Como cada año, llegado el mes de febrero la Maestranza comienza a ponerse «guapa» gracias al exquisito mimo de los maestrantes. Obras menores en su fachada realizadas para maquillarla con la cal blanca, la pintura color albero de los adornos y el rojo sangre de toro de las puertas. Es el ritual taurino de cada año, la particular «Cuaresma» de la sevilla taurina.