REAL MAESTRANZA - 1ª Feria de Abril

Una agotadora tarde de ¿toros?

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El diestro Rafa Serna, con la oreja cortada al sexto toro de la corrida.

El diestro sevillano Rafa Serna ha cortado una oreja en el sexto de la tarde. Luis Bolívar ha dado una vuelta al ruedo con petición de oreja tras una faena al toro de mejor juego de la tarde. Luis David fue aplaudido tras dos largas faenas. Mal juego de los toros de la ganadería de La Palmosilla. Dos de los toros fueron devueltos a los corrales.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado siete toros de la ganadería de La Palmosilla, bien presentados y de diferentes hechuras. Nobles, descastados y sin fuerzas. Y uno de Hermanos Sampedro lidiado como segundo sobrero, inválido. De escasa fuerza el primero; noble, con clase en las embestidas, y parado el segundo; invalido el tercero, que fue sustituido por otro del mismo hierro ganadero, noble y parado; bravo el cuarto; invalido el quinto, que fue devuelto por uno de Hermanos Sampedro de iguales características; noble y con poquitas fuerzas el sexto.
ESPADAS:Luis Bolívar (de celeste y oro), silencio y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Luis David (de azul y oro), saludos y silencio.
Rafa Serna (de blanco y oro), silencio y oreja.
INCIDENCIAS: Menos de media plaza.


Manuel Viera.-

     Una historia. Una decepción. El toro al límite. Ese animal, tan cuidado y deseado para hacer el toreo, se está convirtiendo en un animal inválido y sin casta, parado y lastimero, que induce al fracaso. A la ruina de una Fiesta ayuna de emoción. Y sin emoción no hay Fiesta; ni tampoco toreo. Sólo una muestra de pases anodinos, aburridos y sin alma que provocan el bostezo en la gente que, pacientemente, esperan al siguiente que ha de salir de chiqueros, sin que haya un siguiente. Una película sin fin que se proyecta en sesión continua durante muchas tardes de corridas. Hoy, tocó Sevilla con el fiasco ganadero de La Pasmosilla. Porque no fue suficiente la bravura del buen cuarto para evitar el descalabro.

     Fue el segundo toro de Luis Bolívar un ejemplar de diferenciales hechuras a los demás corridos. Que peleó con bravura en varas y acudió a la muleta con nobleza y son en las acometidas. El diestro colombiano, directo y generoso, sin pretender demasiadas depuraciones estéticas, comunicó entusiasmo en un inicio de faena de largo pases diestros que fueron perdiendo calidad en una lidia intermitente venida a menos al natural. No fue su toreo contundente, ni mucho menos. A la faena, austera y poco descriptiva, le faltó mayor apuesta con un astado aplaudido en el arrastre. Sin embargo, la petición de oreja, tras la estocada recibiendo, no fue atendida por el palco presidencial.

     Poco, nada, se le vio con el flojo y noble primero. Suaves y sutiles muletazos, de uno en uno, que cansaron al público. Quizá fuese toro para el toreo de detalles; finuras que no las tuvo el torero.

     Rafa Serna no pudo rendir homenaje a la memoria de su padre hasta el último toro de la larga tarde. Pese a que la imagen del torero en el centro del ruedo, en el cual se sintió abrazado por el hombre que después, desde arriba, fue el primero en saborear el triunfo con ojos humedecidos, fue con el tercero, un sobrero del mismo hierro ganadero que sustituyó al inválido devuelto.

     La lidia del sexto, noble y de escasa fuerza, tuvo momentos de interés sobre todo en el aroma clásico y natural del toreo de izquierda. Fue entonces cuando se hizo presente el pasodoble dedicado a su padre, obra del músico y compositor onubense, Félix de Carbonera. Fue ahí, en el trazo del natural y la música de fondo, cuando se estableció la consabida escalada hacia lo emocional. Menos atractivo revistió el muletazo diestro con un toro ya demasiado parado. Los detalles del pase por bajo, intercalados con cambios de manos, epilogaron a la estocada que precedió a la concedida y generosa oreja.

     Con el sobrero tercero, con no más fuerza que el devuelto, todo quedó en el esperanzador inicio. Una buena serie diestra no tuvo continuidad. Rafa anduvo dispuesto y poco más. Con la espada, mal.

     También se paró el noble segundo de Luis David. La falta de casta le hizo claudicar pronto sin que el mexicano no consiguiera más que algún que otro trazo sin emoción con la izquierda. Después aburrió con la derecha en un largo trasteo sin sentido de la medida. Tras la estocada casi entera le tocaron algunas palmas, las suficientes para que el torero las entendiera como una ovación que no dudó en saludar.

     El quinto fue otro tullido toro de La Palmosilla devuelto y sustituido por uno de Hermanos Sampedro de nulas fuerzas y escasa casta. El joven torero de Aguascalientes no se cansó de dar pases en infinita faena sin tiempo. La estocada, trasera y caída, fue suficiente.

     En fin, como ven una agotadora tarde de ¿toros? Increíble.


AL NATURAL

Barbacoa taurina

Francisco Mateos.-

     Kilos y kilos de carne. Carne de vacuno descastada. Hasta 600 kilos de carne podrida que han pesado dos de ellos. Carne para barbacoa, que no para otra cosa. Duele decirlo, pero es que hasta tres de los toros ‘lidiados’ en la Maestranza han rodado por el albero. La presidencia ha devuelto dos toros para los corrales; podrían haber sido perfectamente otros dos más.

     Una tarde plana de emociones, porque para un toro que se equivoca, aguanta bien en varas y da cierto juego en la muleta -me refiero al cuarto de la tarde- le toca a Luis Bolívar, que parece que no tenía su día afortunado… Poco o nada que recordar, salvo el espejismo de la buena estocada recibiendo del mencionado Bolívar en ese cuarto toro y algunos detalles del paisano Rafa Serna, que rendía memoria a su padre, y que fue tratado con sumo cariño hasta recibir la oreja del sexto.

     La empresa podría haber repartido un par de kilos de carne taurina a cada aficionado para barbacoa. Habría habido para todos, ya que éramos poco. Qué pena.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)


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