GALLEANDO

Es lo que se estaba reclamando

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«…La mirada del diestro sevillano, punto focal del retrato, melancólica, elegante y profunda, capta a la perfección con enorme naturalidad la personalidad del genial torero. Como buen realista, Hernán Cortés, ha sabido mostrar con su obra la eficacia para transmitir su mensaje, convirtiendo el resultado en un hecho preciado y comprendido por el público…»

Manuel Viera.-

     Nunca deja de sorprender una pintura. Para bien o para mal. Y es que, en esta ocasión, la efigie de Hernán Cortés, con la que se va a anunciar la temporada de toros de 2013 en la Maestranza, tiene la peculiar cualidad que provocan determinados artistas que, cuando gusta, gusta mucho; e incluso entusiasma. Era algo previsible en esta apuesta de la Real Corporación maestrante, con golpe de efecto tamizado por el refinado buen gusto del pintor gaditano, que a la obra de este retratista con reminiscencias velazqueña habría que darle la razón crítica tras los últimos años de desaciertos artísticos sólo justificados por el valor de las respectivas firmas de autor.

     La enorme distinción, la sutileza en la pintura de Hernán Cortés es algo fuera de toda duda. Su dominio magistral del trazo, o la sorprendente capacidad para conseguir mucho con simplificados recursos, tiene como resultado un cartel de coherencia indiscutible. Lo que hace valorar, no sólo su habilidad como pintor, sino su creatividad de aparente simpleza como artista. De manera que ha conseguido con el retrato de Juan Belmonte incorporar a su obra el estilo cartelista, el realismo bizarro, que es, en definitiva, lo que se estaba reclamando.

     La mirada del diestro sevillano, punto focal del retrato, melancólica, elegante y profunda, capta a la perfección con enorme naturalidad la personalidad del genial torero. Como buen realista, Hernán Cortés, ha sabido mostrar con su obra la eficacia para transmitir su mensaje, convirtiendo el resultado en un hecho preciado y comprendido por el público. Una obra contundente y de impecable técnica, bien pensada y bien hecha, que no necesita explicaciones ni justificaciones. Y esto es de agradecer ante la debilidad generalizada por las modas de turno en las últimas temporadas taurinas en Sevilla.


*Manuel Viera es redactor y responsable de las crónicas de Sevilla Taurina, así como colaborador taurino de Punto Radio en Sevilla y Utrera. (manuelviera.com).

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