Sólo Alejandro Talavante ha saludado a la única ovación de una tarde de fracaso ganadero. Los flojos y descastados toros de Juan Pedro Domecq y Parladé han sumido en la decepción a un público expectante y deseoso de ver torear. Morante de la Puebla y El Juli fueron silenciados en sus respectivos toros.
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Manuel Viera.-
Quién lo diría, pero esto está así y nadie lo arregla. Ni el torero, máximo responsable del toro de hoy. Ni el ganadero, sumiso a las exigencias del toreo moderno para salvar su negocio. Y el que no lo sea, ya sabe: sus toros acabarán en el matadero. ¿Quién, entonces? ¿De quién depende el futuro? Mientras, el público que asiste al supuesto espectáculo cada vez está más cansado. Aburrido de pretextos y engaños. Derrotado porque se siente víctima de esta decadencia de la casta y almibaramiento de la nobleza. De toros sin cara de toro, ayunos de bravura. Como si la casta estuviera sentenciada a desaparecer de la dehesa ganadera. Como si la falta de raza diseminara la bravura para corroer aún más los pilares de esta Fiesta.
El fiasco se ha hecho patente en una tarde de verdadera expectación. De deseos incontrolados. De plaza llena pese la amenaza de lluvia. De precios prohibitivos e incomodidades impropias en pleno siglo XXI. Y ahí estaba la gente ilusionada, expectante, alegre, aguantando los improperios de cuatros animalistas que no representan a nadie. Soportando dos horas y media, sentada sobre el cemento, la lidia de seis animalitos sin vida, con cuernos, flojos y atornillados al albero. Seis mulos de carga. Tres mil kilos de carne de matadero.
Hoy el toreo ni cobró vida ni nadie compartió y prolongó lo hecho en el ruedo hasta objetivos que lo transcendiera. Nadie hizo el toreo claro, valiente e inspirado. Ni levantaron clamores de emoción. Sólo rabia, tristeza y decepción ante la falta de toro.
Morante dejó atisbos con el primer ‘juampedro’ de ese toreo a la verónica con el que hace honor a su personalidad. Y en el sexto de Talavante trazó una media en un intento de quite al último de la tarde. Sus dos toros fueron animales sin vida que no le dieron opción.
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El Juli mostró su toreo de capa en unos lances de mano baja que supieron a poco. Después, se defendió el toro en las telas hasta que agotado se paró. Y se acabó la historia, porque al inmóvil quinto no le pudo hacer otra cosa que vislumbrar el acompasado lance y arrancar no más de tres muletazos diestros. |
Y Talavante. El único de la deseada terna que dibujó el natural, aislado y solitario, al noble tercero, en una faena discontinua en la que intercaló buenos, malos y punteados muletazos a derecha e izquierda. Al final, dos cadenciosos derechazos y un pase por bajo quedan en el disco vacío del recuerdo. Tras la estocada saludó la solitaria ovación de toda una tarde. Con el flojo sexto, tras anodino muleteo, todo quedó en nada.
Con esto está todo dicho, lo que además de breve resulta gratificante para usted, amigo lector.
AL NATURAL |
Lo mejor, la cerveza de después…
Francisco Mateos.- Petardo gordo el de esta tarde en la plaza de Sevilla. La gente se fue cabreada. ¿Volverán otro día todos los que hoy vinieron, que llenaron la plaza aunque no se colocara el ‘No hay billetes’? Cada cual que responda lo que crea. Decía hace poco el empresario de Las Ventas, José Antonio Martínez Uranga ‘Choperita’, que a esto le queda poco. ¿Un cuarto de hora? No lo sé, pero tardes como las de hoy son difícilmente encajables a estos precios y con estas incomodidades… Y el hartazgo de la gente se convierte en lamentos públicos en voz alta, aprovechando los silencios de la plaza, que por cierto hoy fueron muchísimos. Y tratándose de Sevilla los hay con guasa y con gracia, de todo. Hubo uno que gritó «la cabra de la Legión embiste más», en referencia a los toros tan parados de Juan Pedro Domecq. Por la misma razón le gritó uno a El Juli en el segundo: «Juli, ponle las pilas al toro», mientras que otro aseguraba «dale cuerda para que ande…». Hubo algunos que criticaban al presidente por no echar toros a corrales, y no faltaron los que se dirigían al empresarios: «Canorea, ¿dónde has comprado los toros, en los chinos?», alusivo a los productos de baja calidad que suelen comprarse en estos establecimientos de barrios. Los comentarios sobre la desesperante tarde se extendían en los corrillos a la salida de los toros. «Esto no tiene solución, se lo están cargando ellos mismos», comentaban en la misma Puerta del Príncipe, culpando a los propios ganaderos y toreros del decadente momento que vive la Fiesta. Pero me quedo con el de una señora a la que adelanté en el paso de cebra del paseo de Colón esquina con Antonia Díaz, justo delante del Faraón hecho bronce eterno, que le dijo a su marido a modo de propuesta: «Lo mejor de los toros es la cervecita de después…». Pues sí, porque en días de alegrías taurinas qué mejor que celebrarlo con una buena tertulia y unas cervezas tapeando por el Arenal, pero en días como los de hoy necesitamos algo más fuerte que unas cervezas… Ya se sabe: para ahogar nuestras penas en el acohol. |
DIEZ GANANDO UN PASO |
Cuando no puede ser…
Javier García Baquero (Ambitotoros).-
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LA VOZ DEL ABONADO |
Objetivo: acabar con la Fiesta
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Es la meta que se han propuesto los protagonistas-actores del pretendido espectáculo de esta tarde en la plaza de toros de Sevilla. En estos días se debate en la sede de la soberanía popular una Iniciativa Legislativa Popular para blindar la Fiesta ante los que pretenden anularla o suprimirla. El ponente, diputado del PP, señor Albendea, nos consta lleva batallando mucho tiempo por conseguir tan loable objetivo, pero cada día se demuestra más a las claras que se confunde en su estrategia. Los verdaderos detractores de la Fiesta no son políticos nacionalistas, ecologistas o voces aisladas como las que se escuchaban esta tarde en el Paseo Colón. Craso error, señor Albendea. Aún se encuentra a tiempo de blindar la Fiesta ante los ataques continuados y sistemáticos de ganaderos como Pereda, Matilla, Juan Pedro Domecq y muchos más; de toreros como Morante, Juli o Talavante, y muchos más; de empresarios como los herederos de Diodoro Canorea y muchos más; o de quienes le invitan al palco de honor de la Maestranza, los cuales siendo propietarios de la plaza consienten desmanes como los de esta tarde y muchos más. Si a todo ello añadimos la ayuda inestimable de presidentes como Gabriel Fernández Rey, quien le ahorra a la empresa devolver a corrales cinco toros impresentables, inválidos, flojos, descastados, inservibles,.. tenemos un panorama desolador que es urgente que usted, señor Albendea, como buen aficionado y conocedor de este entramado que es, introduzca las modificaciones necesarias en la ILP para que estos nombrados señores y muchos taurinos más, se abstengan de perpetrar y organizar espectáculos tan deprimentes como el de esta tarde o la anterior, o la tarde precedente a la anterior. Estamos a tiempo, aún queda margen de actuación. Taurinamente hablando no hay nada que reseñar. Escarbando mucho, se podría decir que el lote de Talavante aguantó dos tandas de medios pases en la muleta. Que una vez más la suerte de varas fue una auténtica estafa. Que el público de Sevilla debería estar en lo altares. Lo de esta tarde ocurre en otra plaza y el conflicto de orden público hubiera sido de portada de periódico. Eso les vale. En esta temporada se han reducido considerablemente los festejos en Sevilla, algo que hace cuatro o cinco años nadie hubiera vaticinado. Así que en 2020, con estos gestores y con estos actores, los toros en Sevilla será algo como muy testimonial de una gloria perdida y denostada por quienes en primer lugar tienen la obligación de defenderla. |
GALERÍA GRÁFICA (lopezmatito.com) |
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OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez) |
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LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez) |
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PUERTA DEL PRÍNCIPE (Javier Martínez) |
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