Lo dona al Museo de la Maestranza

El vestido de Morante se queda en Sevilla para siempre

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Morante, junto a Santiago León, teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, en el acto de entrega del traje del triunfo del rabo en Sevilla.

José Antonio ‘Morante de la Puebla’ ha tenido un lógico y bonito gesto con la historia del toreo en Sevilla. No ha dudado en donar al Museo Taurino de la Real Maestranza el vestido de la histórica tarde del miércoles de farolillos en la que cortó las dos orejas y el rabo. De esta forma, este vestido se queda como recuerdo perpetuo en Sevilla.

Redacción.-

     El diestro sevillano Morante de la Puebla ha donado al museo de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla el traje de torear que lució el pasado 26 de abril, fecha en la que cortó las dos orejas y rabo a un toro de Domingo Hernández, después de 52 años sin concederse ese galardón a un torero a pie. El acto de donación se ha celebrado a mediodía de este jueves en un concurrido acto en el Salón de los Carteles de la plaza de toros, que ha subrayado la importancia del acontecimiento vivido ese miércoles de farolillos.

     Se trata de un terno celeste bordado en azabache de la sastrería madrileña de Justo Algaba basado en unos antiguos diseños del obrador de Uriarte para reproducir el mismo terno que llevó Joselito ‘El Gallo’ el 30 de septiembre de 1915, fecha en la que cortó la primera oreja que se concedía en la historia del propio coso del Baratillo. «Este traje va a ser parte de la historia de esta Casa, de la historia de un toreo espléndido, de una tarde memorable, gracias también a ‘Ligerito’, un toro de la ganadería de Domingo Hernández que propició una memorable faena y el corte de las dos orejas y un rabo», ha enfatizado Santiago León Domecq, teniente de hermano mayor, al comienzo del acto.

     Ha advertido de que la donación del traje de Morante –de otro terno que ya ha vuelto a casa del torero- ya estaba prevista en la agenda de actos de la Maestranza pero el suceso del día 26 acabó cambiando los planes sin modificar el calendario. El propio torero se presentó en la plaza después de su triunfo para recoger el vestido que ya había entregado a la Casa. Lo cambió –ayudado por el propio Santiago León- por el que había vestido para cortar el rabo del astado de Domingo Hernández en una de las mayores apoteosis que se recuerdan en el coso del Baratillo.

     Santiago León ha destacado el «aprecio y la consideración» que la Maestranza profesa a Morante de la Puebla al que definió como «torero de la Casa». «Habíamos pensado en uno de los trajes de los toros a los que ya había cortado dos orejas pero después del triunfo, del rabo que corté, creí que este vestido era el que tenía que venir al museo de la Real Maestranza», ha apostillado Morante. «En mi casa lo guardaría con mucho cariño pero aquí va a tener más notoriedad y lo van a poder disfrutar mucha más gente, los aficionados y todos aquellos que quieran echar la vista atrás para recordar la faena del rabo», ha explicado el torero concluyendo que «el traje pertenece a vosotros, a la historia». Este traje va a tener «mucha visibilidad» en el Museo de la Maestranza y «va a traer muchos recuerdos» para todos los que estuvieron o vivieron de alguna manera este acontecimiento. «Cuando te lo piden con cariño, es razonable hacer esto, porque no había nada mío en este museo y lo he donado con mucho gusto y lo van a poder ver muchísimas personas».

     Después de cortar ese histórico rabo, el torero de La Puebla asegura que «siempre quedan cosas por hacer», una de las más inminentes es Madrid, «en la que pienso en el máximo triunfo posible». Para llegar a la cita de Las Ventas, el diestro cigarrero se prepara «como puedo, a veces de manera más física, otras más psicológica…», porque esta es «una plaza convulsa en la que uno no se sabe qué puede pasar y mi intención es que salga algún toro como los que salieron en Sevilla y poder realizar un toreo así». Con «respeto y las dudas lógicas» prepara su llegada a Madrid.

     Esta última semana ha estado cargada de emociones para el cigarrero. «El disfrute tarda en llegar, porque uno está pensando en muchas cosas» y hay otros compromisos por delante como Madrid, Jerez o Córdoba. «Son satisfacciones muy bonitas por los aficionados y los seguidores que tengo, que ya anhelaban un triunfo mío así en la Maestranza». La salida por la Puerta del Príncipe y su traslado al hotel en volandas «la recuerdo con muchos empujones y mucha ilusión, porque veía a los aficionados que llegaban para llevarme un ratito en hombros y venían con lágrimas en los ojos y eso es emocionante».

     El teniente de hermano mayor, como muestra de agradecimiento, le ha entregado una medalla conmemorativa –son piezas numeradas y el número 1 corresponde al rey Felipe VI, Hermano Mayor del cuerpo nobiliario- del 350 aniversario de la Real Maestranza que se conmemoró en 2020.

UN VESTIDO CON HISTORIA

     El propio torero ha explicado el origen del dibujo del bordado, tomado de un vestido cosido por Uriarte que había pertenecido a Joselito, el mismo con el que se había encerrado en solitario con una corrida de Santacoloma. Fue en la tarde del 30 de septiembre de 1915, cortando una oreja al toro ‘Cantinero’, la primera que se concedía en la historia de la plaza de Sevilla. «Los dibujos del vestido cayeron en manos de mi sastre, Justo Algaba, y me comentó la posibilidad de hacer algún traje parecido a los que llevaba José en aquel tiempo; me gustó la idea y uno de ellos fue este. El del Domingo de Resurrección –un grana y oro- también estaba inspirado en José pero para él fue una fatídica tarde, la fecha de su muerte en Talavera», ha explicado.

     De todas las felicitaciones recibidas, Morante ha destacado una en especial: «Me llamó Curro Romero por teléfono y esa me hizo especial ilusión; me dio la enhorabuena con un cariño y una torería muy bonita; no me lo esperaba».


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