«…las formas diferenciales de estos tres jóvenes sevillanos es otra cosa. El trio, después de todos los intentos posibles en temporadas anteriores, ha conseguido verse acartelado para lidiar dos toros cada uno, y no hacerlo en ese cartel de ‘seis para seis’ desaparecido de la programación de la Feria que comienza hoy…»
Manuel Viera.-
Sevilla es especialmente proclive a la militancia artística afiliada a una estética, a una forma de torear autoafirmada a determinados conceptos, sin negarse, es obvio, a otras muy variadas maneras de concebir el toreo. Pero las formas diferenciales de estos tres jóvenes sevillanos es otra cosa. El trio, después de todos los intentos posibles en temporadas anteriores, ha conseguido verse acartelado en el ciclo maestrante para lidiar dos toros cada uno, y no hacerlo en ese envenenado cartel de ‘seis para seis’ desaparecido de la programación de la Feria de Abril que comienza hoy.
Son tauromaquias desemejantes a las habituales en ese inacabable muletazo que aflora con todo el aroma de la naturalidad. Tres toreros que violan la norma para poner tintes de esencias a la lidia. La ilusión vuelve para ellos y para una gente deseosa de verlos triunfar. De contemplar la realidad de quienes desusan cualquier atisbo banal para convertir en reveladoras variantes lidias, tan emotivas como desacostumbradas.
Francisco Lama de Góngora actúa como tal. Sus formas buscan descaradamente una tauromaquia basada en peculiar concepto sin dejar de ser fuente de inspiración en su expresiva naturalidad. Sigue buscando nuevos horizontes para que aquella bonita historia que empezó con una Puerta del Príncipe, siendo aún becerrista, no se quede sin final.
José Ruiz Muñoz tiene aromas de Romero. Lo ha evidenciado desde sus inicios como novillero. La remembranza al inimitable arte currista ha sido patente en expresivos detalles de emotividad con capote y muleta. Despaciosidad, empaque y elegancia de un toreo distinto que es, sin duda, testimonio claro y rotundo. Un presente y un futuro.
En Juan Carlos García ‘Calerito’ el toreo es la declaración de un concepto concebido con vocación de convencer y emocionar. Un toreo muy útil para contemplar y sobre todo para degustar. Un toreo largo en el trazo y breve en las series, despacio, de mano baja e hilvanado. Un toreo rotundo e irresistible. Los tres se las apañarán esta tarde de domingo en la Maestranza para encontrar recursos con los que mostrar sus deliciosas fantasías. Bellas muestras de ese toreo diferencial trufado de sevillanismo con el que embaucarán a su gente. Sevilla se lo agradecerá.