comienza a retocarse. Limpieza de fachada y paredes, retoques de albañilería y pintado de varias zonas, la rutinaria tradición que cada año anuncia que se acerca el Domingo de Resurrección.
Obras rutinarias de conservación