El alumno de la Escuela Taurina de Écija, ha logrado la única vuelta al ruedo del cuarto festejo de promoción en la Maestranza. Los tres aspirantes evidenciaron carencias con los exigentes erales de La Quinta.
Los novillos de procedencia ‘Santa Coloma-Buendía’ de La Quinta achicaron la forma de exponer su toreo a los tres jóvenes aspirantes, que no acabaron de entender unas embestidas de triunfo |
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Manuel Viera.-
Los argumentos esgrimidos para justificarse ante las posibles dificultades que les planteaba el encaste no fueron muy concluyentes, de ahí que el resultado final de una terna demasiado inexperta no tuvo el atractivo esperado. Y es que los novillos de procedencia ‘Santa Coloma-Buendía’ de La Quinta achicaron la forma de exponer su toreo a los tres jóvenes aspirantes, que no acabaron de entender unas embestidas de triunfo.
Triunfo que pudo alcanzar con el cuarto el novel más placeado, Manuel Rodríguez, que supo mostrar con la diestra un toreo de buen gusto, despacioso e hilvanado y con buenos remates de pecho. De ahí que la faena empezara a adquirir momentos de distinción y elegancia. Sin embargo, quedó mermada en la intención de hacerlo con la izquierda. La casta del buen eral le complicó lo pensado, y aunque el alumno de la Escuela Taurina de Écija siempre quiso, no consiguió definir después al natural. Mató mal, pero sí se tomó la licencia de recorrer el ruedo para agradecer así las palmas de sus seguidores. Antes, con el flojo primero, había mostrado momentos de calidad en unos los lances de recibo y, sobre todo, en algún que otro muletazo diestro. Con media estocada lo mandó al desolladero.
Fue esto lo mejor de una noche de gran ambiente en los tendidos, de muy agradable temperatura, y con una plaza que fue ocupada en algo más de la mitad de su aforo. Gente a la suyo, que sólo se inquietó cuando Antonio Navarro ‘Niño de Osuna’ cayó delante de la cara del primer eral resultando herido en el muslo derecho de pronóstico ‘menos grave’. El resto de la función tuvo escaso contenido.
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El cordobés residente en Badajoz se apañó una actuación más aparente que real. Javier Moreno, apodado ‘Lagartijo’, quiere hacerlo todo muy despacio, muy torero, pero acabó después mostrando su desconfianza con un toreo vacío, aunque de bonito trazo y posturas estudiadas, carente de contenido. Con el encastado quinto no pudo una cuadrilla demasiado a la deriva. Mala lidia y discontinua faena de un aspirante poco solvente y pésimo matador. |
Quizá más decepcionante fue el caso de Rafael Reyes. El alumno de la Escuela del Círculo Taurino de Córdoba ha mostrado en otras ocasiones atisbos de refinadas y templadas formas. Sin embargo, esta noche no fue el caso. Faena descompuesta, desmenuzada, y a veces demasiado despegada al buen tercero, con escasos momentos de calidad, pese a que en el natural bajase la mano y lo intentara hilvanar. Tampoco con el rajado sexto -muy mal lidiado y banderilleado- logró el equilibrio en un trasteo discontinuo y sin emoción con el que no consiguió agradar a los tendidos. Con los aceros, mal.
A la finalización del festejo el jurado designó para la final del próximo día 2 de agosto a Miguel Ángel León, de Gerena; Alejandro Pavón, de la Escuela de Sevilla-Amate; y Lama de Góngora, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla.
AL NATURAL |
En breve
Francisco Mateos.-
EN BREVE.
GALERÍA GRÁFICA (lopezmatito.com) |
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