«…Espartaco podría estar deshojando la margarita para enfundarse el uniforme del cuerpo en una corrida de toros con un matiz muy especial. Se trataría de darle la alternativa a su joven paisano Javier Jiménez, que se despidió como novillero en una triunfal encerrona en solitario celebrada en su pueblo hace un mes…»
Álvaro Rodríguez del Moral.-
«No descarto volver a vestirme de luces en alguna tarde muy puntual que me toque el corazón». La frase es de una de las figuras más importantes del último cuarto del siglo XX. Espartaco, que no es otro, podría estar deshojando la margarita para enfundarse el uniforme del cuerpo en una corrida de toros con un matiz muy especial. Se trataría de darle la alternativa a su joven paisano Javier Jiménez, que se despidió como novillero en una triunfal encerrona en solitario celebrada en su pueblo hace justo un mes.
Jiménez ya había acreditado la necesaria solvencia para saltar de escalafón superando la difícil reválida de tres plazas de primera como Valencia, Sevilla y Madrid. Lejos de arredrarse, el aspirante a matador ha sabido rentabilizar una temporada, la de 2013, que su entorno había previsto como pasarela para una alternativa que se ha hecho esperar un poco más; pero lo ha hecho para bien. El evento, que sería catalizado por un acreditado experto en acontecimientos, llegaría en las primeras ferias de la campaña; Pirineos arriba o Pirineos abajo.
*Álvaro Rodríguez del Moral es periodista sevillano. / Publicado en ‘El Correo de Andalucía’.