David Vázquez, Cuqui y Luis Vilches protagonizan lo más brillante
Utrera – Festival a beneficio de damnificados por las inundaciones, Domingo 16 de Diciembre de 2007
El rejoneador y Vilches cortan dos orejas y rabo, mientras que Cuqui de Utrera logra el doble trofeo. El novillero Juan Manuel Tirado, oreja. Vueltas para los astados de Murube y Juan Pedro Domecq. Escasa respuesta de público a pesar de ser el único festejo celebrado en esta localidad este año y que todos los actuantes eran locales.
Manuel Viera.- No fue la organización de este festival benéfico un snobismo de los empresarios y demás co-organizadores, sino una fabulosa iniciativa, que no se ha hecho realidad en este día, con el objetivo principal de su propio objetivo: endosar un puñado de euros a esas muchas familias utreranas damnificadas por la enorme riada del pasado noviembre. Sin embargo, no sé qué circunstancias han debilitado la colaboración de los vecinos con su gente no acudiendo a la plaza y dejando, otra vez, muestras de dejadez y escasa solidaridad con los que ahora lo necesitan. Y no me vengan con monsergas de crisis económicas y proximidad de fiestas navideñas. Difícil, muy difícil, lo van a tener los utreranos para reivindicarle a la administración local la pronta puesta en funcionamiento de la nueva plaza de toros con este comportamiento, cuando toros tienen y motivos para acudir, y se quedan a verlas venir. ¡Ay, qué oportunidad perdida para demostrar afición y reivindicar lo que Utrera por historia se merece! No se produjo el éxito económico. Las 750 entradas vendidas no dan para mucho. Para cubrir gastos y poco más. De todas formas, los que a la plaza acudimos disfrutamos con el rejoneo de David Vázquez, un joven caballero con enormes perspectivas de futuro. Las maneras diferentes del toreo de Joaquín Díaz, y la categoría sin límites de la formas de Luis Vilches. Al joven rejoneador sevillano se le atisba un prometedor futuro. David Vázquez combina en sus formas un extraordinario cóctel basado en la espectacularidad y el más puro clasicismo de su toreo. Templa las embestidas con exquisita monta. Clava al quiebro muy despacio y en perfecta rectitud, sin aspavientos ni alardes para la galería. Vázquez anduvo sensacional con el buen toro de Murube, premiado con vuelta en el arrastre. Clavó y mató arriba y lo hecho tuvo una enorme verdad. Las formas de Joaquín Díaz 'Cuqui de Utrera', que siguen estando marcadas por la lentitud y el empaque, sostienen una constante viveza. Todo lo que hace Joaquín tiene un contagioso aire de verdad. Es distinto. Toreó de capa con empaque para después prologar faena con extraordinarios pases por bajos y ejecutar un notable trasteo, tanto a derecha como a izquierda, muy templado y bien rematado. Lo hecho al noble y encastado novillo de Julio de la Puerta tuvo hondura y una belleza extraordinaria, con los suficientes matices como para no dejar insensible a nadie. Con la espada no estuvo bien. Buena falta está haciendo en el panorama taurino la consolidación de un torero de la categoría de Vilches. Su técnica parece impecable, pero además su toreo también es de los grandes y penetra de manera inmediata en los tendidos. La faena de Luis al noble, aunque flojo toro, de Juan Pedro –mal premiado con la vuelta al ru do- tuvo un indudable interés y belleza. Desde los acompasados lances a la verónica a los naturales lentos y largos con los que prologó faena. El utrerano ofreció una deliciosa muestra de seis muletazos zurdos en los que destacó el emocionante temple y el grandioso remate. Y en no menor medida la profundidad y el ajuste de los pases. Gustó Vilches y se gustó el torero y… además mató sensacional. Curro Durán quedó inédito.El ejemplar de María Luisa Domínguez no admitió ni un sólo pase. Abrevió para terminar con una estocada de nota. Tampoco la gracia y el empuje del toreo de Domingo Valderrama pudo ser demostrado. El novillo de origen Santa Coloma de Sebastián Santiago, casi inválido y complicado, no le dio opciones de lucimiento al torero utrerano. Con la espada no estuvo acertado. La elegancia y las refinadas formas de Alberto de la Peña no afloraron en la mañana de toros utrerana. El novillo de Los Recitales, muy complicado, le hizo esforzarse a fondo para a cambio conseguir muy poco. Con el descabello se eternizó. Y puso epílogo al festejo con un fuerte eral del Conde de la Maza, Juan Manuel Tirado, becerrista local y alumno de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla. Es obvio que a Tirado le falta el oficio, pero quizá le sobren ganas para aprenderlo e intentar ser alguien en esto. Caracteriza su toreo el buen gusto. Tanto con la capa como después con la muleta se le apreciaron detalles, sobre todo en los adornos, trazados con unas formas de estilo clásico pero aún muy faltas de definición. Tardó en matar, pero siempre lo quiso hacer por arriba.
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