REAL MAESTRANZA - 2ª Novillada promoción

Así, imposible

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Mala noche en la plaza de la Maestranza. Temperatura extrema y agobios para una terna ante una novillada complicada, grande, seria y astifína de El Serrano. Sólo el extremeño Luis Manuel Terrón dio una vuelta al ruedo. Fernando González y Manuel Triana fueron silenciados en cada unos de sus novillos.

LA FICHA

ERALES: Se han lidiado erales de El Serrano, bien presentados, de complicado juego, serios y astifinos.

NOVILLEROS: -Fernando González (Escuela Sevilla-Amate), de gris y oro, silencio y silencio.
Luis Manuel Terrón (Escuela de Badajoz), de blanco y plata, silencio y vuelta al ruedo.

Manolo Triana (Escuela de Sevilla), de azul y oro, silencio tras aviso y silencio.
 
CUADRILLAS: Destacó en banderillas José Antonio Barrera ‘Purgui’.
 
INCIDENCIAS: Media plaza. Debutó en el palco presidencial José Luque Teruel. Fernando González pasó a la enfermeria en la faena del cuarto al ser volteado de forma violenta, seminconsciente y con un varetazo sin gravedad.

 

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Espectacular voltereta del utrerano Fernando González en el cuarto. (FOTO: Arjona)

 

 

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Masterchef taurino

Francisco Mateos

 


Manuel Viera.-

     Todo al revés. Erales que parecían novillos cuajados y hechos, cornalones y astifinos. Toros, vamos. Y novilleros sin experiencia estrellados ante su imposibilidad. Ni la pequeñez y poca seriedad de los lidiados en el pasado festejo, ni los salidos de presentación de esta noche. En el término medio está la virtud. Además, el mal estilo de unas embestidas propiciadas por la escasa casta, el mal genio y la mansedumbre de las reses de El Serrano hicieron de la noche un calvario para tres ilusionados jóvenes aspirantes. Lo intentaron todo, pero sólo consiguieron feos revolcones y muchos golpes.

     El peor parado fue Fernando González. El utrerano, que ya había pasado un mal rato durante la lidia del complicado primero, se vio desbordado por las embestidas del exigente cuarto. Le echó ganas, pero su escasez de oficio y su inseguridad le pudieron. De una espeluznante voltereta lo mandó a la enfermería, donde fue atendido de leve conmoción, algún que otro varetazo y múltiples golpes. A su primero lo mató mal, y al cuarto lo finiquitó, tras la cogida, Luis Manuel Terrón.

     Fue el alumno de la escuela de Badajoz quien se mostró más solvente durante la lidia de sus dos novillos. Con el manso segundo se gustó en unos lances a la verónica que llegaron de inmediato a los tendidos. E incluso replicó al quite de Manuel Triana con estilo y variedad. Luis Manuel Terrón consiguió, por momentos, atemperar las malas acometidas de un novillo sin clase. Faena intermitente con demasiados desarmes y aislados muletazos diestros de buen trazo. Con la espada no estuvo bien. Al quinto, todo un torito, consiguió templar e hilvanar una serie con la derecha que, a la postre, fue lo mejor de la noche. Tras los intentos con la zurda, más acelerada que la diestra, la faena fue a menos. Pese a su intermitencia y matar mal dio una aplaudida vuelta al ruedo.

     Manuel Triana poco pudo demostrar con el grande, serio y difícil tercero. Hizo lo que pudo durante una lidia agobiante en la que dejó alguna muestra de su buen concepto en escasos muletazos a derecha. Con el también complicado sexto le echó coraje y se quedó quieto hasta conseguir con la izquierda algún natural bien rematado con el de pecho. Fue arrollado a las primeras de cambio y no se amilanó, sin embargo, no estuvo bien con la espada en ambos novillos.

     Ya digo, mala noche en la Maestranza, sofocante por la temperatura extrema y preocupante por la angustia de una terna demasiado bisoña ante la complejidad de unas reses propicias para mandar a casa a más de uno. Y así, imposible.


AL NATURAL

Masterchef taurino

Francisco Mateos.-

     Me faltó ‘ná’. Esto. A punto de ‘ná’ ‘pa’ irme cuando no me dejaban entrar. Si por algo se caracterizan estos festejos de promoción es por el ambiente mucho más relajado y de diversión que aportan la ilusión de tres noveles buscando su primer triunfo en una plaza importante, y la forma de vivirlo en los tendidos, sobre todo con las abundantes neveras con bebidas frías que mitiguen el bochorno acumulado en la piedra de los tendidos y la cenita para la nocturna hora de estos festejos. Pues nada, que acabarán cargándose el invento. Allá entro en la plaza, y al acceder al tendido, el ‘securata’ de turno pagado por Canorea y Valencia:

-¿Me abre usted la nevera?.

Pues no; se lo digo yo: tres latas, que es lo que anda buscando, ¿verdad?

    Le digo al ‘securata’ que hace mucha calor, que además tengo hambre, y que o me tomo a gusto el tapeo viendo los chavales, o me voy tranquilamente por donde he venido a mi casa a cenar. El muchachito, pagado por la empresa maestrante, me propone que pida un par de vasos de plástico en el bar de la plaza y servir el contenido de las latas en esos vasos.

-Vale, haré lo que usted dice, pero cuando aquellos señores de allá arriba -señalo el palco maestarnte- también beban en vasos de plástico… ¿o me deja usted usar vasos de cristal?»

No, no se pueden usar vasos de cristal… Y los del palco, pues no sé, ellos son los dueños, y pueden hacer lo que quieran. Yo desde luego no les voy a decir nada. Esta es su casa y pueden hacer lo que quieran…

     Pues no, señor ‘securata’. No. Dirá usted que se ‘caga’ antes de subir a decirle algo a los maestrantes… Será su casa antes de las diez y después de las doce de la noche, pero resuta que de diez a doce hay anunciado un espectáculo público -la Junta de Andalucía lo autoriza pero también permite reiteradamente estos abusos y discriminación-, y la Ley es de obligado cumplimiento para todos. Además, ¿a qué bendito aficionado se le va a ocurrir lanzar una lata de cerveza o un vaso a tres chavales que están empezando, por Dios…? Si somos los más civilizados del mundo, o miren ustedes las gradas de los estadios… Y además, éticamente no voy a permitir que me consideren ciudadano de segunda y los señores maestrantes ciudadanos de primera. Por ahí no paso. Se me ocurre otra opción:

Entonces, ¿usted sólo vigila este tendido? ¿La grada de arriba no?

-No, la grada no.

-Bueno, pues entonces me voy para la grada con mis tres latas y se acabó el problema… Y la primera, a su salud y a la de los que le pagan para intentar que no llevemos bebidas y nos claven a tres eurazos la cervecita de Estrella del Sur…

     De verdad se lo digo. Me faltó ‘ná’ ‘pa’ estar en casa de vuelta y que se queden los maestrantes con su plaza vacía, con sus vasos de cristal y con su empresa casi centenaria y el monopolio taurino sevillano.

     Al final, en el balconcillo de la gradita, saludito al ‘securata’ de abajo. «A su salud», con guiño cómplice de que cada uno ha sido éticamente responsable. Y hay que ver cómo ha evolucionado esto del tapeo en los tendidos. Los hay de todos los colores y clases, una variedad inmensa de forma del tapeo sevillano. Alguien debería apuntar a la Maestranza como posible escenario para uno de los programas de la próxima temporada de Masterchef. De arte. Pero ojo, que les sirva de aviso: si tienen pensado ir en pandilla o con los críos a la plaza de toros uno de estos jueves, ¡cuidado! Casi con toda seguridad se encontrará con un férreo control que le confiscará los tapones de las botellas, le quitará los envases o botellas de cristal y le retirará las latas de bebidas; salvo que sea usted maestrante, que entonces tiene via libre de la empresa y de la Junta de Andalucía para beber y comer lo que sea y como sea. Así que queda avisado: en vez de echar un rato agradable con la familia o amigos en las nocturnas de los jueves se puede llevar un disgusto. Un corte de digestión, vaya.

 


GALERÍA GRÁFICA (Arjona)

Fernando González.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Luis Manuel Terrón.

Manolo Triana. Manolo Triana. Manolo Triana.
Manolo Triana. Manolo Triana. Manolo Triana.

 

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