No escatimaron esfuerzos

Los descastados y complicados novillos de la ganadería de Victoriano de Río han malogrado el triunfo en la última novillada, fuera de abono, programada en la Maestranza. Gonzalo Caballero saludó en ambos novillos. Gómez del Pilar fue ovacionado tras finiquitar al cuarto de la noche. Rafael Cerro sólo fue silenciado.

Manuel Viera.-

     Veinte años ya. Veinte años desde aquel fatídico 13 de septiembre en el que un utrero del Conde de la Maza le perforó el corazón a Ramón Soto Vargas. Durante el emotivo silencio tras el paseíllo se recordó el día y la trágica escena allá cerca de las tablas del siete. Tres horas más tarde el gitano torero yacía en la sala de prensa de la plaza de toros. Veinte años después, y en parecido festejo, otro utrero condeso matuvo el escaso interés de una tarde-noche venida a menos por el desastrosos juego de cinco novillos de Victoriano de Río.

     Porque ni la demostrada actitud de la terna pudo vencer las dificultades de una novillada fea de hechuras, grande, alta y astifína, descastada y sin una pizca de calidad en sus embestidas. Y así, imposible. No escatimaron esfuerzos los que volvieron a la Maestranza con ansias de triunfo. Lo demostró Gómez del Pilar, que en sus dos novillos se fue a portagayola a recibir de limpias largas cambiadas a sus oponentes. Pues ni por esas pudo llevar emoción a los tendidos. A su primero, descastado hasta llegar a buscar las tablas desesperadamente, le pudo con enorme disposición y buen pulso hacer el toreo diestro con elegantes, pausados y largos trazos. La armonía de los muletazos, empobrecida a veces por la sosería del utrero, le supuso construir una faena muy por encima de la nula calidad del novillo.

     Con el cuarto, de astifinos pitones, difícil y complicado, expuso valor y ganas desde las zapopinas del quite hasta la estocada final. Inició faena de rodillas citando desde los medios, siendo arrollado sin consecuencias en el primer muletazo diestro. Después todo trascurrió en un querer y no poder doblegar las complicadas embestidas de un novillo que calamocheaba sin cesar. Sólo con la derecha logró trazar algún que otro muletazo suelto de calidad. Al primero lo finiquitó de media estocada baja tras pinchazo, y de espadazo casi entero el cuarto.

     El toreo de Gonzalo Caballero otorga atisbos de transparencia en sus formas clásicas. Su faenas tuvieron momentos vivaces y enérgicos, pero al mismo tiempo imbuida por momentos en una elegancia muy alejada del frenesí y la agresividad propia del que empieza. Faena centrada en la diestra con el noble aunque parado tercero, en la que los templados muletazos fueron ligados y hasta rematados. La única manera de encarar las exigentes embestidas del sexto -novillo del Conde de la Maza- y poderle fue hacer con ellas toda una exhibición de valor y raza. El madrileño cumplió con estos requisitos y el juego funcionó a medias, sin que los resultados finales fuesen los deseados.

     Ya digo, tres novilleros que estuvieron por encima de los complicados y descastados novillos, aunque sin mostrar las cualidades y calidades demostradas en anteriores comparecencia en esta plaza. Dos de ellos, Rafael Cerro y Gonzalo Caballero, volverán, junto a Tomás Angulo, en la novillada de triunfadores programada como prólogo a las corridas de toros de la próxima Feria de San Miguel.

Fracaso

Francisco Mateos.-

     Han acabado las dos novilladas con picadores fuera de abono programadas por la empresa sin pena ni gloria. La empresa, a la que desde esta triubuna le hemos reclamado mil veces que es necesario un importante golpe de timón, un esfuerzo para salir del adocenamiento y comodidad en la que se ha instalado desde hace años, incluyó alguna modificación importante en estas novilladas septembrinas. Ya que sigue haciendo calor en Sevilla y dado el buen resultado de público obtenido en las sin caballos de julio, se decidió por anunciar estas dos novilladas de septiembre también en jueves y horario nocturno, como las de julio; hasta ahora siempre se habían ofrecido las de septiembre en domingo y en horario de tarde. Pero, y demostrado queda, el asunto a pelear y hacer más atractivo no es ni la fecha ni la hora, sino el precio. Estas dos novilladas costaban en sus entradas más económicas (las más demandadas) casi el doble que las sin caballos, y esa es la gran diferencia para el fracaso de estas y el éxito de aquellas. Y no creo que los costes de las con caballos sean casi el doble que las sin caballos. El experimeinto no ha salido y Canorea y Valencia suman un nuevo fracaso de gestión. Es necesaria mucha más imaginación, mucho más trabajo, un buen estudio y plan para seducir a los sevillanos. Con sólo cambiar el día y la hora, y esperar sentado a que la gente llegue sí o sí, no se logra el objetivo. Pero como aquí la empresa no habla, ni ofrece ruedas de prensa más que dos al año (la pintoresca de los carteles Feria de Abril y novilladas sin picadores), como no hace puesta en común con los aficionados y abonados, pues nos quedaremos sin conocer sus reflexiones. 

     Otro fracaso ha sido el resultado artístico de las dos novilladas. Engullidos en un ambiente triste (la Maestranza de noche con calor y mucha gente es muy bonita y crea un ambiente propicio, pero con muy poco público y de noche entran ganas de comenzar a tumbarse para coger el sueño…). Hoy había muchas esperanzas: cartel con tres novilleros buenos y un nombre ganadero de lujo con utreros. Sorprendía que Victoriano del Río lidiara en la Maestranza novillos, cuando el año que viene los puede vender a precio de toros al ser una ganadería con demanda sobrada para colocar sus corridas. Viendo el juego de los novillos parece que eran los desechos que no quería para toros, y nos ha colado el gol a los sevillanos con el visto bueno -se supone; y si no, con la torpeza- de la empresa.

     Una última reflexión para recordar la memoria de Ramón Soto Vargas, tío del actual Oliva Soto, al que aún recordamos como caía desplomado en brazos de Juan de Triana, mortalmente herido por un novillo del Conde de la Maza, hace hoy justo 20 años. Y ya tiene guasa y falta de sensibilidad que en un día tan sensible y con lo supersticioso que son los toreros y banderilleros, la empresa no haya tenido otra ocurrencia que parchear la novillada con un sexto precisamente del Conde de la Maza y otros más de sobreros…

GALERÍA GRÁFICA (lopez-matito.com)