«…De toreo no hablaron, pues saben poco y les gusta menos. A ellos, lo que les ‘pone’ es largar de lo que ganan los toreros, entendiendo como tales a Juli, Morante y pocos más, supongo que porque a los otros los considerará como operarios. Bueno, exactamente como operarios tampoco, pues el operario sabe lo que va a ganar cuando coge las herramientas…»
Álvaro Acevedo.-
En el año 2001 Eduardo Canorea contrató a El Fundi para la corrida de Miura en Sevilla, mas se mostró muy sorprendido cuando su apoderado, Manuel Acevedo, le preguntó cuánto iba a ganar el diestro de Fuenlabrada por lidiar y matar dos toros a estoque.
-«Hombre Manuel, eres el primero que me lo pregunta».
-«Yo es que contrato a mis toreros a la vieja usanza, Eduardo», agregó el apoderado sevillano.
-«Bueno Manuel, confía en la buena voluntad de la empresa».
Esto no es una crítica al empresario: sólo el fiel reflejo de cómo estaba el toreo hace 12 años no ya en Sevilla, sino en muchas plazas. Hoy las cosas han cambiado, pero para peor: basta con preguntar a qué hora empieza la corrida para que te manden a mamarla. Ello, sin embargo, no es óbice para que los empresarios de la Maestranza, en el encuentro gastronómico-informativo con la facción decente de la prensa, se hayan quejado amargamente del dinero que ganan los toreros, y ya de paso, los ganaderos, las cuadrillas y no sé si el de las avellanas, pero todo se andará.
De toreo no hablaron, pues saben poco y les gusta menos. A ellos, lo que les ‘pone’ es largar de lo que ganan los toreros, entendiendo como tales a Juli, Morante y pocos más, supongo que porque a los otros los considerará como operarios. Bueno, exactamente como operarios tampoco, pues el operario sabe lo que va a ganar cuando coge las herramientas.
El problema es que para hablar de números no se puede tirar la piedra y esconder la mano. O hacemos públicas las cuentas, o lo que diga usted se lo va a creer usted, los socios de usted, los amigos de usted y los de la prensa de usted. La farsa consiste, básicamente, en que yo hago como que me lo creo y nos mentimos los dos. Y el que no se lo crea, pues es un hijoputa con balcones a la calle. Pluralismo, vamos.
El almuerzo, aparte de la inevitable llorera económica de todos los años, ha servido para dos cuestiones: una, para amargarle el invierno a Javier Jiménez, que para eso su padre es del PP. ¡Será facha er nota!. «Nadie tomará la alternativa en la Feria de 2014» (porque lo digo yo, les faltó apuntillar). Y dos, para que nadie pierda el tiempo en dar la enésima primicia del regreso de José Tomás a la Maestranza: Canorea ya lo ha mandado a Senegal.
*Álvaro Acevedo es periodista taurino sevillano / Publicado en el blog de www.cuadernostm.com
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