Los empleados de la empresa Pagés, unos 160 trabajadores fijos discontinuos que cobran unos 30 euros de media por festejo, se han unido con el respaldo de UGT para elegir un comité de empresa que los defienda en las negociaciones con los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Lograr un convenio colectivo es su primer objetivo.
Francisco Mateos.-
Gran éxito de la convocatoria -por primera vez- de elecciones sindicales entre los trabajadores de la empresa Pagés de la Maestranza. Durante el pasado fin de semana, coincidiendo con la celebracion de los festejos del ciclo de San Miguel, se ha procedido tras un largo y dificultoso proceso a la elección de los representantes de los trabajadores. Desde hace más de un año, los trabajadores fijos discontinuos de la plaza de Sevilla (porteros, acomodadores, inspectores, areneros, personal de pasillos y puertas, corrales,…) se han ido uniendo y consensuando la necesidad de dotarse de un comité de empresa que los represente con una única voz y firme ante los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia.
El proceso no ha sido fácil y ha estado y está aún envuelto en cierta polémica. La única lista que finalmente se ha presentado y ha impulsado todo el proceso, respaldada por UGT, ha comentado a SEVILLA TAURINA que CCOO había impugnado la Mesa Electoral de los trabajadores en verano «porque pidió un censo de trabajadores un día que no había festejo, y claro, le dieron un listado de ocho trabajadores, los fijos en la empresa, los que trabajan con los empresarios en las oficinas todo el año. Pero los días de espectáculos somos 160 fijos discontinuos, y nos ampara la Ley a tener nuestro comité de empresa. Es una pena que CCOO haya desperdiciado la oportunidad de sumarse a un momento inédito en esta plaza y se haya alineado con la empresa, poniendo dificultades a la elección de Comité de Empresa».
Finalmente la convocatoria de elecciones de representantes de trabajadores en la plaza de la Maestranza ha sido un éxito, con una mayoría de votantes. Ante la negativa de la empresa Pagés a permitirles celebrar la votación dentro de las instalaciones de la empresa, es decir en la plaza, -comentan que han puesto las dificultades que han podido para que no hubiera comité de empresa-, los trabajadores decidieron realizar la votación instalando una urna en la calle Circo, justo a la entrada de los tendidos de sombra impares. Los trabajadores iban llegando y entregando el DNI para certificar su validez como trabajador de la empresa y posteriromente el voto. La única candidatura avalada por UGT es la que ha salido elegida.
Desde que llegaron a la dirección de la empresa en el año 2000 los cuñados Eduardo Canorea y Ramón Valencia «nunca ha hecho falta recurrir a organizarnos en comité de empresa», explican los integrantes de la lista elegida. «Ha existida una fluida relación, con nuestras diferencias en casos puntuales, pero nos hemos ido entendiendo. Todo ha surgido cuando hace poco más de un año llega a la dirección de personal una nueva responsable», en alusión a Laura Canorea, hija mayor de Eduardo-. Introdujo cambios muy rápidos y nuestra comunicación ha sido poca y no buena. Antes, bien con Eduardo, Ramón o Celestino, siempre nos hemos ido entendiendo, pero con la nueva representante de la empresa para temas de personal no hay entendimiento y las posiciones se han enquistado tanto que nos han puesto a veces como interlocutor un abogado del despacho de Joaquín Moeckel».
Estos 160 empleados fijos discontinuos se dan de alta y baja cada día de espectáculo, cobrando alrededor de los 30 euros por festejo, dependiendo de su funcionalidad. Precisamente la funcionalidad de cada trabajador ha sido uno de los temas de choque entre Laura Canorea y los representantes de los empleados. El nuevo comité de empresa elegido quiere que se definan perfectamente la funcionalidad de cada puesto, se consoliden las categorías y que se decida una vía válida de aviso al trabajador, ya que aseguran que esta temporada «se han producido varios casos de aviso al empleado para trabajar y al pasar lista se le ha dicho que se vaya, que no trabaja hoy, y ese hombre ha venido a veces de un pueblo con gastos de transporte, sin que se les pague. Eso no puede ocurrir. También se ha disminuido en varios festejos el número de porteros en cada acceso, con lo que hemos tenido más trabajo pero el mismo sueldo».
Durante la celebración de las elecciones del comité de empresa del pasado fin de semana, la unidad entre los trabajadores era fuerte, además de sentirse muy motivados con lograr unos representantes legales y luchar por un convenio colectivo justo. Plazas como Zaragoza o Madrid disponen de un comité de empresa. Ahora Sevilla se suma al proceso sindical.
De esta forma, a los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia -tan poco dados a alcanzar acuerdos o el diálogo en varios casos si no se es muy afín a sus pretensiones o ideas-, se les abre otro posible cauce de conflicto. En las últimas temporadas han existido sonados y estridentes desacuerdos, con aireadas declaraciones negativas hacia la empresa y su forma de llevar las contrataciones de figuras, como los casos de El Juli o Miguel Ángel Perera, y por supuesto el eterno desacuerdo con José Tomás. Otros dos ejemplos de falta de diálogo y consenso está en la inexistente relación con la Unión Taurina de Abonados de Sevilla, o con este mismo portal, SEVILLA TAURINA, al que mantiene vetado desde hace cuatro temporadas, retirándoles las credenciales de fotógrafo -con la colaboración de la Junta de Andalucía- y redactor que disponían. Pese al veto, SEVILLA TAURINA ha seguido informando de forma libre e independiente, y con la misma variedad y amplitud de contenidos, sin ceder a la medida coercitiva de la empresa de la Maestranza.
GALERÍA GRÁFICA (Javier Martínez) |
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