AL NATURAL

«Oiga, ¿es ahí el enemigo? Pues que se ponga El Juli»

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La inolvidable escena de Gila y su teléfon de guerra escenifica perfectamente la situación actual entre la empresa de Sevilla y El Juli.
La inolvidable escena de Gila y su teléfon de guerra escenifica perfectamente la situación actual entre la empresa de Sevilla y El Juli.

«…que nadie se atreva a decir que El Juli se niega a torear en Sevilla. Sería la mayor mentira y con mayor maldad. El Juli quiere torear en Sevilla, está deseando, pero lo que no quiere es sentarse a negociar con una empresa que el año pasado no le trató como debía. ¿O es que alguien duda de que si hubiera otra empresa en Sevilla tanto El Juli como José Tomás torearían en la Maestranza?…»

Francisco Mateos.-

     Han pasado 24 horas desde que se comenzara a afirmar con rotundidad por unos, y a poner en cuestión por otros, que El Juli no estará en la próxima Feria de Abril. Todo empieza cuando la empresa de Madrid (que a pesar de tener San Isidro un mes después que la Feria de Abril, no espera a comerse ‘los turrones’ como los empresarios de Sevilla para atar cuanto antes a las figuras) llama al apoderado de El Juli y éste le comunica que el madrileño ha decidido no torear en Madrid este año. Bueno, no torear en Madrid este año porque la gestiona la misma empresa que el año pasado le ‘puteó’. El niño Juli le ha echado cojones a la todopoderosa empresa de Madrid. A mí estas rebeldías toreras contra el poder establecido y monopolista siempre me han embaucado y apasionado.

     Digo yo que una vez que el empresario de Madrid lo dice públicamente, si yo fuera el empresario de Sevilla no iba a seguir esperando a comerme ‘los turrones’, sino que tendría ‘las carnes abiertas’ porque una baja como El Juli me puede hacer mucho daño para intentar recuperar los abonados perdidos estos años atrás. Vamos, que como mi admirado Gila cogería de inmediato el teléfono y preguntaba: «Oiga, ¿está El Juli? Pues que se ponga». Y el ejemplo de Gila no es sólo por la llamada urgente que sería necesaria hacer desde Sevilla, sino porque precisamente era también un teléfono ‘de guerra’, que es el caso. Vamos, que me veo a Ramón Valencia vestido de militar a lo Gila, con casco y todo, con el teléfono negro de los sesenta, marcando el teléfono y preguntando: «¿Es ahí el enemigo? Pues que se ponga El Juli».

     Pues han pasado 24 horas desde que El Juli le dijo ‘No’ a la empresa de Madrid, y aunque he buscado y rebuscado, no he encontrado nada sobre si Ramón Valencia ha llamado o no a Roberto Domínguez. ¿Es de recibo? ¿Es que no tienen sangre en las venas? ¿Acaso van a seguir esperando a después de ‘los turrones’ para llamarle con la tensión que hay entre las partes y las barbas del vecino que ha visto cortar ayer? Pues mucho me temo que no ha habido llamada a Roberto Domínguez. Y casi seguro que si es así, no la ha habido porque la empresa de Sevilla intuye que la respuesta va a ser la misma que a sus colegas de Madrid: no. Y la empresa de Sevilla es muy orgullosa para recibir negativas. ¿Qué pescadería de Sevilla que se entera que hay huelga indefinida en los puertos de Huelva no llamaría de inmediato para interesarse por el tema y si le puede afectar a aus negocios?

     Me imagino perfectamente a Roberto Domínguez y al lado a El Juli sentados junto al teléfono, esperando a que suene el móvil y aparezca en la pantallita ‘Llamada entrante/Canorea-Valencia’, y entonces dirán, ahora es la nuestra: «No vamos a Sevilla. Si el año pasado no contábais con El Juli ni le distéis el sitio que se había ganado en el ruedo, pues este año es El Juli el que no cuenta con vosotros. Buenas tardes… piiiiiiiiiii».

     Y ojo: que nadie se atreva a decir que El Juli se niega a torear en Sevilla. Sería la mayor mentira y con mayor maldad. El Juli lo que no quiere este año es torear en la plaza de Canorea-Valencia. Que nadie intente maquillar lo que no es: El Juli quiere torear en Sevilla, está deseando, pero lo que no quiere es sentarse a negociar con una empresa que el año pasado no le trató como debía. ¿O es que alguien duda de que si hubiera otra empresa en Sevilla tanto El Juli como José Tomás torearían en la Maestranza? Pues han pasado 24 horas y parece que alguien no se da por enterado. Ramón Valencia, llama.


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