La Unión Taurina de Abonados ha realizado balance de la Feria de Abril, valorándola de forma insuficiente en cuanto a presentación y juego de toros, y actuaciones de toreros. Piden a la empresa que aclare el nivel de abonados de la plaza actual, y a la Junta que explique los bailes de corrales.
Redacción.-
La Unión Taurina de Abonados de Sevilla ha emitido un comunicado realizando una valoración final de la recién finalizada Feria de Abril de Sevilla. Confirma un descenso del número de abonados, pero demanda de la empresa de la Maestranza que sea clara e indique en qué mivel de abonados se encuentra actualmente la plaza. Valora la Feria de Abril de forma insuficiente en cuanto a juego y presentación de los toros, y a actuaciones de los toreros. También exigen a la Junta de Andalucía que explique qué ha ocurrido en los corrales durante la pasada Feria de Abril, por el incremento de toros rechazados.
El comunicado de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla, de forma resumida, es el siguiente:
«Que los árboles no impidan ver el bosque con los cantos de sirena de los voceros de siempre, los cuales presentan la reciente Feria de Abril resaltando escasos éxitos, obviando que el cómputo final es termendamente negativo tanto en el ganado bravo como en los toreros. Tras catorce festejos donde lo único verdaderamente reseñable sea la lección de torería y poder de El Juli, el buen sabor de boca de Antonio Nazaré y la explosión final en la corrida de Miura de Manuel Escribano, con los añadidos detalles de los triunfos de varios subalternos, entre los que destacan Trujillo, Alcalareño, Neiro y sobre todo Adalid, es muy poco bagaje en esta deprimida tauromaquia .
Tanto es así que un año más se ha notado el descenso de abonados, aunque seguimos sin conocer cifras. Continúa en este sentido una completa distorsión de sintonía entre la empresa y los abonados continuando ellos con su ejercicio de soberbia y de no querer escuchar a quienes les mantienen el negocio.
Otro de los factores negativos, y que sin duda influye muy mucho en el desarrollo de los festejos, es la baja calidad del ganado lidiado, aunque esto es un mal general en la Fiesta y Sevilla no podía ser menos. Ccuadri, Victorino, El Pilar, Juan Pedro Domecq (novillada), los diversos hierros de la encerrona de Manzanares, Cuvillo y Torrestrella… Son demasiados hierros que han fracasado, sin que el resto de los lidiados fueran un cúmulo de virtudes. En todas las corridas sin excepción desapareció la suerte de varas. Era bochornoso que, tarde tras tarde, fuera puro teatro la actuación de picadores, llegando este año a darse un paso más en el sentido de que en algunos toros no se llegaba ni a simular la suerte; simplemente no existía.
En absoluto estamos de acuerdo que la corrida de Miura sea triunfadora de nada, solamente por el hecho de haberse producido el triunfo de Escribano. El toro ‘Datilero’, al que se concedió graciosamente vuelta al ruedo, triunfador en muchos premios, recibe una primera vara simulada y en la segunda ni señalaron el puyazo. Luego, en la muleta, Escribano estuvo por encima del toro, arrancándole una faena que no tenía, refrendando su actuación con una fenomenal estocada. Todo el mérito es del torero.
En el capitulo de la presentación del ganado, significar que al igual que ocurre en todas las plazas cuando se anuncian figuras, sale por chiqueros el toro terciado o simplemente anovillado y de cara escasa para plaza de primera, y aquí en Sevilla por lo visto en esta Feria, no ha sido suficiente rechazar gran cantidad de toros, cuando lo que saltó al ruedo era la mayoria de las veces de trapío menos que justo. En este aspecto se deja ver ciertas contradicciones que la autoridad debe explicar públicamente para clarificar que los toros que se reseñan en el campo son después rechazados en el reconocimiento. Si es la empresa la que presenta toros distintos a los reseñados en el campo, que se diga; ni no es así, que se explique la causa».