Álvaro Núñez Benjumea.-
Había que dejar pasar un tiempo para asimilar lo que ocurrió en Sevilla el 30 de abril del 2011, fecha que entra ya en la historia de la ganadería Núñez del Cuvillo. ‘Arrojado’ ya es parte de la historia de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla como el primer toro indultado en esa plaza.
No es fácil describir la emoción de los que tuvimos la suerte de estar presente esa tarde. Como ganadero, hubo tres que rayaron un nivel excepcional. Hubo otros, como el quinto, que no sirvió. El segundo de Aparicio que, aun no sobrándole raza, tuvo buen estilo pero lo mataron en el caballo. De hecho, estuvo a punto de echarse en la muleta, muerto. Y un sobrero, primero de Morante, encastado, nada fácil, falto de clase pero con un buen pitón derecho.
De los excepcionales, el primero, ‘Halcón’, que era, a priori, el de mayor garantía y al final no nos defraudó, fue un grandioso toro. El tercio de quites de Morante fue monumental, la tercera verónica fue para el recuerdo. Después, en la muleta, no se acabó de ver en toda su extensión.
Pero la tarde la protagonizó Jose Maria Manzanares y la quiso compartir con ‘Arrojado’. Desde los primeros tercios ya apuntó su clase, pero fue en el tercio de muleta donde toreo y bravura coincidieron en manos de Manzanares y ‘Arrojado’. Fijeza, prontitud, entrega, galope, compás, celo y fiereza puestas a disposición del mejor toreo posible: el de Manzanares en la Maestranza. Cadencia, sometimiento, temple, largura, infinidad de adjetivos en el toreo eterno de Manzanares. Puede uno escribir pero es imposible describir las emociones. Y fruto de todas esas emociones, puesta la plaza en pie más de cuatro veces, surgió espontáneamente, de forma natural pero al unísono, la petición de indulto.
Se había abandonado al toreo Manzanares, cerrado en tablas con el toro. Pareció que ‘Arrojado’ iba a desistir de la pelea, pero no, se lo llevó de nuevo a los medios, al galope el toro, para en una última tanda compartir el triunfo con el toro, el indulto. ¡La vuelta al ruedo con Manzanares no la olvidaré nunca!
Todavía nos quedaba el sexto, ‘Campanito’, frente a él el señor de Sevilla, Manzanares. ¡Otra vez!, ¡otra explosión de toreo! Tiempla y revienta la embestida del toro con la derecha y cuando coge la izquierda, una tanda para la eternidad. ¡Viva el toreo!
Su salida por la Puerta del Príncipe fue un cúmulo de pasiones de un público enfervoricido por el toreo.
*Álvaro Núñez Benjumea es ganadero, representante de la ganadería de Núñez del Cuvillo.