REAL MAESTRANZA - 4ª Feria de Abril

Roca Rey logra su objetivo: abrir la Puerta del Príncipe

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Salida a hombros por la Puerta del Príncipe del diestro peruano Andrés Roca Rey.

El diestro peruano Andrés Roca Rey abre la Puerta del Príncipe tras desorejar a un buen toro de Núñez del Cuvillo y tenerlo todo a favor: público de escasas exigencias, un presidente generoso y una música fácil. Diego Urdiales se llevó el peor lote; dejó algún detalle. Manzanares no está en buen momento.


 SEVILLA / Corrida de toros 

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y juego. Justos de fuerzas y a la defensiva, primero y cuarto; nobles y con calidad en sus embestidas, segundo, tercero y quinto; con clase y recorrido, el sexto.
ESPADAS: –Diego Urdiales (de vainilla y azabache), silencio y silencio.
José María Manzanares (de burdeos y oro), silencio y silencio tras aviso.
Andrés Roca Rey (de azul y oro), oreja y dos orejas.
CUADRILLAS: Destacaron en banderillas Viruta y Antonio Chacón, que se desmonteraron, llegando a sonar la música para este último.
INCIDENCIAS: Lleno de ‘No hay billetes’.


Manuel Viera.-

     Andrés Roca Rey ha salido por la Puerta del Príncipe, su sueño más ansiado. Y lo ha hecho ante la apoteosis y alegría de una gente que también deseaba verlo traspasar a hombros de improvisados costaleros la anhelada bóveda con vistas al río. Se lanzó a la conquista de Sevilla desde que salió el tercero, un toro con cara y hechuras de novillo al que dejó sin picar, como todos. Como todos los que se llevan lidiados en lo que va de Feria.

     Ya no es noticia la inexistencia de la suerte de varas convertida en puro trámite de la lidia. El diestro peruano sometió al ‘núñezdelcuvillo’, le bajó la mano y ejecutó series a derecha e izquierda con desigual resultado. Hubo buenos naturales y notables muletazos diestros con el compás abierto. No fue faena contundente la realizada a un animal que embestía a la defensiva y mermado su fondo en el epílogo de la lidia. Pero lo finiquitó de forma admirable. La espada fue un cañón y la oreja no la dudó en esta ocasión quien se la negó hace días al que empieza.

     El sexto fue un toro noble, con calidad en su embestida, y Andrés lo metió en cintura con un toreo que sabe muy bien transmitir al espectador. Tampoco se picó el buen ejemplar de Núñez del Cuvillo al que banderilleó con total pureza Antonio Chacón; tan emotivo fue el par que la banda del maestro Tejera sonó en su honor. Roca Rey se hincó de rodillas y comenzó a torear. Quieto, sin mover un músculo, hizo pasar la embestida por delante y por detrás. Su arma, el valor, la utilizó para esculpir muletazos diestros hilvanados y rematados con redondos pases de pecho. Las series se sucedieron por uno y otro pitón con alguna desigualdad, hasta que se decidió a bajar la mano, arrastrar la muleta y conducir la embestida con la diestra para esculpir muletazos antológicos con los que puso la plaza en pie. El delirio se había consumado y una estocada de efecto rápido ayudó a que las dos orejas no se hicieran esperar tras el vocerío del público a un palco que, en tardes de lleno y figuras acarteladas, no aguanta la más mínima presión.

     Esta vez la toros del ganadero gaditano no defraudaron como lo hicieron el día de Resurrección. Sólo el lote de Urdiales no embistió con la fuerza y calidad deseada. Sí lo hizo el segundo de la tarde que lidió Manzanares. Un buen toro. El alicantino no está ni para grandes ni pequeños desafíos. Es una pena verlo sin ideas, inseguro y muy lejos de la tauromaquia con la que tanto sedujo a Sevilla. No está. Su toreo hacia afuera predominó en una faena colmada de ligereza. Algún que otro muletazo con encanto y poco más. Con la espada, que fue su fuerte, mal.

     Tampoco se le vio fino con el noble quinto que mostró su bravura en el caballo, pese a la medida suerte de varas. Faena de altibajos con un toreo despegado y con algún que otro natural notable y buenos pases de pechos. Muy poco para tanto deseado. Y con los aceros, un calvario.

     Diego Urdiales se llevó lo peor de los toros que vinieron desde ‘El Grullo’. Al primero, embistiendo a la defensiva por su escasa fuerza, destacar un par de lances con su peculiar estilo. Después, un trasteo por la cara sin florituras para tumbarlo con eficaz estocada. También su toreo a la verónica destacó en los lances de recibo al noble cuarto, pero el toro no aguantó para aprovechar la calidad que mostraba su embestida. Algún muletazo diestro, templado y profundo, con la verdad de su tauromaquia, fue lo mejor de la breve faena.


 AL QUITE 

Sevilla, cada día más cara; y la Maestranza, más barata

Antonio Girol.-

 -Compadre, ¿qué te pasa que tienes tan mala cara?

-¿Mala cara? Cómo para no tenerla, compadre, que me han revisado la hipoteca este mes y casi trescientos euros más que tengo que soltar en cada recibo. Súmale que acabamos de llegar del Mercadona y si te digo que me he dejado allí ciento ochenta euros y llevábamos, así como quien dice, cuatro cosas en el carro lo mismo ni te lo crees. ‘Cúchame’, que esto no se puede aguantar, que en Sevilla está ‘tó mu’ caro. Y verás tú ahora la caseta de la Feria y la calle del infierno…

-Quillo, ¿tú sabes dónde tienes que ir que están siempre de rebajas y tela de baratos?

-¿Dónde, compadre? Dímelo que me voy ahora mismo.

-A la Maestranza. Sí, quillo, no me mires así. Allí lo único caro es entrar, pero luego es superbarato. Yo vengo ahora mismo y no veas lo económicas que están la orejas. Hay hasta ofertas: si te llevas la primera, en el toro siguiente te regalan la segunda.

-¿Eso cómo va a ser, miarma? Si a mí, mi padre siempre me dijo que las orejas en la Maestranza eran tela de caras.

-Eso era en los tiempos de tu padre, que los presidentes eran todos unos fachas. Ahora han puesto a unos que son pa’ comérselos de enrollados y generosos. El de esta tarde, sin ir más lejos, le ha dado una oreja a Roca Rey de un torito de Cuvillo por una faena que ni siquiera tuvo esa rotundidad a la que el peruano tiene acostumbrado a su parroquia. Pero como la gente lo aplaude todo, lo mismo un puyazo casi en los riñones que una serie con el torero en la plaza y el toro en Umbrete, pues han pedido la oreja como si aquello fuese el milagro de San Dimas al ver que éste al menos se arrimaba de verdad.

-¿Y luego, qué ha pasado? Porque viniendo para acá he visto una pedazo de bulla en el Paseo Colón… Muchos flashes de cámaras de móviles, reflejos azulones de luces de coches de policía… ¿Es que acaso ha habido algún atropello a la salida?

-¡Qué va, compadre! ¿Es que no te enteras o qué pasa? Como hoy era viernes de oferta, si cortabas una oreja en el primero, en el segundo te llevabas dos. ¡Si te lo he dicho antes, que no me escuchas! Y ahí que estaba Roca para aprovecharla. Pero vamos, que sin la oferta también se habría llevado el doble premio porque la gente está como loca con este muchacho tan alto y tan serio.

-Y tan valiente, miarma.

-Eso también es verdad, que el tío los tiene bien puestos y se arrima una barbaridad. Y ha matado al segundo de un estoconazo.

-¿Entonces de qué te quejas?

-Si yo lo que digo es que a mí me gustaba más la Maestranza cuando no había ofertas. Sólo eso, porque un torerazo como Roca no las necesita para demostrar que es ahora mismo el Rey.

-Eh, no te cueles, que el Rey no torea hasta el lunes.

-Y ya verás tú ese día lo cara que va a estar la música, porque hasta en eso hoy había descuentos.


 LA VOZ DE LOS ABONADOS

Objetivo casi cumplido

Unión taurina de abonados y aficionados de Sevilla.-

     Hemos sido testigos esta tarde en Sevilla de una calculada y premeditada tarde de toros. Lidia una de las ganaderías que se rifan las figuras porque sus toros son amables, educados y gozan de un comportamiento en la plaza donde no tienen ni un mal gesto, ni una mala acción.

     Con la anuencia de un generoso usía salen al ruedo seis toretes terciados, propios de plaza de segunda categoría. Estos animalitos cumplen su papel a la perfección. Acuden a los engaños con más voluntad que fuerza. Son picoteados en la suerte de varas y su misión principal es servir en la muleta colaborando lo más posible, aunque eso sí, las carencias de fondo y fuerza desdibujan las faenas excepto que se encuentren en su camino con un Roca Rey curtido, poderoso, mandón, que añade mucho valor, y con este gazpacho aderezado también por una banda de música entregada a la causa y un presidente que en su papel colaborativo le abre la Puerta del Príncipe al torero peruano.

     Manzanares caminó por la misma senda que Roca. A sus toros, bien por falta de fuerzas, alguna embestida respondona o fallar con la espada no pudo sacarles el rendimiento de Roca. Sigue instalado en los muletazos en línea desplazando el toro hacia fuera. Pocas veces lo intentó en redondo, pero como juega en casa el cariño y el apoyo del bendito público sevillano nunca le falta.

     Diego Urdiales tiene buen concepto del toreo. Atesora profundidad y temple. Siempre se entrega, pero esta tarde su primer toro era imposible y en el segundo, un poco más potable, lo intenta en redondo, pero el viento influye para que los muletazos no sean limpios. El toro se apaga pronto y, como Manzanares, no pudo cumplir objetivo.

     Tarde triunfal de Roca Rey, que si como preveemos se sigue anunciando con semejante ganado comercial, educado, flojo y dócil, saldrá muchas tardes en gloria de triunfo.

     Picotearon bien a sus toros Manuel Burgos, Oscar Bernal y José Mª Quinta. El sevillano de estirpe torera Antonio Chacón colocó dos pares de ensueño que hicieron saltar la música. También Viruta merece destacarse en banderillas.


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